La gobernante Concertación por la Democracia reiteró hoy en Chile su compromiso de realizar elecciones primarias para escoger un candidato presidencial único, pese a no contar con una ley que legitime ese mecanismo.
El proyecto para establecer por ley los comicios internos en los pactos políticos fue declarado inconstitucional este martes por requerimiento de la oposición derechista, paralizándose así su tramitación en el Senado.
El fallo del Tribunal Constitucional, un organismo creado por la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), dejó a la coalición oficialista sin un instrumento legal para dirimir la pugna entre los precandidatos Ricardo Lagos y Andrés Zaldívar.
Lagos, favorito hasta ahora en las encuestas, representa al ala izquierda de la Concertación, de los partidos Socialista (PS) y Por la Democracia (PPD), en tanto Zaldívar es el abanderado del Partido Demócrata Cristiano (PDC), del actual presidente Eduardo Frei.
El lunes, al conmemorarse el décimo aniversario de la derrota de Pinochet en el plebiscito de 1988, Frei exhortó a la coalición oficialista a llevar un candidato único "con o sin primarias legales".
El mandatario se adelantó así al fallo del tribunal, que al desautorizar el proyecto no sorprendió al mundo político, aunque desagradó a los partidos oficialistas y al gobierno, que expresó de inmediato que acata la resolución.
Los líderes del eje PS-PPD, del PDC y del Partido Radical Socialdemórata (PRSD), cuarto miembro de la coalición oficialista, estudian ahora fórmulas alternativas tras el rechazo de la ley por cuatro votos a uno en el Tribunal Constitucional.
El organismo, caracterizado como una suerte de "suprapoder" en resguardo de la institucionalidad heredada de la dictadura, dictaminó que las elecciones internas no constituyen votaciones populares.
En este sentido, cuestionó el proyecto que Frei envió en septiembre al Congreso legislativo y que preveía que las primarias se realizaran bajo la supervisión del Servicio Electoral y con el uso de su estructura, lo cual involucraba fondos públicos.
Las "primarias legales", como se las denominaba, fueron aprobadas por la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados, ante lo cual parlamentarios de la oposición derechista interpusieron el recurso ante el Tribunal Constitucional.
El 23 de mayo, los presidentes del PDC, Enrique Krauss, el PS, Camilo Escalona, el PPD, Sergio Bitar, y del PRSD, Anselmo Sule, suscribieron un compromiso para elegir un candidato único del oficialismo para los comicios de diciembre de 1999.
En ese mismo compromiso, los líderes oficialistas acordaron que si fracasaba el proyecto para legalizar las primarias, escogerían su candidato a través del voto en "primarias convencionales abiertas".
Ahora, la Concertación debe materializar ese propósito en un mecanismo que dé garantías de transparencia a todos sus integrantes y que al mismo tiempo facilite una amplia participación de los electores.
El propósito del conglomerado es que en las primarias no voten sólo los militantes de los partidos, sino también los simpatizantes e incluso quienes se declaren independientes pero adhieran a la coalición.
En medios periodísticos se dijo que el fallo del Tribunal Constitucional favorece al PDC, el partido mayoritario del país, que cuenta con recursos y estructuras para movilizar a sus seguidores en una elección aún sin contar con fondos públicos.
En la oposición derechista, el alcalde Joaquín Lavín, abanderado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), se declara contra las primarias.
El Partido Renovación Nacional (PRN), la otra colectividad de derecha, tiene, al igual que el PDC, una estructura más consolidada, pero su candidato, Sebastián Piñera, es aventajado ampliamente en las encuestas por Lavín.
El cuadro de precandidatos presidenciales se completa con la secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín, única postulante hasta ahora de la llamada izquierda extraparlamentaria.
Es muy probable que grupos ambientalistas, indígenas y otras expresiones de la sociedad civil levanten una candidatura alternativa, tal como lo hicieron en 1993 con el economista Manfred Max-Neef.
Es un hecho que la elección presidencial de diciembre de 1999 será disputada por la actual coalición gobernante y la oposición derechista, de acuerdo con las tendencias políticas ratificadas en los comicios legislativos de diciembre de 1997.
La ley prevé la realización de una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados si ningún postulante alcanza mayoría absoluta en la primera vuelta de las presidenciales, y de ahí el afán del oficialismo por llevar un abanderado común.
En las elecciones de 1989, previas al restablecimiento de la democracia, Patricio Aylwin, del PDC, triunfó con 53 por ciento de los votos como candidato de la Concertación por la Democracia.
En 1993 triunfó Frei, también del PDC, con 58 por ciento de los sufragios, luego de derrotar a Lagos en primarias convencionales abiertas en las que votaron 385.000 personas. (FIN/IPS/ggr/mj/ip/98