Gran Bretaña podría entregar a España, para ser juzgado por crímenes de lesa humanidad, al ex dictador chileno general Augusto Pinochet, quien se encuentra bajo arresto preventivo en esta capital desde el viernes.
Portavoces de la cancillería de Gran Bretaña y de la policía Scotland Yard dijeron este sábado a IPS que el arresto de Pinochet compete únicamente a la justicia.
"Este es un asunto para la policía y los jueces. Es un asunto judicial y no político. No tenemos relación alguna con él", dijo un portavoz de la cancillería.
Los voceros agregaron que la detención, efectuada a últimas horas del viernes, se realizó en cumplimiento de órdenes judiciales españolas.
El ex presidente de Chile, general Augusto Pinochet, está detenido en esta ciudad, bajo custodia de la policía de Gran Bretaña, después de que el sistema judicial español solicitara su arresto.
Los jueces españoles Baltasar Garzón y Manuel García Castellón quieren interrogar al senador chileno de 82 años, a quien se atribuye la responsabilidad del asesinato de ciudadanos españoles en Chile, entre 1973 y 1990, período en que gobernó como dictador.
Scotland Yard se negó a revelar el sitio en que Pinochet está detenido, y dijo que no hay una fecha para su aparición ante los magistrados británicos. Pinochet convalece en una clínica tras una operación de una hernia lumbar el 9 de octubre.
Antes de la detención, España había enviado dos solicitudes separadas pidiendo la cooperación judicial británica.
El martes el juez español García Catellón, que investiga las muertes de españoles en Chile durante el régimen de Pinochet, solicitó permiso para entrevistar al general.
Un día después, el juez Garzón pidió formalmente a Gran Bretaña la detención de Pinochet. Los jueces afirman que Pinochet supervisó crímenes de genocidio, terrorismo y tortura durante su gobierno en Chile.
Según los medios españoles, Garzón irá a la corte el lunes para hacer representaciones legales en su caso, para lograr la extradición de Pinochet.
Garzón dijo a los medios españoles que la orden de extradición se basará en derechos otorgados por la Convención Europea sobre Terrorismo, la cual obliga a los países firmantes a colaborar entre sí en asuntos relacionados al terrorismo, dijo Garzón a los medios españoles.
El juez español también quiere interrogar a Pinochet sobre su supuesta participación en el llamado Operativo Cóndor, en el cual los regímenes militares de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay realizaron campañas conjuntas contra izquierdistas, incluyendo asesinatos.
Si la corte española lo aprueba, las cortes británicas tendrán la libertad de escuchar argumentos a favor y en contra del cumplimiento de la orden de extradición.
No resulta claro si Pinochet puede ser detenido o forzado a brindar evidencias. El embajador chileno en Londres, Mario Artaza, dijo a la cadena británica BBC que cree que Pinochet tiene inmunidad diplomática en su carácter de senador.
La cancillería chilena protestó formalmente este sábado ante el gobierno británico por la detención.
Pinochet no puede ser juzgado en Chile, tras haber asumido a comienzos de este año como senador vitalicio en su país. El rango y título fueron especialmente incluidos en la constitución chilena por Pinochet, y le otorgan inmunidad ante la justicia del país sudamericano.
Miles murieron cuando Pinochet asumió el poder en 1973, entre ellos el presidente democrático, Salvador Allende. Pinochet impuso un régimen autoritario de derecha, prohibiendo los partidos políticos y clausurando el parlamento, con toques de queda nocturnos y restricciones a la prensa.
Decenas de miles de personas huyeron de Chile por temor de los escuadrones militares, y cientos fueron asesinadas o "desaparecidas" durante los 17 años de dictadura.
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional fue uno entre varios grupos que demandó a las autoridades británicas que permitan a los investigadores españoles interrogar a Pinochet.
Ann Clwyd, presidenta del Grupo Parlamentario de Derechos Humanos de Gran Bretaña, escribió al canciller británico, Robin Cook, exigiendo que se tomaran medidas.
El parlamentario laborista británico Jeremy Corbyn, defensor de los derechos humanos, consideró positiva la detención. "Será la primera vez que este macabro dictador enfrenta preguntas. Es uno de los mayores asesinos de este siglo", sostuvo.
Corbyn dijo que, aunque Pinochet tiene un pasaporte diplomático y es jefe de las fuerzas armadas en su país, esto no le otorgará estatuto diplomático en Gran Bretaña, ni lo hará inmune al arresto.
El ex presidente es un visitante frecuente a Gran Bretaña, al que consideró "el lugar ideal para vivir" en una reciente entrevista con la revista New Yorker. Pinochet es admirador de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, a quien, afirma, le envía flores, aunque ella nunca lo invitó a tomar el té.
Chilenos en Londres, muchos de los cuales manifestaron frente al hospital en el que se encontraría el ex presidente se recuperaba, celebraron la detención.
"Me alegré de escuchar la noticia, me alegra saber que se hará justicia y que Pinochet deberá responder a las familias de los desaparecidos y ante la justicia", dijo Carlos Reyes, presidente del grupo con sede en Londres Chile Democrático.
"Debo confesar que no creí que Pinochet pudiera ser arrestado en este país", dijo Reyes, fotoperiodista y ex miembro del Partido Socialista chileno, quien fue torturado mientras estuvo encarcelado durante nueve meses en 1973.
"Quiero felicitar al gobierno británico por la comprensión que ha demostrado, y espero que verá el proceso llegar a su fin", dijo este sábado Reyes.
Juan Alcina, uno de los españoles cuya muerte es mencionada en la citación de Garzón, era amigo de Reyes. Alcina fue detenido y torturado hasta la muerte, y su cuerpo arrojado a un río en 1973.
En un artículo para el diario Guardian, de Londres, antes de la detención del Pinochet, Hugh O'Shaughnessy, periodista y presidente de la organización no gubernamental de ayuda Latin America Bureau, describió al ex dictador como "un terrorista extranjero en nuestra niebla".
Los hechos que demuestran su culpabilidad están claros, añadió, y a menudo Pinochet "se ha jactado de ellos".
Con una orden de España para su arresto, sostuvo O'Shaughnessy, Gran Bretaña está obligada internacionalmente -bajo por los términos del Artículo 6 de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratamientos o Castigos Crueles, Inhumanos o Degradantes-, a arrestarlo y enviarlo ante la justicia. (FIN/IPS/tra-en/dc/dds/rj/lp/ip hd/98