El nuevo primer ministro de Italia, Massimo D'Alema, dio a conocer hoy la formación de un nuevo obierno de centroizquierda que incluye por primera vez desde 1947 a ministros de definición comunista.
Se trata del primer gobierno de Europa occidental encabezado por un ex comunista, el propio D'Alema, hoy líder del Partido Democrático de Izquierda (PDS), y el segundo integrado por comunistas, después del de Francia en los primeros años 80.
El jefe del nuevo gobierno, el número 56 desde la segunda guerra mundial, y sus 25 ministros prestaron juramento ante el presidente Oscar Luigi Scalfaro.
D'Alema, secretario del PDS, organización heredera del desaparecido Partido Comunista Italiano (PCI), anunció que el jueves pedirá a la Cámara de Diputados el voto de confianza indispensable para su constitución en el sistema parlamentario italiano.
Con el ingreso de la Unión Democrática para la República (UDR), del ex presidente Francesco Cossiga, y del nuevo Partido de los Comunistas Italianos (PDCI), el nuevo gabinete gozará de una amplia mayoría parlamentaria.
El PDCI se fundó este mes a raíz de la escisión del Partido de Refundación Comunista (PRC), que decidió retirar el respaldo parlamentario al anterior gobierno de centroizquierda, que encabezó el economista católico independiente Romano Prodi.
El anterior gabinete, que se había constituido en mayo de 1996, debió renunciar el 9 de octubre al perder por un voto la mayoría en la Cámara de Diputados.
El PRC no integraba ese gobierno pero le prestó hasta este mes sus votos en el parlamento. Este sector neocomunista pasó a la oposición por desacuerdos con la nueva ley de presupuesto que, en su opinión, no afrontaba los problemas sociales, en particular la desocupación.
El PDCI ocupa dos ministerios, el más importante de los cuales es el de Justicia, con Oliviero Deliberto al frente, seguido por el de Asuntos Regionales, a cargo de Katia Bellino.
La de Justicia es una cartera fundamental en momentos en que el líder de la oposición centroderechista, Silvio Berlusconi, ataca a menudo al Poder Judicial.
Berlusconi es acusado de corrupción en varios procesos, y ha sido condenado en primera instancia en algunos de ellos a penas de cárcel.
El nuevo gobierno está constituido por 12 ministros de extracción izquierdista, 12 de centro y uno independiente. Seis de sus integrantes son mujeres, la mayor cantidad en la historia de Italia.
Rosa Ruso Jervolino, del Partido Popular Italiano, principal organización escindida de la desaparecida Democracia Cristiana, es la primera mujer que asume el Ministerio del Interior.
El alcalde de Nápoles, Antonio Bassolino, del PDS, asumió el ministerio de Trabajo y aspira a conservar ambos cargos. Nápoles es la ciudad de Italia que sufra más alta desocupación.
Tres ex jefes de gobierno integran el gabinete. Lamberto Dini, fundador del centrista Renovación Italia, mantiene la cartera de Relaciones Exteriores, y el independiente Carlo Azeglio Ciampi también fue confirmado al frente del Tesoro. Giuliano Amato, socialista, asumió la nueva cartera de Reformas Institucionales.
D'Alema se declaró "bastante satisfecho" y dijo que no tuvo problemas para dormir este martes porque no se presentaron problemas dramáticos en la constitución del gobierno.
"Creo que se encontró un equilibrio entre la exigencia de representación política que existe en un gobierno de coalición y la de calidad y competencia personales. Están representadas las diversas áreas culturales del país: la socialista, la católica y el mundo laico y liberal", dijo.
D'Alema desea obtener rápidamente el voto de confianza del parlamento para poder participar en la cumbre que la Unión Europea (UE) celebrará este sábado y domingo en Pörtschach, Austria.
La derecha reaccionó con virulencia y acusó al grupo político de Cossiga, cuyos 31 diputados habían sido elegidos por la coalición que lidera Berlusconi, de venderse por tres ministerios.
El decretario del PRC, Fausto Bertinotti, anunció su oposición al nuevo gobierno de centroizquierda. (FIN/IPS/jp/mj/ip/98