La tradicional disputa interna en el Partido Demócrata Cristiano (PDC) de Chile entre "guatones" (conservadores) y "chascones" (progresistas) afloró otra vez con el caso Pinochet, acarreando divisiones que alcanzan también a la coalición de gobierno.
La Juventud Demócrata Cristiana, tradicional bastión de los "chascones", pidió este martes al gobierno del presidente Eduardo Frei que cese en sus reclamos de inmunidad diplomática para el general Augusto Pinochet, retenido en Londres.
El ex dictador y ahora senador vitalicio, que gobernó Chile por casi 17 años desde septiembre de 1973 hasta marzo de 1990, está desde el viernes bajo arresto preventivo en una clínica donde fue operado de una hernia discal.
El arresto fue ordenado por la justicia británica a petición de dos magistrados españoles, que podrían pedir la extradición de Pinochet a Madrid, donde es investigado judicialmente por cargos de genocidio y terrorismo internacional.
El sector conservador del PDC se alineó tras la posición de Frei, su coideario, quien considera que la detención del ex dictador violó la soberanía de Chile.
Frei y el canciller José Miguel Insulza, del Partido Socialista (PS), sostienen que Pinochet goza de inmunidad diplomática como senador y no aceptan que delitos cometidos en Chile sean juzgados en terceros países.
Andrés Zaldívar, presidente del Senado y precandidato presidencial del PDC, suscribe la misma posición, coincidiendo así con los partidos de la oposición derechista Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional y Unión de Centro-Centro.
El presidente del PDC, Enrique Krauss, está también en esa postura como tradicional miembro del ala conservadora, hacia la cual se aproximó en este caso Gutenberg Martínez, presidente de la Cámara de Diputados, también democristiano.
El jurista Jaime Castillo Velasco, ideólogo del PDC y presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, es en cambio una de las personalidades que sustenta la tesis de que la inmunidad diplomática no ampara los crímenes de lesa humanidad de que se acusa a Pinochet.
Los diputados Andrés Palma, Tomás Jocelyn-Holt y Gabriel Asencio condenaron también públicamente el error del gobierno al proteger a Pinochet y politizar un tema que califican de judicial.
Jorge Lavanderos, un senador rebelde del PDC que encabeza el Movimiento por la Dignidad Nacional, dijo que Zaldívar pagará un alto costo "político y electoral" por comprometer a la cámara alta en el respaldo al ex dictador.
El senador dio a entender así que esta situación favorece al ex ministro socialista Ricardo Lagos, quien disputa con Zaldívar la candidatura presidencial en la gobernante Concertación por la Democracia para los comicios de diciembre de 1999.
Lagos es el abanderado del PS y el Partido Por la Democracia (PPD), que junto al Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) y el PDC configuran la coalición que gobierna en Chile desde el restablecimiento de la democracia en marzo de 1990.
El movimiento que preside Lavanderos es una coalición de grupos políticos, sindicales, humanitarios y profesionales que promovió en abril una acusación constitucional contra Pinochet, rechazada en la Cámara de Diputados con los votos de la derecha y los "guatones" del PDC.
El Movimiento por la Diginidad Nacional fue uno de los convocantes de la primera marcha masiva en apoyo a la detención de Pinochet en Londres, que se realizó en las primeras horas de la noche por el centro de Santiago.
Los problemas internos del PDC repercuten en la coalición gobernante, donde el PS, el PPD y el PRSD son contrarios a proteger a Pinochet y a transformar su detención preventiva en un asunto de Estado.
Los líderes de los cuatro partidos reconocieron sus discrepancias en esta materia, pero coincidieron en manifestar comprensión frente a la actitud del gobierno y reiteraron sus propósitos de preservar la unidad.
El papel más incómodo corresponde al canciller José Miguel Insulza, un socialista moderado que permanentemente se identifica con Frei en los conflictos que atañen a la incómoda figura de Pinochet. (FIN/IPS/ggr/ag/hd-ip/98
