Las principales industrias del Mercosur (Mercado Común del Sur) están siendo sacudidas por la crisis económica mundial, con un impacto negativo mayor en Argentina y Brasil que en Uruguay, el socio menor del bloque.
Como resultado de esa situación "es muy claro que esta región va a tener una recesión muy grande, comparable cualitativamente con la que generó el 'efecto tequila"' a raíz de la crisis financiera en Mexico desatada en diciembre de 1994, vaticinó a IPS el economista Javier de Haedo.
De Haedo, ex director de Planeamiento y Presupuesto con rango ministerial y ex viceministro de Economía (1990-1994), advirtió que aún no puede observarse con claridad el proceso de recuperación.
"Depende de cómo salga Brasil de su propia crisis financiera. Si logra hacerlo de aquí a los próximos seis meses, para el 2000 podemos pensar en que se produzca un crecimiento razonable", dijo.
No obstante, el economista alertó que si el ajuste que realizará el gobierno de Fernando Henrique Cardoso en los próximos días es como el del año pasado, "un maquillaje que sólo compró tiempo, estaremos con el mismo problema, pero acentuado".
Una encuesta de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) indica que las ventas manufactureras de este país continuaron creciendo en agosto, pero que comenzarán a caer en los próximos meses al acusar los efectos de la crisis.
Para los próximos seis meses los empresarios expresaron "creciente preocupación" respecto del desempeño exportador, al mismo tiempo que pronosticaron "un escenario de ventas en el mercado interno con tendencia declinante".
Dirigentes de la CIU consultados el jueves por el semanario económico Búsqueda destacaron que se está registrando un proceso "de enlentecimiento" en la actividad industrial, pero señalaron que en este país la retracción será menor que en Argentina y Brasil.
"Desde siempre Uruguay respondió a los ciclos de la región con un nivel de oscilación menor", pero "también es cierto que la recuperación será más rápida e importante en Argentina y Brasil que aquí", dijeron.
La información oficial argentina indica que en septiembre no se registró crecimiento de la producción industrial, respecto del mismo mes del año pasado.
La otra cara de la información del gobierno son algunos estudios privados. La Universidad Argentina de la Empresa dijo que en septiembre la actividad manufacturera cayó uno por ciento, mientras que otros estudios mostraron una caída de entre 1,0 y 1,3 por ciento.
Según el Centro de Estudios de América Latina de ese país, esta es en la primera caída en el volumen físico de producción que se registra en Argentina desde marzo de 1996.
Mientras, en Brasil, el nivel de actividad manufacturera de San Pablo, centro industrial del país, fue en agosto cuatro por ciento inferior al mismo mes de 1997.
Según el índice elabrado por la Federación de Industrias del Estado de San Pablo, que combina volumen de producción, horas trabajadas, capacidad instalada y salario real, esa tendencia se viene regitrando desde comienzos del segundo trimestre del año.
En abril disminuyó 2,5 por ciento, en mayo permaneció estable, en junio cayó 2,4, en junio 3,9 y en agosto 4,0 por ciento, respecto de 1997.
De Haedo indicó que el panorama regional actual debe observarse en función del encadenaniento de determinados hechos y no en forma asilada.
"El mundo entra en una crisis financiera. En algunas zonas genera presiones deflacionarias y caen los precios de la materias primas. Ese fue el primer impacto. El segundo impacto negativo para la región es la dificultad de acceder a capitales por el aumento del riesgo", dijo el experto.
De Haedo arguyó que los países del Mercosur son exportadores de productos básicos, en particular Uruguay y Argentina, que tienen como uno de sus principales compradores a Brasil.
"De esta forma, Argentina y Uruguay ven dificultadas sus exportaciones globales, y con relación a Brasil se agrava porque este país (el mayor de la región) tiene los mismos problemas", dijo.
Agregó que, por otra parte, esta situación ocurre dentro de un contexto en el cual es casi imposible que los empresarios obtengan capital barato.
"Los bancos están visitando a los industriales para decirles que la situación ha cambiado" y este elemento se suma las dificultades que les plantea la crisis mundial, dijo el experto. (FIN/IPS/rr/mj/if/98
