La sorpresiva venta de la estatal Telecomunicaciones de Guatemala (Telgua) llenó de satisfacción al gobierno y despertó críticas y sospechas en la oposición política, ante la escasa transparencia del proceso.
Cuando muchos pronosticaban que Telgua no se vendería, al haberse suspendido la subasta del 25 de septiembre por la inestabilidad de las bolsas de valores del mundo, el miércoles se informó que la subasta se realizaría al día siguiente.
El gobierno obtuvo una atractiva oferta de 700 millones de dólares de un grupo local por 95 por ciento de las acciones de Telgua, para poner fin al más prolongado e importante proceso de privatización de empresas del Estado guatemalteco.
Pero críticos del proceso reaccionaron señalando la falta de transparencia del mismo y la premura con la que se anunció la venta para el jueves, sin informar antes las bases que rigieron la negociación.
"El de Telgua es el negocio más oscuro e irregular que se ha hecho en el sector público", afirmó Juan Francisco Reyes, dirigente del derechista Frente Republicano Guatemalteco, el principal partido de oposición.
"Además, sabemos que Luca S.A., el consorcio que la compró, está integrado por algunos miembros de la familia Arzú y de la supercúpula del país", dijo Reyes.
Rafael Arriaga, secretario general del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala, anunció la impugnación del proceso de venta de la telefónica y que solicitará al Congreso que investigue los pormenores de la misma, "porque se llevó a cabo en absoluto secreto".
Bastó media hora de subasta para adjudicar Telgua a Luca, la única participante, que ofreció 700 millones de dólares por el 95 por ciento de las acciones y se comprometió a cancelar una deuda de la empresa del Estado por 240 millones de dólares.
El gerente de Telgua, Alfredo Guzmán, explicó que el plazo máximo para recibir los 700 millones de dólares es de tres años, y puntualizó que las amortizaciones "están gravadas con una tasa de interés muy alta, para obligarlos (a los adquirentes) a que lo hagan en el menor tiempo posible".
Según Guzmán, hay en Guatemala un mercado telefónico insatisfecho de 500.000 líneas, además de las aproximadamente 500.000 instaladas.
Ricardo Bueso, presidente de Luca, informó que ese grupo pertenece a 16 socios. Doce son guatemaltecos y cuatro hondureños.
Los compradores tienen 30 días de plazo para cerrar la negociacion con Telgua, que les exige presentar un contrato con un operador internacional, que sería France Telecom, y comenzar los pagos.
"Este es un momento muy especial, en el que culmina uno de los procesos más importantes del gobierno del presidente Alvaro Arzú, que desde sus inicios tuvo que navegar en contra de una corriente muy fuerte, generada puramente por cuestiones políticas", declaró el ministro de Comunicaciones, Fritz García-Gallont.
"Estamos satisfechos con la forma en que terminó el proceso, pero ahora lo importante es que el gobierno utilice esos fondos en salud, educación y seguridad", dijo este jueves a IPS el , secretario general del sindicato de Telgua, Ernesto Vásquez Lemus.
Vasquez señaló también que ahora deberá producirse la desmonopolización y la apertura del sector telefónico a la competencia, para que baje el precio del servicio, en beneficio de la población.
Agregó que los trabajadores de Telgua son conscientes que con alrededor de 6.000 empleados la empresa no puede ser competitiva y que muchos serán despedidos. Pero agregó que el sindicato prepara "propuestas de cogestión".
Los trabajadores estarían dispuestos a formar pequeñas empresas para atender servicios de los que los compradores de Telgua podrían desprenderse, explicó el sindicalista.
Por su parte, Rigoberto Dueñas, secretario adjunto de la Central General de Trabajadores de Guatemala, se sumó a los críticos de la privatización, al afirmar que "se ha consumado la pignoración de los bienes del pueblo".
Mientras, observadores del proceso señalan que el gobierno debe aclarar por qué realizó la subasta de modo sorpresivo y cuál fue la razón por la que no participaron consorcios extranjeros que ya habían comprado las bases.
Telgua ya había sido puesta en subasta en diciembre de 1997. La única oferta recibida entonces, de Teléfonos de México y por 529 millones de dólares, no fue aceptado por el gobierno. (FIN/IPS/cz/ff/if/98