El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, convocó hoy a la comunidad internacional a respaldar la reforma de las instituciones y reglas que componen el sistema financiero mundial.
La crisis económica que afecta al mundo "es la más grave en el último medio siglo", dijo Clinton este martes ante ministros de finanzas presentes en Washington para la reunión anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La economía mundial no puede sobrevivir si persisten las crisis sistémicas que la afectaron en los últimos meses y es por eso que se deben fortalecer y reformar las instituciones creadas en Bretton Woods hace 50 años, como el FMI y el Banco Mundial, para adaptarlas a la realidad actual, dijo Clinton.
La reestructura "es imperiosa si hemos de mantener el respaldo global del ciudadano común al libre mercado y en definitiva al libre gobierno", declaró Clinton el lunes, en Washington.
Las declaraciones tuvieron lugar 24 horas después de que manifestantes rodearon la sede del FMI para exigir protección para la "gente, no para las ganancias", la cancelación de las deudas de los países pobres y el rechazo de la institución multilateral por su "sadomonetarismo".
"Debemos asegurarnos de que la arquitectura financiera internacional minimice y administre los riesgos de los mercados mundiales para permitir a los países cosechar las ganancias del libre movimiento de los capitales de modo seguro y sustentable", dijo Clinton.
Clinton pidió apoyo para las recomendaciones que hizo un grupo de 22 países convocados por él para hallar la manera de mantener la estabilidad de las finanzas mundiales.
El Grupo de los 22 (G-22) está integrado por el Grupo de los Siete (G-7) mayores países industrializados y el Grupo de las 15 principales economías emergentes.
El nuevo grupo, convocado por Washington este año, divulgó el lunes sus propuestas de reformas a largo plazo.
Entre las recomendaciones se encuentran la regulación bancaria, la mayor apertura de los gobiernos para revelar su información económica y las formas de impedir crisis futuras al asegurar que el sector privado sufra pérdidas por sus malas inversiones.
"Estas ideas serán analizadas por el FMI. Tienen todas las herramientas para llevar adelante este proceso", dijo el subsecretario de finanzas italiano Mario Draghi, copresidente de un grupo de trabajo del G-22 sobre la reforma del sector financiero.
La renovación del sistema financiero mundial "no es una tarea sólo para el G-7, es un problema que, en nuestra opinión, afecta a todos los países del mundo", dijo Clinton.
"La expansión de los mercados internacionales y el crecimiento de la economía mundial en los últimos 50 años ayudó a sacar de la pobreza a millones y millones de personas", aseguró.
Pero "el mercado mundial de capitales, rápidos y con grandes volúmenes, pueden reaccionar rápida y severamente cuando los países se alejan de las políticas sólidas y los mercados también pueden reaccionar en forma excesiva, incluso sometiendo a fuertes presiones a los países que aplican buenas políticas", dijo.
Frente a la crisis actual, "cada economía industrial tiene un papel que cumplir, incluso Estados Unidos al asegurar su apoyo a la financiación del FMI", señaló Clinton en referencia a su pedido de 18.000 millones de dólares para la institución multilateral, que se encuentra estancado en el Congreso.
Cerca de 3.500 millones se destinarían a una línea de crédito de emergencia para ayudar al FMI a enfrentar las crisis financieras y el resto a aumentar 45 por ciento la base de capital del organismo, que se encuentra seriamente erosionado por los planes de rescate multimillonarios aplicados en Asia y Rusia.
La aprobación del monto, antes de que el Congreso entre en receso este mes, es fundamental para adoptar una propuesta que hizo Clinton el viernes para acelerar los préstamos de emergencia del FMI a países que aplican sólidas políticas económicas, pero igual se ven amenazados por el pánico de los inversores.
El Comité Provisional del FMI declaró el domingo que sus integrantes "explorarán" la propuesta de Clinton, pero varios países, entre ellos Gran Bretaña y Japón, señalaron que un posible acuerdo dependerá del pago de los 18.000 millones de dólares de Estados Unidos al organismo multilateral.
Las ideas para recuperar y mantener la paz en los mercados financieros son tan numerosas como las limusinas negras que se trasladan por Washington durante la reunión anual del Banco Mundial y el FMI.
Entre otras se propone la transparencia de las cuentas públicas y privadas y un nuevo regulador de las finanzas mundiales, creado a partir del FMI, el Banco Mundial y el Banco de Ajustes Internacionales.
Los funcionarios no se ponen de acuerdo sobre las reformas de largo plazo y las medidas para combatir a la crisis actual.
El consenso de que la deflación es una amenaza mayor que la inflación, por ejemplo, no persuadió a Alemania de rebajar las tasas de interés como parte de un esfuerzo concertado para impulsar a la economía mundial.
La tensión política existente entre las diversas agrupaciones internacionales que están reunidas en Washington contribuyó a la falta de consenso.
Integrantes del Grupo de 24 países en desarrollo expresaron su inquietud ante el nuevo G-22, que existe fuera del sistema multilateral establecido. "Está creando una situación divisiva y parece antidemocrática", dijo un alto funcionario.
También hubo asperezas entre los miembros del G-7, que también se reunieron durante el fin de semana. Las propuestas estadounidenses compiten con las de Alemania y Francia, que proponen fortalecer a los comités políticos del FMI y el Banco Mundial y, según analistas, tiene el fin de contrarrestar el dominio de Washington en ambas instituciones.
Clinton recordó el lunes que las discusiones sobre la reforma del sistema financiero internacional datan de la cumbre del G-7, celebrada en 1994 en Nápoles. "Parece que hace un siglo cuando se piensa en lo rápido que cambió el mundo desde entonces", dijo. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/aq/if/98