/BOLETIN-INTEGRACION/ ECUADOR-PERU: El recelo está aún vivo

La decisión de Ecuador y Perú de solicitar ayuda internacional para desmontar las minas en la frontera común es positiva, pero aún es preciso superar desacuerdos para asegurar la paz, advirtieron dirigentes opositores y comentaristas independientes peruanos.

Hasta lograr acuerdo sobre la frontera en la zona en litigio la paz no estará garantizada, aunque los dos gobiernos avancen en materia de navegación en los ríos amazónicos y de cooperación, señalaron las fuentes.

La remoción de las minas con ayuda internacional fue resuelta esta semana en Brasilia por los presidentes Jamil Mahuad, de Ecuador, y Alberto Fujimori, de Perú, que se reunieron con la mediación del mandatario brasileño Fernando Hemrique Cardoso.

Fujimori y Mahuad aseguraron el lunes pasado en Brasilia, al término de su diálogo de dos días, que el tratado para demarcar la zona limítrofe en litigio, por la que Ecuador y Perú libraron tres guerras desde 1941, será firmado antes de fines de año.

Pero los dos presidentes sugirieron posteriormente que subsiste desacuerdo sobre la línea demarcatoria en el área de la Cordillera del Cóndor en que las Fuerzas Armadas de los dos países se enfrentaron en 1995.

Se trata de un tramo de 69 kilómetros de longitud en una frontera común de más de 1.400 kilómetros.

Fujimori reiteró que Perú no acepta la propuesta de creación en el escenario de la última guerra de un parque binacional, de soberanía compartida, una iniciativa de origen no aclarado públicamente, pero que trascendió de una reunión anterior de los dos presidentes, también en Brasilia.

"Estamos de acuerdo en hacer dos parques, que serían santuarios ecológicos, a cada lado de la frontera, colindantes pero bajo la soberanía de sus respectivos países", precisó el mandatario peruano.

Fujimori también dijo que los buques ecuatorianos podrán navegar libremente con su bandera por el río Amazonas y sus afluentes, una antigua aspiración de Ecuador para alcanzar una salida al oceáno Atlantico.

Los dirigentes opositores y los analistas independientes peruanos evitaron un respaldo claro a los resultados de la "diplomacia directa" practicada por Mahuad y Fujimori.

"En Brasilia se consiguió muy poco", "la propuesta ecuatoriana de que Perú admita que también sembró minas es inaceptable", y "sería peligroso que el gobierno de Quito condicione la firma de un acuerdo de paz definitivo a los resultados de un referendo", fueron algunos comentarios.

Los protagonistas del encuentro parecen compartir la impresión de los observadores políticos peruanos de que el avance es escaso y lento en relación con el conflicto de límites.

Fujimori admitió que "en lo jurídico y físico, los avances han sido importantes pero insuficientes", aunque agregó su esperanza de alcanzar un pronto acuerdo, "porque sólo falta saltar una valla psicológica".

Mahuad tuvo un comentario parecido: "El tema de la frontera en un territorio en disputa durante varios años y que ha sido centro de conflictos armados es muy complicado. Tenemos que encontrar una solución racional a un asunto emocional".

"Salvo aludir a un acuerdo anterior, aprobado en Buenos Aires, sobre los derechos ecuatorianos de navegación por el río Amazonas, en Brasilia sólo se consiguió avanzar en el tema de las minas, y ambos mandatarios admitieron que serán necesarios nuevos encuentros", dijo el ex canciller peruano Luis Gonzales Posada.

Dirigente del socialdemócrata Partido Aprista, Gonzales Posada estima que "el costo de retirar las minas sembradas por Ecuador en territorio peruano ascenderá a 100 millones de dólares" y que esos recursos "podrían proceder de los 3.000 millones que se han comprometido a aportar los organismos internacionales".

Añadió que "no puede aceptarse la exigencia ecuatoriana de que Perú admita que también ha colocado minas, porque eso no es cierto. Perú ha suscrito los convenios internacionales que proscriben el empleo de minas, en tanto que Ecuador se ha negado hasta ahora a suscribirlas".

Otro aspecto que incomoda a los analistas independientes peruanos y a los dirigentes opositores es la reserva de Fujimori sobre las negociaciones con Ecuador.

El mandatario y su canciller han explicado que Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, los cuatro países que respaldan las conversaciones de paz, pidieron a los protagonistas del conflicto un compromiso de "moratoria informativa" para no entorpecer las conversaciones.

"Sabemos que hay avances y acuerdos y eso nos parece conveniente, pero si no estamos informados, inevitablemente van a surgir críticas. Creo que es un error del presidente (Fujimori) mantener la incomunicación", expresó el constitucionalista Enrique Bernales.

Así mismo, Bernales rechazó declaraciones en que Fujimori calificó de "guerreristas y aliados de los traficantes de armas" a quienes objeten los acuerdos de paz.

El parlamentario izquierdista Gustavo Mohme Llona, editor del diario opositor La República, consideró acertado pedir la intervención de un tercero para la remoción de las minas en la frontera.

"No podemos dejar ingresar a los soldados ecuatorianos a retirar esos letales artefactos sembrados en nuestro territorio", observó Mohne.

"Pero hay que recibir con satisfacción la noticia", porque ya se cuentan 39 soldados peruanos mutilados y cinco con heridas graves como consecuencia de la explosión de esas minas, agregó.

El analista opositor Flavio Solorzano y el primer ministro Alberto Pandolfi opinaron que la posibilidad de que el gobierno ecuatoriano someta los acuerdos a referendo "podría complicar el proceso de paz".

"Hay muchos ingredientes emocionales y la opinión pública ecuatoriana, a la que durante décadas se le dijo que el Tratado (de límnites) de 1942 no valía, podría ser arrastrada por la demagogia patriotera de los halcones", advirtió Solorzano. (FIN/IPS/al/ff/ip/98

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