Graves problemas se vislumbran en el horizonte de Hong Kong, mientras el pueblo considera inadecuadas las medidas para aliviar los efectos sociales de la recesión económica en el territorio.
Para muchos en Hong Kong, el discurso del miércoles del jefe ejecutivo, Tung Chee Hwa, sobre el programa político reveló una posición hiperoptimista sobre el futuro económico y la falta de interés en ayudar a la gente en una economía que según estimaciones decrecerá cuatro por ciento este año.
En este escenario, los intentos de Tung por dar a los residentes de Hong Kong un discurso entusiasta urgiendo a más "confianza" en el territorio, ahora región administrativa especial de china, fueron recibidos con desgano.
El líder sindical Lee Cheuk-yan afirma que Tung reveló su voluntad de actuar rápidamente para impulsar los mercados financieros, pero no se mueve para ayudar a los pobres que soportan la carga diaria del daño económico.
"El gobierno gastó más de 10 por ciento de las reservas para impulsar el mercado de valores. Sin embargo, se niega a destinar un centavo más a los pobres, a pesar de la considerable provisión de reservas extranjeras", alegó Lee.
Lee se refirió a una decisión de las autoridades tomada en agosto para utilizar entre 10.000 y 15.000 millones de dólares para comprar acciones locales con el fin de evitar ataques especulativos al mercado de valores.
Una encuesta de opinión realizada después del discurso de Tung el lunes al Consejo Legislativo, que se supone anuncia las líneas programáticas del año, demostró que la gente cree que las meddias para aliviar las penurias económicas son pocas.
Realizada por la Radio Televisión de Hong Kong, la encuesta sostuvo que 56 por ciento de 3.750 entrevistados dijo haber perdido confianza en el futuro despúes del discurso. Otro 31 por ciento sintió más confianza en el gobierno, y 13 por ciento no se sintieron afectados o cayeron en la categoría "no sabe".
El desánimo del público, poco familiar durante décadas en este bastión de la economía de libre mercado, deja en evidencia el drástico cambio producido en un año en Hong Kong.
De muchas formas, las manos de Tung están atadas por la crisis económica asiática.
Lau Siu-kai, director asociado del Instituto de Estudios de Asia-Pacífico de la Universidad China, dijo en una entrevista que no es sorprendente que Tung no haya hecho el tipo de compromisos que la gente espera. "Simplemente no tiene dinero", agregó Lau.
Tung anunció que "este año, prevemos que la economía se reducirá 4 por ciento. La tasa de desempleo, que alcanzó cinco por ciento, continuará aumentando, mientras las ganancias de las corporaciones continuarán cayendo".
Los críticos destacaron el hecho de que Tung hizo lo imposible por asegurar a inversores financieros que no dio la espalda al libre mercado con la intervención en agosto del mercado de valores.
"Nuestra decisión en agosto de intervenir en los mercados de valores y a futuros para detener la manipulación de la moneda resultó correcta. Es un caso muy excepcional", dijo Tung.
"Aún estamos comprometidos con una economía de libre mercado y en asegurar que mantendremos nuestro estatuto como centro financiero internacional, y la vitalidad de nuestros mercados financieros. Ciertamente no seguiremos a Malasia con medidas de control monetarios. Absolutamente no", subrayó.
Los analistas prevén pocos cambios en la situación económica en Hong Kong en los próximos meses. Un déficit entre 2.600 y 6.500 millones de dólares se espera para el actual año fiscal. (FIN/IPS/tra-en/ccy-js/lp/if ip/98