El cerco se cierra sobre Raúl Salinas, el hermano "incómodo" del ex presidente de México Carlos Salinas (1988-1994), preso hace tres años, pues los fiscales tienen lista su acusación por asesinato, narcotráfico y malversación de fondos.
Rodeado de escándalos que salpicaron a conocidos políticos y empresarios, descubrimientos de amoríos, pagos a testigos, consultas a brujas y la siembra de un cadáver, elementos que más de un novelista consideró propio de una ficción, el caso Salinas es un emblema de la corrupción en México.
Más de 30.000 páginas de declaraciones, investigaciones y pruebas periciales demuestran, según los investigadores de la Procuraduría de México, que Raúl Salinas ordenó asesinar en 1994 a José Francisco Ruiz Massieu, ex secretario general del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Al crimen, que tendría orígenes en desaveniencias personales y el descubrimiento de parte de Ruiz Massieu de actos de corrupción de Salinas, se agregan acusaciones de enriquecimiento ilícito que tendrían vinculaciones con el narcotráfico.
Según la Procuraduría, hasta hoy se han descubierto 289 cuentas bancarias en México y el extranjero a nombre de Raúl Salinas y sus alias por un monto de alrededor de 250 millones de dólares, cifra que equivale al salario mínimo de 15.000 trabajadores durante unos 15 años.
"Están listas las conclusiones finales, que demuestran la culpabilidad de Salinas y la necesidad de que permanezca al menos 50 años preso", indicaron este jueves portavoces de la Procuraduría mexicana.
La Procuraduría de Suiza, país donde se investigó cuentas de Salinas por 130 millones de dólares, informó que el próximo martes presentaría su informe en el que, según trascendió, se asegura que los depósitos proceden de lavado de dinero del narcotráfico.
Con los informes y el cierre de los últimos trámites procesales, los jueces mexicanos deberán dictar sentencia antes de que finalice el año.
Todo es una venganza política, según el acusado, quien asegura que es inocente, que su fortuna es menor a la señalada y que una parte procede de negocios con empresarios.
En los últimos meses el hermano del ex presidente pidió apoyo a Amnistía Internacional, pues aduce que no se le permite defenerse adecuadamente en México y acusó de difamación a la agencia antidrogas de Estados Unidos, donde se le acusa de narcotráfico.
Además, envió una carta a la alta comisionada de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Uniadas, Mary Robinson, en la que le pide apoyo y niega todo los cargos en su contra.
Fuera de sus abogados, casi nadie se atreve a interceder por Raúl Salinas. La imagen pública de quien fue un funcionario público de mediano nivel es la de un hombre corrupto que merece un severo castigo, indican diversas encuestas.
"Me han juzgado y atacado mi honor en lo medios de comunicación", dice Salinas, quien según las investigaciones abrió cuentas bancarias y compró propiedades con nombres falsos como Juan Gómez, Juan González, Rodolfo Cadena, Manuel Nava, Rolando Gómez y Rolando Gutiérrez.
Desde Almoloya, la principal cárcel de alta seguridad de México, donde está aislado y todos sus movimientos son registrados, así como su correspondencia y conversaciones revisadas, el hermano de Carlos Salinas ha intentado sin éxito cambiar su imagen en los medios de comunicación.
El gobierno del presidente Ernesto Zedillo le niega derecho a hablar directamente a la prensa y el PRI, su ex partido, también lo acusa de corrupto.
En declaraciones a la Procuraduría, el ex presidente Salinas afirmó no conocer los negocios de su hermano y aseguró que es inocente. Sin embargo, testigos protegidos por Estados Unidos afirman que Carlos Salinas sí sabía de la irregularidades.
Con las investigaciones de la Procuraduría y el pronunciamiento de los jueces podría desatarse una madeja de corrupción que toque directamente al ex presidente, vaticinan algunos observadores.
El paso del tiempo confirma que la corrupción llegó a los más altos niveles en México, "por eso es nuestra fama internacional bien ganada", dijo el analista René Delgado.
Según la organización no gubernamental Transparencia Internacional, México es considerado uno de los 15 países más corruptos del mundo. (FIN/IPS/dc/mj/ip/98
