El inicio del juicio contra el destituido viceprimer ministro Anwar Ibrahim y la realización de una cumbre económica de Asia-Pacífico promete un mes de noviembre agitado en Malasia, y dolores de cabeza diplomáticos para su primer ministro, Mahathir Mohammad.
Los analistas políticos estiman que la presencia de dirigentes de la región para la cumbre entre el 17 y el 18 del mes próximo del Foro de Cooperación de Asia-Pacífico (APEC) galvanizará las demostraciones del movimiento reformista contra Mahatir.
Entre las principales preocupaciones de Mahathir figura la erupción de protestas callejeras que sacuden Kuala Lumpur desde hace más de un mes.
Las protestas ponen al gobierno ante la opción de reprimirlas, lo que concitaría críticas de todo el mundo, o tolerar actividades que continúan socavando el liderazgo de Mahathir.
La cumbre de Asia-Pacífico será la culminación de una serie de reuniones previas relacionadas con APEC a iniciarse el 12 de noviembre.
Para los activistas, las reuniones de APEC también presentan una oportunidad. La semana próxima realizarán una cumbre paralela, la Asamblea Popular de Asia-Pacífico, en medio de restricciones a los actos políticos en la capital, y temores de represión policial.
El juicio de Anwar deberá comenzar el 2 de noviembre en el escenario de protestas que recientemente llegaron a la violencia. El 24 de octubre, unos 1.000 manifestantes que exigían la renuncia de Mahathir chocaron con la policía en Kampung Baru, área de la capital malasia.
La campaña de reformas de Anwar comenzó después de haber sido destituido por el cabinete el 2 de septiembre, y persistió a pesar de la dispersión de protestas callejeras y las declaraciones de Mahathir según las cuales su ex viceprimer ministro intentó lanzar una revuelta en su contra.
La esposa de Anwar y líder del movimiento reformista, Wan Azizah Wan Ismail, sostuvo que las demostraciones a partir de la detención de Anwar el 20 de septiembre fueron "expresiones genuinas y sinceras de frustración popular hacia el gobierno de Mahathir Mohamad, en especial su actitud ante el caso de Ibrahim".
Tras su detención bajo la ley de seguridad interna, Anwar fue acusado de cuatro delitos de corrupción y cinco de sodomía. Anwar niega los cargos y sostiene que son una trampa política.
El juicio comenzará el próximo lunes con cuatro cargos de corrupción, en los que se le acusa de interferir con investigaciones de la policía sobre su supuesta mala conducta sexual.
En las audiencias previas, Anwar fue llevado a la corte por fuerzas de seguridad con un ojo negro y moretones que provocaron fuertes críticas internacionales contra el gobierno malasio.
"Todo el mundo estará mirando hacia Malasia, y un juicio justo es de suprema importancia", dijo el activista social Jubal Lourdes.
Pero analistas extranjeros se verán limitados por una directiva del fiscal general que anuló la orden de un juez de que los procedimientos se realizaran en inglés para que "pueda verse que se hace justicia". El proceso se llevará a cabo en malayo.
Los abogados defensores de Anwar solicitaron que Mahathir se presente ante la corte como testigo clave. Al explicar la destitución de Anwar del gabinete, Mahathir dijo que personalmente entrevistó a testigos para garantizar que su vice había cometido sodomía, considerada delito en Malasia.
El desarrollo de esta crisis política interna mientras Malasia es anfitriona de la cumbre de APEC causará a Mahathir situaciones incómodas. Por ejemplo, el presidente de Filipinas, Joseph Estrada, solicitará una reunión con el encarcelado Anwar, a quien considera "un amigo cercano".
Cualquiera sea el descenlace del caso de Anwar, "la hegemonía o control ideológico del gobierno sobre el público quedó roto y fragmentado", según dijo el analista político Francis Loh. (FIN/IPS/tra-en/an/js/lp/ip hd/98