Ambientalistas de Panamá y extranjeros instaron a las autoridades a proteger un sitio del litoral Pacífico cerca de esta capital, donde cada año hacen escala unos ocho millones de aves migratorias procedentes de América del Norte.
La petición se produjo luego de tres estudios sobre el tema que realizaron el internacional Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, el Departamento de Defensa de Estados Unidos, expertos de la Universidad de Panamá y el Canadian Wildlife Service, de Canadá.
El área investigada, con una extensión de alrededor de 70 kilómetros que va desde la desembocadura del canal interoceánico hasta el río Bayano, al sudeste de la capital, recibe anualmente más de ocho millones de aves migratorias que viajan desde América del Norte hacia América del Sur y viceversa.
Las aves, denominadas playeras, proceden fundamentalmente de Canadá y Alaska, recalan en el litoral Pacifico panameño entre los meses de agosto y noviembre, cuando emprenden su viaje de 15.000 kilómetros para pasar el invierno en el sur.
El regreso se produce unos cuatro meses después, pero en muchos casos tienen que permanecer varios meses en Panamá y otros sitios de recalada para reponer y fortalecer sus alas desgastadas por el largo viaje.
Las playeras abandonan Canadá y Alaska para conseguir abundantes alimentos en las playas y costas cálidas del sur del continente y luego regresar en la primavera a su habitat natural con el fin de reproducirse.
George Angehr, investigador del Instituto Smithsonian, quien desde 1996 realiza un estudio sobre los sitios más apropiados para el refugio de estas aves, dijo que es necesario actuar con urgencia para evitar que esas especies pierdan su habitat temporal.
El gobierno, según Angehr, debería declarar esos 70 kilómetros de costa como "Sitio Ramsar" y establecer una legislación especial que regule la zona para evitar su destrucción y contaminación por la acción del hombre.
Además de constituir una zona de manglares constantemente azotada por la contaminación marina, en esa área se estan construyendo grandes proyectos de viviendas y una autopista de 19 kilómetros de extensión, de la cual alrededor de un tercio se está realizando sobre pilotes y rellenos marinos.
En Panamá existen actualmente cinco Sitios Ramsar destinados a la escala de otras aves migratorias y a la conservación de tortugas y manaties, pero el que se encuentra entre el canal y el río Bayano es sumamente importante para la preservación de las aves playeras, según Angehr.
El investigador reveló que durante los conteos de aves realizados en el área se han detectado en un sólo día colonias de hasta 300.000 ejemplares de playeras de varios tipos.
Entre ellas se encuentra el playero occidental, el más numeroso de todos los que recalan en Panamá, así como el playero menudo, el ala blanca y el sarapito trinador, los cuales proceden de Canadá y Alaska, indicó.
Durante su estadía en Panamá las colonias de playeros consumen unas 50 toneladas métricas de gusanos al mes extraídos de los manglares, las playas y la capa de algas y barro que cubre gran parte de la costa.
El investigador Francisco Delgado, de la Universidad de Panamá, quien también realizó estudios sobre las aves migratorias junto con el Canadian Wildlife Service, consideró imprescindible conservar las área donde hacen escala estas aves para evitar que desaparezca esa especie.
Treinta y seis de las 49 especies de aves playeras existentes en Canadá y Alaska utilizan el litoral Pacífico próximo a esta capital como sitio de escala en sus largo vuelo hacia el sur.
Delgado explicó que si las aves playeras tuvieran que cambiar su sitio de recalada hacia otras zonas de la costa posiblemente sean atacadas por otros depredadores diferentes a los que existen en su sitio actual de escala.
Asimismo, deberán competir con otras aves locales y migratorias por los alimentos de los nuevos sitios de escala.
En Panamá existen 929 especies diferentes de aves, de las cuales 38 de encuentran en peligro de extinción debido a la caza furtiva, la comercialización de las mismas y la destrucción de su habitat.
Los estudios del Instituto Smithsonian, la Universidad de Panamá y el Canadian Wildlife Service fue complementada por otro realizado en 1997 por expertos estadounidenses y panameños por encargo del Departamento de Defensa de Estados Unidos y el The Center for Conservation Biology at William y Mary.
Ese estudio procuraba determinar el grado de importancia de las instalaciones y tierras usadas actualmente por las bases militares que posee Estados Unidos en las riberas del canal como sitio de escala de las aves playeras.
Ese grupo de investigadores detectó que desde 1970, cuando hicieron otra investigación, el número de aves playeras que arriban a Panamá ha disminuido a causa de "la degradación de las áreas utilizadas durante la migración", señaló Angehr. (FIN/IPS/sh/ag/en/98