JAPON: Niegan indemnización a esclavas sexuales de segunda guerra

Un tribunal de Japón rechazó un reclamo de indemnización y reconocimiento legal a 46 mujeres filipinas que escaparon de la esclavitud sexual a las que fueron sometidas por el ejército imperial cinco décadas atrás.

Lola Tomasa Salinog, de 68 años, escondió su rostro entre las manos y lloró en silencio cuando el viernes un juez del tribunal distrital de Tokio rechazó la demanda presentada por las mujeres, ya de edad avanzada.

"Hace 50 años que sufro, y aún no encontré justicia. ¿Es justo que un juez ignore los crímenes cometidos contra nosotras?", se preguntó la mujer.

Tomasa tenía 13 años de edad cuando soldados del ejército japonés que ocupó Filipinas la arrastaron fuera de su casa y mataron a su padre con una espada por tratar de detenerlos.

Este es el segundo caso judicial de este tipo en el que se emitió un fallo. Sesenta y cinco "mujeres de placer" presentaron hasta ahora siete demandas ante los tribunales buscando compensación y reconocimiento legal.

Un tribunal de Shimonoseki, en el distrito sureño de Yamaguchi, ordenó en abril al gobierno compensar a tres surcoreanas que hicieron un reclamo similar.

Las siete demandas fueron presentadas por ciudadanas de Corea del Sur, Filipinas y China que están entre las más de 100.000 mujeres forzadas por el ejército imperial a ser esclavas sexuales al servicio de sus tropas.

Sus testimonios sobre cómo fueron secuestradas, confinadas en barracas y luego violadas, algunas de ellas durante años, pusieron en evidencia uno de los crímenes de guerra más graves cometidos por Japón.

La decisión del tribunal de Tokio del viernes tiene más peso que el fallo de abril en Shimonoseki y "es un golpe para las 'mujeres de placer' que procuran una disculpa y una compensación", explicó Kenichi Takagi, coordinador de los 19 abogados que trabajaron en el caso de las mujeres filipinas.

El argumento de estas víctimas era que cada una de ellas debía ser indemnizada y su demanda reconocida, de acuerdo con el derecho internacional.

El juez en Tokio desestimó el caso, considerando que el derecho internacional no establece compensaciones para demandas individuales contra un país que ocupó otro en el pasado.

"La decisión de Japón sobre las mujeres de placer es observada con atención por el mundo entero", indicó Indai Lourdes Sajor, del Centro Asiático para el Derecho de las Mujeres.

"No sólo porque muestra la actitud del país respecto de sus crímenes de guerra sino también porque afecta la percepción del abuso de las mujeres en las guerras en todo el mundo", explicó.

En el caso de las filipinas, inicialmente 18 mujeres presentaron la demanda en abril de 1993, y otras 28 se unieron seis meses más tarde, reclamando una compensación total de 66,6 millones de dólares.

Siete de estas víctimas murieron antes de conocerse el fallo. Entre ellas, Rosa Henson, que tenía 65 años y fue una de las primeras filipinas violadas por el ejército japonés que reveló públicamente su doloroso pasado.

Los historiadores estiman que entre 100.000 y 200.000 mujeres de Asia fueron forzadas a la esclavitud sexual por el ejército de Japón, casi todas en la península coreana.

Algunas de ellas tenían 10 años de edad, se afirmó en la demanda de las mujeres filipinas.

Japón expresó arrepentimiento reiteradamente por habaer esclavizado sexualmente a mujeres en tiempos de guerra.

Durante una visita a Tokio del presidente de Corea del Sur, Kim Dae Jung, el actual primer ministro de Japón, Keizo Obuchi, se sumó a la lista de mandatarios de su país que pidieron disculpas por esos abusos.

Pero hay quienes dicen que el país es generoso en palabras pero no a la hora de pagar compensaciones.

En Tokio se estableció en 1995 el Fondo para Mujeres Asiáticas, que brinda apoyo financiero a muchas de las mujeres abusadas por las tropas japonesas y que hoy están enfermas, envejeciendo y viviendo en la pobreza.

La creación de ese fondo fue criticada por algunas de esas víctimas por no ser una iniciativa gubernamental, y no representar una disculpa oficial sincera.

"Muchas esclavas sexuales asiáticas viven solas porque no pudieron encauzar sus vidas después la traumática experiencia de la violación continua. Es natural que acepten dinero que les ofrece Japón", explicó Mizuho Fukushima, abogado de las tres víctimas sudcoreanas indemnizadas en abril.

"Pero eso no llega a ser una disculpa sincera ni significa que el tema fue resuelto", agregó.

Encuestas realizadas por organizaciones no gubernamentales indican que 90 por ciento de las mujeres sexualmente esclavizadas por el ejército imperial no se casaron, viven en la pobreza y padecen enfermedades físicas y psicológicas.

"Vivo sola, trabajo como costurera y recibo dinero de organizaciones de mujeres", indicó Tomasa, quien nunca se casó después de escapar del burdel.

Al igual que ella, mujeres de Corea del Sur rechazaron la ayuda del Fondo para Mujeres Asiáticas, e insisten en que sólo una disculpa formal de Japón y una compensación oficial podrán resolver el tema.

El gobierno japonés dijo que el país expió su pasado cuando pagó a Corea del Sur y otros países asiáticos repatriaciones de guerra y firmó acuerdos de paz con sus ex colonias.

Las ex "mujeres de placer" dijeron que no se darán por vencidas.

De hecho, las demandantes filipinas anunciaron que llevarán su caso ante un tribunal de mayor jerarquía, y el fin de semana mujeres coreanas realizaron un congreso sobre la esclavitud sexual bajo el dominio de las tropas japonesas en la segunda guerra mundial. (FIN/IPS/tra-en/sk/di-mj/hd/98

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