El yen experimenta mayor fortaleza desde la semana pasada, pero nadie se atreve a descorchar el champán en Japón, donde el número de corporaciones en bancarrota alcanzó un nivel sin precedentes en septiembre, según cifras presentadas hoy.
El yen registró un regular ascenso, entre 13 y 15 por ciento, frente al dólar estadounidense, pero economistas afirman que esto no mejorará las sombrías perspectivas financieras en este país y el resto de Asia.
"No veo un cambio en Japón sólo porque el yen subió", dijo Kyoji Okada, estratega del Instituto de Investigación Daiwa, afiliado a una de las principales instituciones financieras de Japón, el Daiwa Bank.
"La actual volatilidad en los tipos de cambio refleja más una pérdida de confianza en la economía de Estados Unidos que una economía japonesa más fuerte", agregó.
Este miércoles, la firma de créditos Tokio Shoko Research anunció que la cifra de deudas por bancarrota de las corporaciones aumentó 320,7 por ciento en un año, ubicándose en más de 25.000 millones de dólares estadounidenses.
Las economías asiáticas, afectadas por una crisis financiera regional iniciada en julio del año pasado, han urgido incesantemente a Japón a que las ayude a recuperarse aumentando las importaciones y las inversiones en el exterior.
Pero la reciente recuperación del yen no convertirá los pedidos asiáticos en realidad muy pronto.
"No veo gran esperanza para las economías de Asia y Japón a pesar del aumento del yen, porque básicamente los cimientos de estas economías siguen siendo malos. Las economías débiles necesitan monedas débiles", dijo el economista Keiji Omura, del Instituto de Economías en Desarrollo.
En la tarde de este miércoles, el yen se cotizaba a 119,71 frente al dólar. El martes, a 118,30, mientras la semana pasada se ubicó en 111,45 yenes por dólar.
Pero la cifra representa un aumento drástico de las tasas de cambio a comienzos de octubre, cuando el yen osciló entre 130 y 125 frente al dólar, cifras bastante constantes en los últimos meses.
Analistas afirman que el yen alto será un factor hasta fin de año, fluctuando entre 120 y 105 yenes por dólar.
Un yen fuerte y las poco auspiciosas perspectivas para Japón se basan en que los productos japoneses son ahora menos competitivos en el exterior.
El principal diario financiero del país, el Nikkei Weekly, dijo que la situación impediría aún más la recuperación económica, ayudando a alimentar el espiral deflacionario en Japón.
Okada explicó que el ascenso del yen afectará a las empresas manufactureras japonesas que ayudaron a sostener la economía japonesa con fuertes exportaciones.
El aumento del yen, junto a la posibilidad de un crecimiento negativo en la economía estadounidense "implica problemas para las compañías exportadoras japonesas", afirmó.
La fortaleza del yen tiró abajo el índice Nikkei y los precios de acciones orientadas a la exportación de compañías como Sony Corp. y Honda Motor Corp. El 8 de este mes la cotización había caído 28 por ciento para Honda y siete por ciento para Sony.
Sony, que basó sus proyecciones financieras para este año fiscal en un tipo de cambio de 135 yenes frente al dólar, presentó una declaración afirmando que las ganancias de la compañía quedarán dañadas en unos pocos meses si persiste el actual patrón de un yen fuerte.
La compañía estima que sus exportaciones a Europa se verán seriamente dañadas.
Una reciente encuesta del Instituto Daiwa también indica que si el yen cae a 120 contra el dólar, grandes empresas japonesas registrán una caída de 10 por ciento anual en ganancias previas a impuestos.
Además, sostuvo Yasunari Ueno, jefe economista de mercados de Fuji Securities, la caída de los precios de las importaciones aportará a la "defure", según se llama a la deflación en Japón.
Sin perspectivas de crecimiento en las compañías japonesas, los economistas también destacan que los países de Asia serán incapaces de aumentar sus exportaciones a Japón.
La reestructura y el cierre de departamentos en grandes compañías aumentó el desempleo, 4,1 por ciento este año a partir de dos por ciento en 1997, forzando a consumidores tensos a ajustar sus cinturones aún más.
Pero algunos expertos ven cierta esperanza en medio de la catástrofe. Ken London, estragega de Deutsche Bank, afirma que el lado bueno del actual escenario de un yen de alto precio es que los bancos japoneses podrán ahora liberar los préstamos en moneda extranjera que hasta ahora no pueden recuperar.
Los préstamos de Japón, estimados en un billón de dólares por expertos de Estados Unidos, retrasan el crecimiento debido a una caída del crédito. Landon afirma que el Banco de Japón imprimirá ahora más yenes y comprará la moneda, para estimular la demanda de yenes. (FIN/IPS/tra-en//sk/cb/js/lp/if/98