CAMBIO CLIMATICO: Acuerdo de Kyoto se instrumenta en Buenos Aires

La instrumentación de los mecanismos previstos en el Protocolo de Kyoto, firmado en diciembre de 1997 para reducir la emisión de gases invernadero, concentrará la atención de funcionarios de gobiernos que se reunirán desde este lunes en la capital de Argentina.

Uno de los puntos prioritarios de la cuarta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-4) será "la necesidad de desarrollar los tres mecanismos establecidos en el protocolo", indica un comunicado de la oficina de información de la reunión internacional.

La convención reconoce, como la mayoría de los científicos, que la causa del recalentamiento del planeta son las emisiones de dióxido de carbono y otros gases invernadero liberados por la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y derivados y gas.

Si no se reducen esas emisiones, la temperatura seguirá en aumento en todo el mundo, con el consiguiente peligro de tormentas, inundaciones, olas de calor y sequías, según los expertos.

La consecuencia más grave podría ser el derretimiento de los hielos polares, que ocasionaría el aumento del nivel de los oceános y la sumersión de islas y zonas costeras bajas.

El Protocolo de Kyoto fue reconocido por casi todos los países que participaron en la reunión ralizada en diciembre de 1997 en esa ciudad para buscar soluciones al efecto invernadero.

Algunso de esos instrumentos, conocidos como "mecanismos de flexibilidad", son el "mecanismo de desarrollo limpio" (MDL), el "comercio de emisiones de dióxido de carbono" y la "implementación conjunta".

El MDL, incluido en el Protocolo de Kyoto a propuesta del Grupo de los 77 (que reúne al mundo en desarrollo) y China, apunta a ayudar a los países industrializados a cumplir con sus compromisos de una manera efectiva en relación con el costo y, al mismo tiempo, a colaborar con los países pobres.

Ese mecanismo, el único de los tres que combina acciones entre países industrializados y en desarrollo, es el que, hasta el momento, logró mayor consenso.

El Protocolo de Kyoto fue suscripto por 159 países en diciembre pasado en Japón, al término de la tercera Conferencia de las Partes de la Convención sobre Cambio Climático.

De acuerdo con ese protocolo, las emisiones deberán reducirse 5,2 por ciento al cabo del período 2008-2012 respecto de los niveles que se registraban en 1990.

Las reducciones previstas exigirán grandes esfuerzos económicos a los países que acordaron disminuir sus emisiones. Se estima que la reducción de una tonelada de dióxido de carbono costaría de 150 a 200 dólares en Noruega y de 70 a 80 dólares en Estados Unidos.

Esto significaría que el costo del cumplimiento del compromiso oscilará para los países industrializados entre 10.000 y 50.000 millones de dólares por año.

"Los detalles operacionales de estos mecanismos de flexibilización, considerados por algunos con entusiasmo, y con escepticismo por otros, deben aún elaborarse", informó el comunicado.

El texto, que no tiene carácter oficial, advierte que "si estos detalles no pudieran finalizarse en Buenos Aires, los gobiernos tratarán, posteriormente, de convenir un calendario para completarlos en fecha próxima".

Durante las reuniones, que finalizarán el 13 de noviembre, los representantes de los 180 países que participan en la COP-4 analizarán también los adelantos registrados a partir de la adopción de la Convención de Cambio Climático de 1992.

Además, intentarán avanzar en la concepción de medidas prácticas que promuevan la transferencia, desde los países industrializados hacia los países en desarrollo, de tecnologías no dañinas para el ambiente.

El gobierno de Argentina, a través de la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable, dio a conocer la posición que asumirá ante la COP-4.

"Argentina espera que en la COP 4 se concreten definiciones más precisas sobre las reglas y las instituciones relacionadas con el artículo 6 (del Protocolo de Kyoto, Implementación Conjunta), el artículo 12 (MDL) y el artículo 17 (comercio de emisiones)", destaca un informe de esa dependencia.

Las autoridades del país anfitrión de la COP 4 insistirán en la conferencia en "otro tema sustantivo que la Argentina estima de particular importancia: el de los compromisos voluntarios que quieran asumir" los países en desarrollos.

Las naciones en desarrollo "que lo decidan deberían tener la posibilidad de poder comprometerse con metas de reducción de emisiones de gases" y también "de acceder al mercado de créditos de emisiones" hasta ahora reservado para los países industriales, consignó el documento.

El comercio de permisos de emisión que tanto le interesa a Argentina preocupa especialmente a la organización ambientalista Greenpeace Internacional.

"Es necesario definir estrictas responsabilidades legales, tanto para el comprador como para el vendedor", dijo a IPS uno de los responsables de la organización en Argentina, Juan Carlos Villalonga.

"Hay que garantizar que durante la negociación de la 'letra chica' las partes no subviertan el Protocolo ni el objetivo original de la Convención de Cambio Climático", agregó Villalonga.

Villalonga recordó que "uno de los puntos clave que se debatirán en Buenos Aires es el de los sumideros de carbono, como se ha dado en llamar a los distintos sistemas naturales por los que el planeta absorbe dióxido de carbono, como los bosques y los oceános".

En tanto, consideró "necesario que en Buenos Aires se acuerde un plan de acción que establezca plazos estrictos para negociar los contenidos del Protocolo de Kyoto, así como una revisión bienal de los compromisos asumidos".

El MDL fue acordado en Kyoto con el objetivo de facilitar el avance de las tecnologías no contaminantes, que permiten reducir el dióxido de carbono, en los países en desarrollo.

Ese mecanismo fue pensado como un incentivo para las naciones industrializadas. A través del MDL pueden financiar esas tecnologías en los países en desarrollo y acreditarse a cambio una parte de las reducciones de gases conseguidas allí.

Esos "créditos de dióxido de carbono" les permitirían a los países industrializados llegar con mayor facilidad a sus metas de reducción.

Para Greenpeace, es muy probable que en Buenos Aires "se tomen decisiones fundamentales sobre los principios que regirán el MDL". "La principal batalla consistirá en asegurar que el MDL sea verdaderamente limpio, ecológico y coherente con la noción de desarrollo sustentable", indicó Villalonga.

En cuanto a la implementación conjunta, el Protocolo de Kyoto establece un mecanismo en virtud del cual un país industrializado puede recibir "unidades de reducción de emisiones" cuando contribuya a financiar proyectos que impliquen la disminución de emisiones en otro país industrializado o cuya economía se halle en transición. (FIN/IPS/va/mj/en/98

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