/BOLETIN-INTEGRACION/ ECUADOR-PERU: El fin de un conflicto con raíces precolombinas

La firma de la paz entre Ecuador y Perú debe poner fin a una larga historia de conflictos limítrofes, cuyo primer antecedente conocido se remonta al siglo XV, durante el imperio incaico.

El acuerdo suscripto esta semana en Brasilia reflota el Protocolo de Río de Janeiro, de 1942, que fijó la frontera entre los dos países pero cuya ejecución fue interrumpida por la impugnación ecuatoriana, en 1950, basada en omisiones del documento en materia geográfica.

El Protocolo de Río de Janeiro, firmado luego de una guerra, fue precedido por dos frustrados tratados de límites, en 1832 y 1890, y de un arbitraje solicitado por ambos países al rey de España, en 1905, pero del que Ecuador desistió en 1909, antes de que se conociera el fallo.

A pesar de su nombre, el Protocolo de Paz, Límites y Amistad de Río de Janeiro no trajo la paz ni produjo la amistad entre Ecuador y Perú. En efecto, desde entonces hasta la fecha, las disputas limítrofes provocaron dos nuevas guerras, en 1981 y 1995, y numerosos enfrentamientos entre patrullas de soldados.

El último conflicto, de 1985, motivó la intervención de los cuatros países que garantizaron el Protocolo de Río de Janeiro: Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, que forzaron a ecuatorianos y peruanos a sentarse a negociar en busca de una solución pacífica y definitiva.

Pero mientras se negociaba la paz, el fantasma de la guerra rondaba la frontera, y la amenaza estuvo cerca de materializarse en agosto de este año, pese a la presencia de la misión internacional de observadores militares supervisora del alto el fuego.

Los presidentes Jamil Mahuad, de Ecuador, y Alberto Fujimori, de Perú, lograron contener a sus soldados, hicieron algunos cambios en los mandos militares y avanzaron en las conversaciones.

Los dos presidentes se refirieron el lunes pasado en Brasilia a la larga historia de desencuentros y enfrentamientos entre dos pueblos de la misma raíz histórica y étnica.

El inca Pachacutec conquistó en el siglo XV algunos de los pueblos de la costa sur de lo que es ahora Ecuador.

Su sucesor, Tupac Inca Yupanqui, continuó el avance hacia el norte y tomó posesión de Quito, que era entonces el centro de un pequeño señorío, ordenó poblar la región con emigrantes de la sierra peruana y levantó allí un centro religioso.

Cusco y Quito se enfrentaron poco antes de la llegada de los conquistadores españoles, defendiendo cada uno a un aspirante de la corona del imperio: Atahualpa y Huáscar.

En 1532 arribaron los españoles a Tumbes, en el extremo norte del actual Perú, luego conquistaron la totalidad del imperio incaico y se dividieron el territorio de un modo impreciso, un hecho que provocó guerras entre ellos.

La corona española resolvió en 1542 terminar con el reparto de gobernaciones hecho por dos capitanes: Francisco Pizarro y Diego de Almagro.

Se creó entonces el Virreinato de la Nueva España, con capital en Lima, que incluía casi todo lo que es ahora América del Sur de habla española.

Pero ese extenso virreinato era ingobernable, y la corona española dispuso entonces la creación de audiencias, gobernaciones y capitanías generales con centro en Lima, Panamá, Santafé de Bogotá, Charcas, Chile, Buenos Aires y Quito.

En ese momento quedan perfilados los futuros países sudamericanos de lengua española, cuyo contorno sería dado por la juisdicción de cada unidad administrativa creada.

Pero los mapas españoles de aquella época no asignaron a ninguna de las circunscripciones coloniales el territorio amazónico, al que denominaron "País de las Amazonas, provincias no descubiertas".

En su reclamación de territorio amázonico, Ecuador se basa en los derechos que atribuye a la Audiencia de Quito, porque desde esa ciudad partió la expedición de Francisco de Orellana, que descubrió el río Amazonas.

Por su parte, los peruanos afirman que Orellana salió en realidad de Cusco, y que en Quito se detuvo algunos meses en busca de mayor financiamiento y más hombres.

Las guerras de la independencia sudamericana no sólo se libraron contra los virreyes españoles, sino también por las jurisdicciones de poder de los capitanes libertadores.

En 1820, un año antes que Perú, Ecuador proclamó su independencia y la Asamblea de Quito acordó que cuando la Gran Colombia y Perú fuesen totalmente libres, decidiría a que nación pertenecería.

En 1822, Quito optó por la Gran Colombia, que en 1828 declaró la guerra a Perú. En 1829 se firmó un tratado, que no fijó límites, sino que se remitió a los existentes en los antiguos virreinatos.

En 1830, disuelta la Gran Colombia, las negociaciones sobre límites se suspendieron, aunque en Quito se asegura que entonces fue firmado el Tratado Mosquera-Pedemonte, que reconoció el territorio amazónico de Ecuador. Ese acuerdo no obtuvo la ratificación de los congresos de ninguno de los dos países.

En 1857, con la amenaza de la guerra, Perú impidió que Ecuador concediera territorios amazónicos a Gran Bretaña "porque no estaban bajo su posesión".

En las décadas de 1860 y 1870 continuaron las fricciones diplomáticas y los enfrentamientos armados, y en 1905, ambos gobiernos pidieron al rey de España que estableciera los límites entre los herederos de las audiencias de Quito y Lima.

Ecuador desistió del arbitraje español y, ante la inminencia de una nueva guerra, representantes de los dos países convinieron en 1936 em Washington suspender las discusiones y mantener el statu quo territorial.

En 1938 y 1939 se produjeron nuevos choques armados, que desembocan en la guerra de 1941, ganada por Perú. La paz se alcanzó con la firma del Protocolo de Río de Janeiro, que fue ratificado por ambos congresos.

La ejecución del Protocolo se suspendió en 1945, cuando las comisiones conjuntas que colocaban los hitos fronterizos descubrieron un error en la nomenclatura geográfica en la zona de la cordillera del Condor, que motivó la intervención de un árbitro técnico, el brasileño Bras Dias de Aguiar.

El dictamen de Aguiar no fue aceptado por Ecuador, lo que dejó inconclusa la demarcación en un tramo de 78 kilómetros. Esa franja quedó como una herida abierta entre las dos naciones y motivó las guerras de 1981 y 1995, un capitulo que los dos países parecen estar cerrando ahora. FIN/IPS/al/ff/ip/98

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