El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) patrocinará en Cuba, con apoyo de Italia, un proyecto de desarrollo humano a nivel local para mejorar las condiciones de vida en este país socialista.
La iniciativa, presentada como parte de las acciones por el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, celebrado el viernes, pretende fomentar la cooperación para el potenciamiento de las capacidades locales y la solución participativa de problemas sociales.
Esas dos condiciones deben conducir al reforzamiento de los servicios de base, al manejo sostenible del ambiente y a una mejoría en las condiciones de vida en Cuba, deterioradas por una crisis económica que se arrastra desde hace ocho años.
El coordinador residente de la Oganización de las Naciones Unidas (ONU) y representante del PNUD en La Habana, Ariel Francais, dijo que el programa se inserta en "los esfuerzos globales contra la pobreza" del foro mundial.
En el caso específico de Cuba, se "pretende prevenir ese flagelo y preservar los logros y la equidad alcanzadas en el país, amenazados por la crisis económica", explicó Francais.
La presentación oficial del programa tuvo lugar ante representantes de las agencias de la ONU, del gobierno de Cuba y del cuerpo diplómatico acreditado en La Habana.
Francais parte de reconocer los logros sociales alcanzados por el gobierno de Fidel Castro y promueve proyectos para fortalecer esas conquistas y evitar su retroceso.
Para los representantes de la ONU en la isla, es necesario preservar los índices alcanzados en materia de salud reproductiva y de potencialización de la mujer y el acceso masivo a la salud y a la educación.
El nuevo programa de desarrollo humano alcanzará en una primera etapa a la población del municipio La Habana Vieja, y a las provincias de Pinar del Río y Granma, a 176 y 842 kilómetros de la capital, respectivamente.
Según el Anuario Demográfico, publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas, a fines de 1997 vivían 724.402 personas en Pinar del Río y 821.493 en Granma, dos regiones consideradas históricamente entre las más pobres de la isla.
Mientras, en el casco histórico de La Habana habitaban 70.658 personas en 1996, la mayoría en viviendas en mal estado, de acuerdo con un censo de población realizado a instancias de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Giovanni Camilliari, asesor técnico principal del programa anunciado, informó éste se basará en iniciativas estratégicas de impacto local y estructurará la cooperación con los planes de desarrollo en curso.
"Aunque (el programa) comienza inicialmente con un aporte del gobierno italiano por 1,7 millones de dólares, tiene un amplio campo de financiamiento en la cooperación descentralizada, a cargo de regiones y ciudades italianas y de otros países", señaló el PNUD.
Francais considera necesaria la incorporación de otros países miembros de la Unión Europea a "esta novedosa modalidad de cooperación", que da seguimiento al plan de acción de la Cumbre Social realizada en Copenhague en 1995.
Por su parte, el embajador de Italia en Cuba, Giuseppe Moscato, dijo que este "nuevo paradigma de cooperación internacional" contribuirá a valorar los sectores de excelencia de la isla, que serán "un laboratorio táctico de desarrollo humano".
La iniciativa se suma a una larga lista de proyectos financiados o auspiciados por el PNUD en Cuba, localizados en sectores como el forestal, la energía, la protección de la biodiversidad y la biotecnología.
El PNUD anunció el 17 de julio un cambio cualitativo en su asistencia a la isla, con la aprobación de una ayuda directa de 300.000 dólares al gubernamental programa nacional de biotecnología.
La creación de ese fondo, que está destinado a la comercialización de productos cubanos, cerró un círculo de colaboración que incluyó proyectos de formación de personal, la apertura de centros de investogación y producción y el desarrollo de productos biotecnológicos.
El viceministro de Inversión Extranjera y Colaboración Económica, Raúl Taladrid, aseguró que esta nueva modalidad de cooperación interregional y local "no suple la tradicional asistencia al desarrollo".
"Las experiencias que surjan del programa de desarrollo humano a nivel local en Cuba pueden ser útiles en modalidades de cooperación regional con otros países caribeños", dijo Taladrid. (FIN/IPS/da/ff/dv/98