ONU: Vaticano advierte sobre terrorismo y accidentes nucleares

El Vaticano intensificó su campaña mundial contra las armas nucleares al advertir a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el peligro del terrorismo y los accidentes producidos por esas armas.

"Hay unas 30.000 armas nucleares que representan una grave amenaza para la humanidad", destacó el arzobispo Renato Martino, observador permanente del Vaticano ante la ONU, quien además recordó que este arsenal se mantiene "10 años después de terminada la guerra fría".

"La situación es aún más grave si consideramos que 5.000 de estas armas están en estado de alerta, es decir que pueden ser disparadas con sólo 30 minutos de aviso", agregó.

Martino habló el martes ante el Comité de Desarme y Seguridad Internacional de la ONU, donde planteó que existe un riesgo "inaceptable" de accidentes y del uso de este arsenal con propósitos terroristas.

Agregó que el riesgo aumenta aún más cuando países que no se adhirieron al tratado de no proliferación nuclear realizan pruebas con estas armas.

"Las pruebas nucleares siempre son deplorables, pero las críticas contra aquellos que las realizan suelen evadir el problema central", y éste es que las potencias nucleares parecen decididas a ingresar al siglo XXI con su arsenal, pese a que el tratado de no proliferación los obliga a negociar un desarme atómico.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, consideró que el desarme nuclear debe ser un tema prioritario en la agenda de la organización, debido al inmenso daño que podría causar el uso de una sola de esas armas.

"Es insensato creer que por ser tan terribles estas armas nunca van a utilizarse y que los países las tienen sólo como elemento disuasivo", opinó.

El hecho que estas armas hayan sido desarrolladas por varios países donde continúan almacenadas en sus arsenales implica que también podrían decidir utilizarlas en cualquier momento, comentó Annan.

El subsecretario general para temas de desarme, Jayanta Dhanapala, planteó la semana pasada en Suecia el interés de la comunidad internacional por lograr que se desactive el estado de alerta de las armas nucleares colocadas en esta condición.

"Si logramos avanzar en esta dirección, al menos lograremos reforzar la seguridad de los arsenales nucleares, aún cuando no los estemos desmantelando tan rápido como lo demanda la humanidad", dijo Dhanapala.

Pero no es un paso fácil, y la propuesta de eliminar el estado de alerta de las armas genera debates de corte político.

Dhanapala comentó que una de las objeciones principales para tomar este camino es que afectaría la capacidad de disuasión, basada en gran parte en la velocidad con la cual se puede responder a un ataque enemigo.

Por otra parte, se argumenta que los sitios donde queden almacenadas las cabezas nucleares y otros componentes críticos de las armas que no estén en alerta se convertirían también en blancos de ataques.

Además se argumenta que esa propuesta no considera problemas del "mundo real", como el hecho de que una eliminación del estado de alerta podría "resucitar la carrera armamentista" pues los países competirían por regenerar sus fuerzas antes que los adversarios.

Dhanapala comentó que otra de las objeciones es el temor al peligro de robo y sabotaje contra las cabezas nucleares que resulten desmanteladas y almacenadas.

En una entrevista por televisión realizada el año pasado, el ex consejero de seguridad nacional de Rusia, Alexander Lebed, dijo que en ese país hay al menos un centenar de armas nucleares del tamaño de un maletín que están perdidas.

El antiguo servicio de inteligencia ruso, la KGB, habría adquirido algunas pequeñas armas nucleares que nunca fueron incluidas en los inventarios considerados para el desarme de la posguerra fría.

El secretario de Físicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear, John Pastore, advirtió que desde la caída de la Unión Soviética el mundo enfrenta el nuevo peligro de las armas atómicas extraviadas.

Destacó que el riesgo aumenta cada día pues la situación de los militares rusos se deterioró debido a "negligencia, pobreza, falta de control civil y baja moral".

Pastore advirtió que un terrorista con armas nucleares podría causar "masacres como las de Hiroshima y Nagasaki si coloca la bomba en una ciudad".

La película estadounidense "El Pacificador", parte de la cual se rodó en las afueras del edificio de la ONU en Nueva York, trata sobre un enardecido diplomático bosnio que compra una pequeña arma atómica y la ingresa a la sede de esta organización con el propósito de volarla.

En la actualidad hay un comité especial de la ONU encargado de redactar una nueva convención específicamente destinada a prevenir el terrorismo nuclear. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lc-ml/ip/98

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