El gobierno de Colombia llamó hoy a un diálogo serio y responsable a los trabajadores del Estado que realizan un paro indefinido y reclamó que reconsideren sus peticiones.
El mensaje fue enviado a las directivas de las tres centrales sindicales del país y la Federación de Trabajadores del Estado (Fenaltrase) por los ministros Néstor Martínez, del Interior, Juan Restrepo, de Hacienda, y Hernando Yépez, de Trabajo.
Los ministros advirtieron a los sindicalistas que el pliego de peticiones de 89 puntos que presentaron le costaría al Estado 3.800 millones de dólares y para generar esos recursos se requiriría aumentar el impuesto al valor agregado de 16 a 30 por ciento.
Las peticiones llevarían, además, a paralizar la inversión durante 1999 y el desempleo, que está actualmente en cerca de 15 por ciento, se elevaría a 17 por ciento.
Los cerca de 800.000 trabajadores del sector estatal afiliados a Fenaltrase completaron este sábado 11 días de paro indefinido en protesta por el plan de ajuste fiscal del gobierno, que le representará una caída salarial de cuatro puntos, despidos a causa de los planes de privatización y mayores impuestos.
Fenaltrase expresó que el documento contiene peticiones "que buscan mantener la calidad de vida de los trabajadores del sector, evitar el avance de la política de privatizaciones y el cumplimiento de acuerdos firmados con el gobierno".
Los ministros advirtieron a los sindicatos que el gobierno espera propuestas viables en aquellos puntos en que es posible dialogar y reiteraron que el aumento salarial para 1999 será de 14 por ciento, con una inflación proyectada de 18 por ciento.
Pero el Comando Nacional de Paro, gue integran Fenaltrase, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General de Trabajadores democráticos (CGTD) y la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), rechazó el llamado por considerar que el gobierno mantiene una posición intransigente.
Los trabajadores, que el lunes pasado realizaron marchas en las principales ciudades y una "Toma de Bogotá" en la que participaron cerca de 200.000 manifestantes, anunciaron nuevas movilizaciones a partir del martes próximo.
Así mismo, un sector de empleados de los bancos privados anunció su intención de sumarse a las protestas, con asambleas que afectarían el servicio.
El presidente de la Asociación Colombiana de Empleados Bancarios (ACEB), Luis Sánchez, dijo que el presidente Andrés Pastrana aspira con un mayor presupuesto, pero "sobre la base de sacrificar los salarios de los tratabajadores y de establecer nuevos impuestos y más privatizaciones".
La ACEB responsabilizó a Estados Unidos "y a los gobiernos que han seguido las recetas del Fondo Monetario Internacional, del creciente déficit (de cerca de cuatro por ciento del producto interno bruto) que afrontan paises como Colombia"
Las posiciones de los trabajadores y el gobierno se distanciaron más desde el viernes pasado, cuando Pastrana declaró que no cedería ante las presiones de los sindicalistas.
El mandatario dijo al viajar a Oporto (Portugal) para asistir a la Cumbre Iberoamericana, que las exigencias de los trabajadores estatales no serán aceptadas, pese al costo político que esto implique para su gobierno.
La declaración de Pastrana "separa aún más la posibilidad de un diálogo entre el gobierno y los trabajadores", dijo a IPS el presidente de la CUT, Luis Garzón.
Los trabajadores "no pueden entender que el gobierno se niegue a discutir un pliego que está pidiendo el cumplimiento de acuerdos anteriores", mientras está dispuesto a discutir con la guerrilla, que pide cambios económicos profundos, afirmó.
El presidente de la CGTD, Julio Gómez, aseguró que el mantadario está utilizando "un lenguaje de los (años) 70 para responder a los trabajadores". (FIN/IPS/yf/ag/ip/98