La fractura del Partido de Refundación Comunista (PRC) evitaría, por unos pocos votos, la caída del gobierno de centroizquierda de Italia en el debate parlamentario que comenzó hoy.
La división del neocomunismo, que se concretó este mismo miércoles, le permitiría al primer ministro Romano Prodi obtener el aval parlamentario si faltan a la sesión cuatro de los 630 diputados.
El sector que encabeza el hasta este miércoles presidente del PRC, Armando Cossuta, dará origen a un nuevo movimiento político que respaldará al gobierno y cuenta con 21 de los 34 diputados de este partido.
El PRC no integra el gobierno, pero lo respaldó con sus votos en el parlamento hasta este fin de semana, cuando su dirección decidió retirar el aval por discrepancias con la nueva ley de presupuesto.
Cossutta anunció que apoyará al gobierno, en una manifestación celebrada en Roma al finalizar la primera de las tres jornadas de debate parlamentario.
El aval parlamentario del gobierno se logra con la mitad más uno de diputados presentes en la sesión. Los pertenecientes a los partidos de la coalición de centroizquierda y los del sector neocomunista disidente suman 313.
Para que esa cantidad constituya una mayoría, los asistentes deberían sumar 625. Por lo tanto, se deberían producir cuatro ausencias, pues el presidente de la Cámara, Luciano Violante, no vota.
El secretario del PRC, Fausto Bertinotti, declaró que aquellos que desobedezcan la decisión de retirar el apoyo parlamentario al gobierno adoptada por la dirección del partido el fin de semana se habrán automarginado.
Prodi exhortó a Bertinotti en la primera jornada de sesión parlamentaria, transmitida por televisión, a que reconsidere su posición, y dijo que no podía creer que el líder neocomunista estuviera dispuesto a entregar el gobierno a la derecha.
Pero Bertinotti mantuvo su posición.
Prodi defendió su gobierno y la ley de presupuesto de 1999. La oposición del PRC a esa norma es la razón por la cual ese sector decidió retirar su apoyo al gobierno de centroizquierda, abriendo la primera crisis desde su constitución en mayo de 1996.
El líder neocomunista reiteró que votará contra el presupuesto, por considerar que no enfrenta de manera adecuada los problemas sociales del país, en particular la desocupación que afecta a 12 por ciento de la población activa.
El jefe de la oposición de derecha, Silvio Berlusconi, pidió en la Cámara de Diputados la dimisión de Prodi. "En lugar de tratar de reconstituir la coalición con los secesionistas del PRC, debería renunciar", declaró Berlusconi.
La división de los neocomunistas, que representan 8,5 por ciento del cuerpo electoral, era hasta este miércoles la derivación más importante de la actual crisis política.
Cossutta, de 72 años, se opuso a retirar el apoyo a Prodi, como lo planteó Bertinotti, de 58 años, porque alentaría el riesgo de un triunfo de la derecha en elecciones parlamentarias anticipadas.
Bertinotti, por el contrario, no teme pasar a la oposición con miras a la formación en el futuro de un gobierno que se ubique mas a la izquierda que el actual.
El líder neocomunista impuso el domingo su posición en la Comisión Política del PRC, con el apoyo de la minoría trotskista, por 188 votos contra 112.
El secretario del Partido Democrático de Izquierda (PDS), Massimo D'Alema, calificó de "locura política" el retiro del apoyo neocomunista al gobierno de centroizquierda.
"A diferencia de otros partidos de izquierda de Europa, el PRC juega un papel destructivo en lugar de uno activo", dijo D'Alema, cuyo partido, ex comunista, es el principal de la coalición de gobierno.
El líder del PDS reiteró su "total apoyo" al gobierno y excluyó de esta manera el rumor de un acuerdo secreto con Bertinotti para reemplazar a Prodi.
En caso que Prodi no logre el viernes la mayoría, debería presentar su renuncia al presidente Oscar Luigi Scalfaro.
Scalfaro podría constituir un gobierno "técnico" o convocar a nuevas elecciones parlamentarias. (FIN/IPS/jp/mj/ip/98
