Un sentimiento de entusiasmo y alivio se sintió hoy en el Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia de Ecuador, al conocerse el fin del conflicto que este país mantiene hace más de cincuenta años con Perú.
Pero hay también ciudadanos ecuatorianos tristes y avergonzados por haber perdido en la mesa de negociación los territorios en la cordillera del Cóndor que se ganaron en la guerra de 1995.
Sin embargo, el sentimiento general es de alivio por haber encontrado una solución que zanja finalmente el conflicto, y empezar una nueva era en la relación entre países que aspiran a mejorar sus condiciones de vida.
El fallo elaborado por Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, países garantes del tratado limítrofe de 1942, fue hecho público este jueves a pasadas las 10 horas de Quito (15 GMT) por el presidente Jamil Mahuad, desde el Palacio de Carondelet.
Pitos, palmas y gritos de emoción se escucharon en las calles de Quito, donde los habitantes estaban pendientes de televisoras y radios portátiles.
El elemento de regocijo para Ecuador fue que el simbólico enclave de Tiwinza será propiedad perpetua del país, aunque quedará dentro de territorio de soberanía peruana.
Ex presidentes, representantes gremiales, de mujeres y de la sociedad civil acompañaron a Mahuad en el Palacio de Carondelet en el momento de recibir el fallo.
Los sectores sociales fueron actores importantes en la afirmación de la voluntad de paz ecuatoriana y en la ratificación por parte del parlamento de la obligatoriedad del fallo de los garantes. Estos mismos sectores se pronuncian hoy con alivio y esperanza en un mejor futuro para ambos países.
Sectores allegados a las autoridades militares señalaron que a Ecuador le correspondía la soberanía de una zona más amplia, conocida por la "oreja del Cenepa", que los negociadores ecuatorianos defendían y que el fallo entrega al Perú.
Sin embargo, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas declaró que acatará el fallo sin inconveniente.
El ex presidente Oswaldo Hurtado dijo que no se había hecho ilusiones en torno al Alto Cenepa, y calificó de ingeniosa la solución encontrada por los países garantes para Tiwinza.
Otros ex presidentes manifestaron su desacuerdo con la decisión. Rodrigo Borja dijo que la paz se ha conseguido con un nuevo sacrificio territorial del Ecuador y León Febres Cordero dijo que "esto no es paz con dignidad".
"Es como que se nos hubiera permitido comprar un apartamento que ya teníamos en Lima", dijo.
Gustavo Pinto, presidente de la Cámara de Industriales de Pichincha, recalcó este viernes los beneficios que traerá la paz, sobre todo para los territorios fronterizos largamente postergados, que recibirán inversiones para producción, infraestructura y aspectos sociales.
Magdalena Adoum, fundadora de la Red de Mujeres en Comunicación, opinó que este es el comienzo de "una nueva historia". "Nosotros sabemos que de lado y lado de la frontera, tenemos un enemigo común de los dos pueblos que es el hambre", dijo a IPS.
Adoum declaró que las organizaciones de mujeres ecuatorianas están "decididas a organizar el optimismo en esta construcción de la identidad y hacia el bien común", por lo que crearon junto con gremios y grupos juveniles la comisión "Juntos por la paz", que organizará acciones educativas en ese sentido.
Representantes de los ex combatientes opinaron que habrían preferido que Tiwinza hubiera quedado completamente dentro de la soberanía ecuatoriana, pero dijeron que aceptarán la decisión de las autoridades, conscientes de que defendieron bien la dignidad del país.
El miembro de la Comisión Anticorrupción y ex ministro de Educación Claudio Malo dijo a IPS que la actitud de los garantes fue positiva al dejar la propiedad de Tiwinza al Ecuador, ya que satisface el aspecto emocional y simbólico.
Malo fue enfático en afirmar que el fallo que fue solicitado a terceros por los dos países es obligatorio y deberá ser aceptado por ambos.
El ex funcionario declaró que el Ecuador deberá corregir su tratamiento del problema territorial en el aspecto educativo. Como estudioso del derecho territorial y ex profesor de esta materia, consideró que "no hace bien a nadie el enseñar a base de puntos de vista parcializados".
En su opinión, Ecuador se equivocó al proyectar la enseñanza en términos unilaterales y con una carga emocional enorme.
Roberto Troya, presidente del Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental y ex director de la fundación Natura, expresó a IPS su complacencia por la adopción de la alternativa de los parques fronterizos.
La idea, lanzada por Natura en 1982, es similar a la de más de 70 parques binacionales fronterizos existentes en el mundo, la mayoría experiencias exitosas.
Troya explicó que la zona es considerada por los científicos un área de pleistoceno que no se llegó a congelar en la última glaciación, por lo que acumuló gran cantidad de especies.
"El pleistoceno del Marañon es de las zonas megadirversas de la Tierra. Esta solución, desde el punto de vista de la conservacion, tiene gran sentido. Además de ser un símbolo de la paz de los dos países, tiene mucha importancia hacer el trabajo de conservación que esto implica", declaró.
Añadió que una de las preocupaciones de conservacionistas es la presencia de minas en la zona, y que el primer paso deberá ser un proceso conjunto de desactivación. (FIN/IPS/gm/mj/ip/98