BRASIL: Cuotas no amplían representación femenina en parlamento

Las mujeres perdieron representación en el parlamento de Brasil, aunque favorecidas por la cuota de 25 por ciento de las candidaturas, por primera vez aplicada en las elecciones parlamentarias de este país.

Solo 29 candidatas se eligieron el 4 de octubre para una Cámara de 513 escaños, frustrando la expectativa de aumentar la participación actual, que es de 37 diputadas.

Faltó apoyo de los partidos y la mayor cantidad de candidatas dispersó los votos entre ellas, evaluó Guacira de Oliveira, socióloga y coordinadora del no gubernamental Centro Feminista de Estudios y Asesoría (CFEMEA), de Brasilia.

El problema básico es que en Brasil "las listas no son listas", pues los votos se destinan a candidatos individuales y no al conjunto de candidatos del partido, señaló De Oliveira.

El elector puede votar solo en el partido, si lo desea, pero pocos lo hacen y eso solo ayuda a los más votados.

Cada uno hace su propia campaña, con respaldo del partido, que tiene interés en favorecer a los más conocidos como camino más fácil para aumentar la suma de votos de sus candidatos que determinará su representación en la Cámara.

Como la mayoría de las mujeres están empezando en la política, se hizo más dificil su elección y los partidos las abandonaron, explicó la socióloga de CFEMEA. De todas formas, "ganaron experiencia y visibilidad" para disputar elecciones futuras con mejores posibilidades.

Habrá que "presionar los partidos y el gobierno" para que hagan campañas a favor de mayor participación política de las mujeres y su capacitación. Las cuotas elevaron rápidamente la representación femenina en el parlamento en países que también adoptaron las listas partidarias, como Argentina.

En Brasil, con el voto nominal, "el avance será lento", según la profesora de Ciencia Política en la Universidad de Brasilia Lucia Avelar, que defiende el mantenimiento de la cuota, que a partir de las próximas elecciones municipales en el 2000 será de 30 por ciento.

"La construcción institucional es un largo proceso que exige paciencia", observó. La sociedad brasileña evolucionó mucho en las últimas décadas y el "corporativismo social" ejercerá influencia positiva en la política y a favor de las mujeres, sostuvo.

Cada elección se eligen más parlamentarios procedentes de sectores sociales organizados y menos de las oligarquías o familias que tradicionalmente dominan la política, añadió Avelar.

Pero esta vez las mujeres perdieron "en cantidad y calidad", según Marcondes Sampaio, consultor que hace un balance del resultado de las elecciones del 4 de octubre para el no gubernamental Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC), que acompaña las actividades del parlamento.

La "bancada femenina" perdió líderes y diputadas importantes, explicó Sampaio. Es el caso de Marta Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT), que no renovó su mandato para competir por la gobernación del estado de Sao Paulo, y no logró, por muy pocos votos, llegar a la segunda vuelta el día 25.

Además, buena parte de las nuevas diputadas proceden de "oligarquías", y resultaron elegidas más por ser parte de famlias tradicionales en la política de sus localidades que por méritos propios, según Sampaio. Casi la mitad están en esa situación.

Nice Lobao, por ejemplo, es esposa del senador Edison Lobao y Maria Lucia Cardoso del ex gobernador del estado de Minas Gerais, Newton Cardoso.

Pero ése es un problema general de la política brasileña, no de las mujeres. "Hay también muchos varones elegidos por el apellido", replicó la socióloga De Oliveira.

El ex presidente José Sarney impulsó tanto la carrera de su hija Roseana Sarney, gobernadora reelegida del estado de Maranhao, como la de su hijo, el diputado José Sarney Filho, y la de su sobrino Albrico Filho, también diputado electo.

La "calidad" de la representación femenina se mantiene en el mismo nivel, aunque con líderes menos destacadas, sostuvo De Oliveira. "La mayor homogeneidad puede incluso ser positiva, favoreciendo una actuación más coordinada y colectiva", argumentó.

En el Senado, que renovó solo un tercio de sus 81 escaños, hubo una ligera mejora de la participación femenina. A partir de febrero serán seis senadoras, contra cinco en la actualidad.

En las elecciones estaduales, las mujeres tuvieron mejor suerte. De las 1.270 candidatas, el doble que en 1994, se eligieron 103, lo que equivale a 9,74 por ciento de los diputados de las Asambleas Legislativas de los 27 estados brasileños. (FIN/IPS/mo/mj/ip/98

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