Cuba se considera preparada para sobrellevar los efectos de una crisis financiera mundial, calificada por expertos de la isla de "gran problema para el sistema capitalista".
"Estamos sumamente preparados en todos los sentidos, el organizativo, de cohesión interna e inclusive en cuanto a la comprensión de lo que está pasando y puede suceder", declaró el economista Osvaldo Martínez ante la televisión.
Martínez, que preside la comisión económica de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), admitió que la isla sentiría el impacto de la recesión, que, empero, sería menos duro que para otros países.
El experto conjeturó que ya existen razones para pensar en una "precrisis" económica internacional y que el "crack" sobrevendrá, aunque es difícil precisar cuándo y dónde comenzará.
Los efectos inmediatos serán el descenso del comercio y de las inversiones y Cuba no podrá evitar sentir el impacto, según reconoció Martínez, también director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.
Luego de recordar que en idioma chino la palabra crisis es un ideograma compuesto por los conceptos de problema y oportunidad, el economista cubano dijo que una recesión internacional puede traer ambas cosas.
La crisis es un problema, pero no sólo para Cuba, pues es un gran problema para el sistema capitalista, puntualizó.
En su opinión, una crisis mundial en un mundo "polarizado, excluyente y depredador como éste" puede ser también "una gran oportunidad" para la transformación del sistema, si las fuerzas políticas saben aprovechar la coyuntura.
Como un objetivo "más modesto", Martínez afirmó que la recesión mundial que se gesta en las entrañas del sistema puede provocar "una crisis total de la política neoliberal, un cambio del actual orden económico internacional".
En ese nuevo contexto, Cuba tendría "un espacio de maniobra un poco mejor que el que tenemos ahora, en medio de este neoliberalismo predominante a escala mundial", comentó Martínez en el programa televisivo Agenda Abierta, transmitido el martes a la noche.
"Por eso creo que el fenómeno tenemos que verlo en ese doble aspecto de problema y oportunidades y no olvidar que estamos mejor preparados que nadie", añadió.
Martínez ironizó en torno a "la enorme diferencia" entre el capitalismo actual "lleno de incertidumbre" y aquel de hace seis o siete años, "que pretendía haber puesto fin a la historia y liquidado completamente al socialismo real".
"La demostración de que la crisis vuelve a manifestarse con toda fuerza sobre el sistema capitalista echa por tierra la arrogancia de hace apenas unos años atrás, cuando el derrumbe del campo socialista", comentó.
Martínez dijo que la incertidumbre del mundo capitalista es tanta, que se está responsabilizando de la situación al Fondo Monetario Internacional (FMI), hasta hace unos meses "sacrosanta institución encargada de frenar cualquier tendencia a la crisis".
"Desde luego, el FMI merece todo tipo de críticas y condenas, pero sería demasiado decir que ha creado esta crisis. A la crisis la ha creado el sistema capitalista", subrayó.
La caída del socialismo europeo y el derrumbe de la Unión Soviética, su mayor socio comercial, trajo para Cuba una compleja y difícil situación económica, que entre 1989 y 1993 se tradujo en un descenso del producto interno bruto (PIB) de alrededor de 35 por ciento.
Según las autoridades, la política adoptada para enfrentar la recesión interna llevó a que la economía dejara de caer y ya en 1995 se experimentara un crecimiento de 2,5 por ciento. La perspectiva para 1998 es lograr un aumento del PIB similar, no superior a 3,5 por ciento.
Dentro de su estrategia para enfrentar sus dificultades, la isla se abrió a la inversión extranjera y debió reestructurar su comercio exterior, 85 por ciento concentrado en la hoy disuelta Unión Soviética y demás países socialistas hasta los años 80.
Según informes oficiales, en la isla se encuentran radicados hoy capitales de 40 países. Los mayores inversionistas son Canadá, España e Italia, seguidos de cerca por Gran Bretaña, Francia, Holanda y México.
La relación comercial de la isla con los países asiáticos no es significativa, excepto con China, que hasta el momento no fue sido alcanzada por la crisis que afecta desde hace un tiempo a esa región.
Sin embargo, expertos cubanos coinciden en que la crisis del sudeste asiático tendrá incidencia, especialmente en la caída de los precios en el mercado internacional de los productos de exportación del país. (FIN/IPS/pg/mj/if/98
