ECUADOR-PERU: Clinton recibirá este viernes a Mahuad y Fujimori

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, recibirá este viernes en Washington a sus pares Jamil Mahuad, de Ecuador, y Alberto Fujimori, de Perú, para acelerar el proceso de paz entre ambos países, enfrentados por un diferendo fronterizo.

Mahuad y Fujimori firmaron este jueves, tras una reunión en Brasilia con el presidente Fernando Henrique Cardoso, una carta en que la que piden a los cuatro países garantes del tratado limítrofe de 1942 una mediación efectiva que defina una solución al diferendo.

Las conversaciones tomaron un nuevo impulso por la intervención directa desde agosto de los presidentes de Ecuador y Perú en las negociaciones que se desarrollan desde 1995 para resolver el litigio fronterizo que originó dos guerras en los últimos 17 años.

Pero en los últimos días hubo un bloqueo en torno al puesto fronterizo de Tiwinza, cuya soberanía es considerada irrenunciable por los dos países.

En la última guerra, ocurrida a comienzos de 1995, Ecuador se apostó en Tiwinza y sufrió numerosas bajas en defensa del lugar.

Bertha García, coordinadora del núcleo ecuatoriano del Grupo de Maryland, creado para discutir el problema territorial entre personalidades de los dos países, calificó las reuniones presidenciales de muy importantes y sostuvo que los garantes deberían, eventualmente, tomar una decisión.

El proceso de negociación empujó a esta situación, y no la voluntad de los dos presidentes, dijo García a IPS. "Ahora han pedido la mediación de los garantes, figura importante y novedosa, que es presentada como de carácter obligatorio" en negociaciones posteriores, explicó.

El Protocolo de Río de Janeiro, firmado en 1942, fue aceptado como marco del proceso de negociaciones en una reunión sostenida en Santiago de Chile en octubre de 1996, en la que participaron Ecuador, Perú y los países garantes (Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos).

El Protocolo entiende que, ante cualquier duda o desacuerdo que surgiera sobre su ejecución, la resolución correspondería a Ecuador y Perú, lo cual limitaba la acción de los garantes para mediar.

Pero, según lo decidido en Santiago, "los países garantes propondrán los procedimientos más adecuados para la solución definitiva de los puntos que las partes no lograron dirimir de forma directa".

"El conflicto tuvo varias fases. La militar, en 1995, abrió el actual proceso. Luego, se pasó a la fase diplomática, que tuvo diversos elementos muy novedosos dentro de los procesos de negociación fronterizos en América Latina", explicó García.

"Luego se produjo la reunión de Santiago en 1996, en la que se decidió seguir por la negociación por la vía del Protocolo de Río, buscando diversas alternativas", agregó.

"Ahora se pasó a la fase política. Desde el comienzo se previó que los medios diplomáticos tendrían limitaciones y que haría falta una decisión de tipo político", concluyó.

Pero incluso la fase política presentó dificultades. "Los presidentes en este momento están afrontando presiones de sus pueblos, en Perú en especial los procedentes de las Fuerzas Armadas y de la diplomacia. La Cancillería peruana parece no aceptar la fase política", según García.

El canciller peruano Eduardo Ferrero renunció la semana pasada de forma sorpresiva, mientras Fujimori viajaba a Washington para reunirse con Mahuad, lo que afectó las conversaciones entre ambos mandatarios.

La renuncia de Ferrero, seguida casi de inmediato por la del vicecanciller Hugo Palma, fue interpretada por algunos analistas como señal de desacuerdo de los cuadros diplomáticos con la línea de la negociación de paz.

Esas renuncias indican una crítica al estilo de negociación de Fujimori, quien expresó en Washington que él y Mahuad optaron por una gestión "directa y presidencial porque no parecía haber salidas posibles a nivel de cancillerías".

García añadió que Ecuador y Perú comparten la preocupación por un supuesto "entreguismo". "Para ellos y nosotros, dejar Tiwinza es un símbolo enorme", explicó. Sin embargo, "es el momento de tomar una decisión, porque después la posición de Fujimori puede ser más problemática", añadió.

García recalcó que Ecuador presenta diversas opiniones en torno a la negociación. En medios intelectuales se teme que la falta de apoyo de la población a una decisión presidencial o arbitrio de los garantes podría traducirse en el futuro en un descontento fácilmente explotable por líderes populistas.

Incluso se teme que el Congreso no ratifique el acuerdo, si sale de ciertos parámetros. El diputado Oswaldo Molestina advirtió que votaría en contra si se ceden "territorios no cuestionados por Perú antes de 1995", en alusión a Tiwinza.

Dos diputados del partido Izquierda Democrática y militares retirados, Paco Moncayo y René Yandún, insisten en que Ecuador no debe ceder Tiwinza. Yandún pone por delante "la patria y el honor" a "la superación y el desarrollo".

El ex presidente León Febres Cordero, citado por El Comercio, señaló que "Tiwintza fue, es y será siempre ecuatoriano". Otro ex presidente, Sixto Durán Ballén, dijo que la pérdida del enclave sería para él "un golpe muy duro". (FIN/IPS/gm/mj/ip/98

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