Reuniones militares secretas para planear la disolución del parlamento, denunciadas por opositores, reponen la incertidumbre en Paraguay pocos días antes de que la Corte Suprema dictamine la vuelta a prisión del líder del oficialismo, Lino Oviedo.
La insubordinación encabezada en 1996 por Oviedo, entonces comandante del ejército, motivó un largo proceso judicial que terminó en marzo de este año con su condena a 10 años de prisión militar, lo que le impidió ser candidato a presidente por el gobernate Partido Colorado en las elecciones del 10 de mayo.
El hoy presidente Raúl Cubas, compañero de Oviedo en la fórmula que triunfó en las elecciones internas de septiembre de 1997, fue, en definitiva, el candidato. Su principal argumento de campaña fue la promesa de liberar a su líder, aunque el Congreso recortó la facultad presidencial de indulto.
La conmutación de pena decretada por Cubas el 18 de agosto, tres días después de asumir la Presidencia, fue calificada por la Corte Suprema de improcedente, recurrido por el Congreso como inconstitucional y acaba de recibir un dictamen en contrario por el fiscal general del Estado.
La vuelta a prisión sería inminente, lo que provoca inquietud en el gobierno de mayoría oviedista, en sectores de las fuerzas armadas incondicionales de su ex comandante y en sus simpatizantes, que celebraron un acto político de adhesión el viernes 9.
Una reunión de Oviedo con altos funcionarios militares el día 3 y la grabación de un diálogo entre cinco oficiales el día 5 acrecentaron el temor de los congresistas.
"Estoy preocupado porque seguramente voy a ser uno de los presos. Como no me informaron nada, el golpe debe ser contra el gobierno, me supongo", bromeó el presidente Cubas.
El mandatario se dijo también "muy preocupado por lo que diga el doctor (Domingo) Laíno", el dirigente opositor que denunció el día 7 los movimientos militares.
Laíno confirmó que en la grabación se da por segura la confirmación de la pena para Oviedo, mientras el senador liberal Francisco de Vargas sostuvo que los efectivos manifiestan estar planificando el arresto de los ministros de la Corte Suprema.
La intención de Cubas, según los asistentes a la reunión, será "correr a los parlamentarios" en menos de un mes, tras una cadena nacional de televisión en la que explicará que el país sufre un estado de ingobernabilidad.
"Adiós Parlamento y adiós Palacio de Justicia", festejaba uno de los interlocutores de mayor rango.
Otro dijo que los militares tendrán para participar la motivación de "hacer nomás ya algo" dejando de lado divisiones internas. "Con qué vamos a hacer el fujimorazo", preguntó otro, y se le contestó que se convocaría a nuevas elecciones para legitimar el golpe.
El presidente de la Cámara de Diputados, Walter Bower, solicitará la investigación del plan y las supuestas reuniones de militares activos al fiscal general del Estado, Aníbal Cabrera. Bower responde al vicepresidente Luis María Argaña, en la oposición.
El presidente del Senado, Luis González Macchi, también argañista, sostuvo que podría tratarse de meras amenazas, si bien admitió que las fuerzas armadas son dominadas por Oviedo.
El viernes fueron reintegrados a los cuadros activos 220 militares dados de baja durante la presidencia de Juan Carlos Wasmosy (1993-1998) por firmar un manifiesto donde negaban que la insubordinación encabezada por Oviedo en 1996 hubiera sido un intento de golpe.
Laíno, presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el principal de la oposición, aseguró que existen registros de los diálogos y pronosticó el viernes "la marginación del Mercosur y la comunidad democrática" como consecuencia de un eventual golpe de Estado en Paraguay.
Los abogados y parlamentarios afines a Oviedo intentan recusar a varios miembros de la Corte Suprema de Justicia, que cuestionó la conmutación de la pena, para retrasar la vuelta de su líder a prisión. (FIN/IPS/cm/mj/ip/98
