Estados Unidos y la Unión Europea, en general buenos amigos políticos, compiten por uno de los más altos cargos del sistema de la ONU: el de administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Los europeos arguyen que el puesto fue monopolizado por Estados Unidos durante más de 32 años, y que ahora ellos tienen derecho a él.
Además, los miembros europeos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) aumentaron sus contribuciones al PNUD, mientras Washington disminuyó su aporte a la agencia, además de deber a la organización mundial 1.400 millones de dólares.
"Sería insólito considerar otro candidato que no fuera europeo", dijo a IPS Eveline Herfkens, ministra de Cooperación para el Desarrollo de Holanda.
"Sabemos que el nombramiento lo realiza el secretario general (Kofi Annan), pero ya tenemos un candidato por la Unión Europea. Lo más importante es que el bloque lo obtenga", agregó.
La Unión Europea (UE) está integrada por 15 países: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal y Suecia.
En una carta dirigida a Annan el mes pasado, el canciller austríaco Wolfgang Schussel designó a Poul Nielsen, el ministro danés de Cooperación para el Desarrollo, como "el candidato común de la UE" para el cargo. Hasta ahora, Estados Unidos no presentó ningún candidato.
En su calidad de presidente de la UE, Schussel también recordó a Annan que los países miembros del bloque "contribuyeron con casi 60 por ciento del presupuesto principal del PNUD, y sin embargo la Oficina del Administrador nunca fue ocupada por un ciudadano de un estado miembro de la UE".
En una conferencia de prensa celebrada en la sede de la ONU, Schussel destacó que la UE es el principal contribuyente del foro mundial, ya que se hace cargo de 36 por ciento del presupuesto regular, casi 40 por ciento de la ayuda al exterior, entre 55 y 60 por ciento del costo de las operaciones de paz y casi 60 por ciento de la ayuda a Palestina.
Pese al enorme monto de sus aportes atrasados, Estados Unidos procura una reducción de su contribución a la ONU, del actual 25 a 20 por ciento del presupuesto regular, equivalente a 1.000 millones de dólares por año.
La contribución de Washington al PNUD, que alcanzó un máximo de 160 millones de dólares en 1985, se redujo a 124,3 millones en 1993, a 113 millones en 1994 y 1995, y a 51 millones en 1996.
"Esta reducción debilita el liderazgo del administrador del PNUD, Gus Speth (…), y podría poner en riesgo el liderazgo estadounidense del PNUD cuando venza el mandato de Speth", advirtió en junio de 1996 al Congreso la entonces embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Madeleine Albright.
Tras la fuerte exhortación de Albright, el Congreso decidió incrementar el aporte al PNUD a 76 millones de dólares para 1997, y en mayo del año pasado Speth fue redesignado por Annan para un segundo mandato de cuatro años.
En esa oportunidad, la UE solicitó a Annan que considerara "favorablemente" un candidato europeo "para reflejar en forma más adecuada la contribución europea a las actividades de las agencias de desarrollo de la ONU", pero el secretario general optó por Speth.
En septiembre de 1997, sin embargo, Speth anunció que abandonará su cargo en junio del próximo año -aunque su mandato vence en el 2001-, por lo que la UE insistió con su reivindicación.
Speth aceptó el decanato de la Facultad de Ciencias Forestales y Estudios Ambientales de la Universidad de Yale. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ml/ip/98