El gobierno de Chile dijo hoy que el arresto en Gran Bretaña del general Augusto Pinochet afecta la imagen internacional del país, mientras el presidente Eduardo Frei suspendía una visita oficial a España, cuya judicatura pidió la detención del ex dictador.
"Evidentemente, las repercusiones sobre la imagen y la proyección internacional del país no son positivas", dijo el ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, a propósito del arresto preventivo de Pinochet, investigado en España por delitos de genocidio y terrorismo internacional.
Aninat exhortó, sin embargo, a tomar esta situación con calma y a atenerse a las decisiones que adopte el Ministerio de Relaciones Exteriores, que presentó este lunes una segunda nota de protesta ante el gobierno laborista británico.
El gobierno de Chile considera violada la inmunidad diplomática de que gozaría Pinochet como senador vitalicio, no obstante lo cual Aninat comentó que el problema "no involucra al Estado ni al país como un todo".
El jefe del equipo económico gubernamental manifestó esperanzas en que el caso Pinochet no influya en los inversionistas extranjeros, cuyas aprensiones ante riesgos políticos aumentan en el actual cuadro de crisis internacional.
Pinochet, que gobernó Chile entre septiembre de 1973 y marzo de 1990, permanece desde la medianoche del viernes en arresto preventivo en el centro médico London Clinic de la capital británica, por pedido de los jueces españoles Baltazar Garzón y Manuel García Castellón.
Desde Baiona, Cataluña, se informó este lunes que Frei suspendió la visita que tenía prevista a Madrid para inaugurar un monumento al prócer de la independencia chilena Bernardo O'Higgins y ser recibido en la corte del rey Juan Carlos.
El mandatario, que participó en Baiona en una reunión mundial de líderes democristianos, decidió retornar a Oporto -ciudad portuguesa donde se celebró el sábado y domingo la VIII Cumbre Iberoamericana- para viajar este martes de regreso a Santiago.
Frei expresó así su protesta por la actuación de los jueces españoles, que se niegan a declararse incompetentes en el caso, desechando el predicamento del gobierno de Santiago de que no pueden juzgarse en terceros países delitos cometidos en Chile.
El presidente sostuvo igualmente en Oporto que Pinochet goza, según convenios internacionales, de inmunidad diplomática, pero el gobierno británico precisó ya en dos ocasiones que esa condición no es aplicable al ex dictador chileno.
Pinochet, que cumplirá 83 años en noviembre, viajó a Londres para operarse de una hernia discal, pese a que en 1996 se abrió el juicio en su contra en España, cuyos jueces podrían solicitar esta semana su extradición a Madrid.
La familia del ex dictador y el Ejército chileno contrataron a una prestigiosa firma de abogados de Londres, cuyos miembros anunciaron este lunes que asumirán la defensa de Pinochet y se opondrán "resueltamente" a su posible extradición a España.
La posición del gobierno de Frei sobre incompetencia de los jueces de España es respaldada por la Fiscalía Nacional de ese país, que este lunes insistió en la anulación del juicio a Pinochet.
En virtual respuesta a esa demanda, el juez Garzón, que investiga la coordinación represiva de dictaduras sudamericanas a través de la Operación Cóndor en los años 70, presentó un nuevo auto acusatorio contra Pinochet con 91 casos de torturas, desapariciones y asesinatos.
En Santiago, el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la policía de Carabineros emitieron el sábado y domingo declaraciones de apoyo a Pinochet y exhortaron al gobierno de Frei a utilizar todos los medios jurídicos, políticos y diplomáticos para poner fin a su arresto.
Pinochet tiene el grado honorífico de "Comandante en Jefe Benemérito" del Ejército de Chile, desde que el 10 de marzo entregara el cargo a su sucesor, el general Ricardo Izurieta, para jurar al día siguiente como senador vitalicio.
Izurieta suspendió una gira militar a bases antárticas y se reunió el domingo con el vicepresidente, Raúl Troncoso, y el ministro de Defensa, José Florencio Guzmán, mientras se desmentían rumores sobre acuartelamiento de tropas.
Los militares no se han pronunciado sobre la solicitud de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) de que se convoque al Consejo de Seguridad Nacional para dar "una dimensión de Estado" al conflicto con España y Gran Bretaña.
Los máximos dirigentes de la UDI y de Renovación Nacional, el otro partido de la oposición derechista, viajaron a Madrid y Roma para realizar gestiones en favor del ex dictador ante gobiernos y sectores políticos y judiciales.
En la gobernante Concertación por la Democracia, los partidos del ala izquierda, Socialista (PS) y Por la Democracia (PPD), cuestionaron el apoyo dado por Frei y la cancillería a Pinochet y pidieron al gobierno que se abstenga de intervenir en una situación que califican de judicial.
Ambos partidos suscriben la posición de los organismos de derechos humanos, en el sentido de que la inmunidad diplomática no cubre delitos de lesa humanidad, y que la impunidad otorgada en Chile a Pinochet determinó su juzgamiento en otros países.
La cúpula de la Democracia Cristiana, el partido de Frei, respalda la posición del gobierno, pero un grupo de diputados de ese partido, que en abril suscribió una acusación constitucional contra el ex dictador, están junto al PS y al PPD. (FIN/IPS/ggr/mj/hd ip/98