/BOLETIN-DD HH/ NIGERIA: Chevron admite ser partícipe involuntario de dos muertes

La transnacional petrolera Chevron Oil admitió ante una radioemisora de Estados Unidos involucramiento involuntario en incidentes que derivaron en el asesinato de dos activistas de Nigeria.

El portavoz de Chevron Sola Omole reconoció, en entrevista telefónica desde Nigeria a la emisora estadounidense Pacifica Radio, que la empresa autorizó el envío en helicópteros de guardias armados para controlar a manifestantes que habían tomado una plataforma de perforación en sus campos petroleros.

Los dos dirigentes comunitarios asesinados en mayo, Jola Ogunbeje y Aroleka Irowaninu, recibieron los disparos de las fuerzas de seguridad desde los helicópteros en la rica región petrolera del delta del río Niger.

Ambos participaban en una manifestación en demanda de una mayor cooperación de Chevron, una transnacional cuya casa matriz está en San Francisco, Estados Unidos, con su empobrecida región.

"Chevron llevó hasta allá en helicóptero" a los guardias, admitió Omole esta semana, consultado por la conductora del programa Democracia Ahora, Amy Goodman, en la emisión que salió la semana pasada al aire en Pacífica Radio.

Hasta ahora, Chevron sostenía que no había sido responsable por los hechos que se produjeron en una plataforma operada por uno de sus subcontratistas.

No estaba claro si los helicópteros habían sido arrendados por Chevron o por el subcontratista.

La empresa negó que hubiera pagado por las aeronaves o por los guardias armados, pero Pacifica Radio emitió declaraciones de un subcontratista que confirmaba la participación de Chevron en la operación.

El portavoz de Chevron en San Francisco, Mike Libbey, dijo a la prensa que no tenía información sobre el pago de los helicópteros y que se informó a las autoridades sobre la toma de la plataforma pues así lo exige la ley.

Entonces, las autoridades solicitaron a la empresa que facilitara el transporte hasta la zona. "No tuvimos más alternativa que acceder a esa petición", añadió Libbey.

"Fue un incidente desafortunado, y lamentamos mucho que haya ocurrido en nuestra plataforma", declaró Libbey, quien precisó que 60 por ciento de ese proyecto petrolero pertenece al estado nigeriano.

"Nosotros tenemos 40 por ciento. Manejamos ese proyecto para el gobierno, así que cuando vinieron y nos dijeron que los lleváramos para allá, no tuvimos más alternativa que acceder", sostuvo.

La sociedad entre Chevron y el gobierno de Nigeria se inició en 1961. Los campos petroleros que maneja esta empresa estadounidense producen la quinta parte del crudo que genera ese país africano.

Los campos petroleros son frecuente escenario de protestas de residentes de la zona y trabajadores que reclaman por contaminación de las aguas, destrucción de terrenos y represión.

Las acusaciones también apuntan hacia otras empresas transnacionales que operan en la misma zona, como Mobil Oil y Royal Dutch Shell.

A comienzos de este año, comunidades de pescadores demandaron compensaciones tras un derrame de 40.000 barriles de petróleo en una plataforma marítima operada por Mobil.

En la región del delta del Níger, conocida como Ogonilandia, el Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni denunció que los 30 años de explotación petrolera protagonizados por Shell causaron una grave contaminación y la desaparición de la pesca.

Los terrenos fértiles ya no producen y la vida silvestre ya casi no existe, según ambientalistas.

A pesar de que Shell obtiene ganancias por encima de los 300 millones de dólares gracias a sus operaciones en Nigeria, entre ellas las de Ogonilandia, y a que el gobierno se embolsa jugosas regalías, la población de esa zona continúa sumida en la pobreza.

A comienzos de los 90, el escritor Ken Saro-Wiwa hizo notar esta inequidad y encabezó una protesta en demanda de compensaciones para los ogoni. El gobierno militar le acusó junto con otros ocho activistas de asesinato, un cargo "fabricado", según activistas, que los llevó a morir ejecutados en la horca.

Shell negó que haya contaminado la región y descartó cualquier relación con la muerte de Saro-Wiwa, asegurando que incluso formuló un pedido de clemencia.

La empresa también afirmó que intervino contra el uso de la violencia y los juicios injustos, pero activistas de derechos humanos dijeron que esta posición no se reflejó en las acciones de la empresa.

En el caso de Chevron, cuando Libbey fue consultado si la empresa había condenado al gobierno nigeriano por la muerte de los dos manifestantes, respondió que esa empresa no estaba en posición de tomar una postura semejante con ningún gobierno con el cual tuviera vínculos.

"Nosotros consideramos lamentable que haya muerto gente, quizás innecesariamente, pero eso no altera el hecho de que para poder hacer negocios en 90 países del mundo Chevron debe cooperar con gobiernos muy diversos", concluyó el portavoz. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/lc-mj/hd en/98

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