Ocho países de América Latina se encuentran entre 18 naciones donde es mayor el número de niñas que niños matriculados en las escuelas, a diferencia de lo que ocurre en otras partes del mundo, según un estudio sobre la matrícula escolar diferenciada por géneros en 132 estados.
Argentina, Colombia, República Dominicana, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Uruguay y Venezuela son los países latinoamericanos con brecha de género "inversa", según el informe "Educando a las Niñas: Brechas y Avances en el Género" publicado el domingo 18 por la organización Population Action International (PAI).
Los 10 restantes son Armenia, Azerbaiján, Kirgistán, Lesotho, Líbano, Mongolia, Portugal, Federación Rusa, Sri Lanka y Sudáfrica.
En general, la disparidad de género -cuando hay más niños y adolescentes varones que niñas y adolescentes mujeres en la enseñanza- es muy alta en 19 de los 132 países de más de dos millones de habitantes cubiertos por el estudio de PAI, que abarcó el lapso entre 1985 y 1995.
Así mismo, 32 países tienen brechas de género moderadas, 63 no tienen disparidad y 18 tienen brechas inversas, donde hay más niñas que niños en la escuela.
Ayesha vive en Pakistán, donde la mayoría de los varones, pero menos de la mitad de las niñas asisten a la escuela primaria. Ella "es poco común porque va a la escuela en una sociedad donde la mayoría de las niñas no pueden hacerlo", dijo Shanti Conly, de PAI.
De haber nacido en Afganistán, Ayesha sería un caso más raro aún, ya que en ese país es donde más aumentó entre 1985 y 1995 la diferencia en el porcentaje de niños y niñas que asisten a la escuela, según el informe.
Eso fue antes de que el régimen fundamentalista islámico de Talibán prohibiera a las niñas asistir a la escuela. "Ahora Afganistán tendría por lejos la mayor brecha de género en la educación, ya que no hay niñas inscritas en las escuelas", explicó Conly.
"Más educación significa mejores oportunidades de ingreso y más poder en las relaciones familiares", lo que significa "más opciones en las vidas productivas y reproductivas de las niñas u adolescentes", dijo la presidenta de PAI, Amy Coen.
"Tras seis o siete años de enseñanza, es mucho menos probable que una joven se convierta en madre adolescente o que viva en la pobreza", sostuvo Conly.
El informe demuestra que existe cierta relación entre la educación y el embarazo adolescente. Los 10 países con mayor porcentaje de alumnas matriculadas en la enseñanza secundaria tienen una tasa de embarazos adolescentes entre siete y 35 por cada 1.000 jóvenes.
Pero los 10 países con mayores tasas de nacimiento de madres adolescentes (entre 173 y 241 por 1.000), todos en Africa, tienen matrículas femeninas menores al 20 por ciento.
Los peores casos ocurren en Níger y Chad, donde sólo cuatro por ciento de las muchachas asisten a la escuela secundaria y donde hay 219 y 192 nacimientos por cada 1.000 jóvenes entre 15 y 19 años, según el informe.
La relación entre la matrícula escolar y los embarazos adolescentes "'es aun más fuerte dentro de los países. En Togo es 17 veces más probable que las jóvenes que nunca recibieron educación formal tengan un hijo durante la adolescencia, comparado con las que recibieron 10 o más años de enseñanza", aseguró Coen.
En los 51 países que tienen una importante brecha de género, había en 1995 unos 75 millones de adolescentes mujeres menos que varones en la población escolar estimada en 600 millones, señala el estudio.
"Si la matrícula masculina sigue constante", prevé el informe, entonces la brecha de género en estos países se ampliará "a 127 millones de niñas menos que niños en el 2005, como resultado del crecimiento demográfico".
El estudio estima que en 1995 se tendrían que haber invertido 5.800 millones de dólares adicionales para igualar la matrícula primaria y secundaria de niños y niñas en los 51 países. Si se asume que el gasto por alumno es constante, el costo aumentaría a 9.500 millones de dólares en el 2005, agrega.
En todo el mundo, hay 94 niñas matriculadas en la escuela primaria por cada 100 niñas entre seis y 11 años de edad, comparado con 105 niños por cada 100 (la cifra puede exceder el 100 porque las matrículas escolares incluyen a niños fuera del grupo de edad).
En el nivel secundario, entre 12 y 17 años, la matrícula es de 53 por cada 100 niñas y de 63 por cada 100 niños.
Pero las diferencias de género varían de región en región. La brecha es mucho mayor y la matrícula femenina es mucho menor en Asia meridional, Medio Oriente, Africa septentrional y subsahariana, aunque algunos países de estas regiones tuvieron avances espectaculares en la década abarcada por el estudio.
La mayor brecha se encuentra en Yemen, con matrículas en la enseñanza primaria de 113 niños y 45 niñas por cada 100 en 1995. En la enseñanza secundaria hay 36 niños y ocho niñas matriculados por cada 100 niños y niñas.
En América Latina y Africa subsahariana, cada vez más jóvenes solteras abandonan la escuela secundaria al embarazarse, en parte porque las reglas escolares exigen la expulsión de las alumnas encinta, señaló el informe de PAI.
Para aumentar la matrícula femenina en las escuelas, las autoridades deben contratar más maestras, reducir el costo de la educación, educar a los padres sobre la importancia de la enseñanza para sus hijas, mejorar la calidad de la enseñanza e impedir los embarazos adolescentes mediante educación sexual, recomienda PAI.(FIN/IPS/tra-en/kb/mk/aq/ed/98