Organizaciones no gubernamentales de Colombia que firmaron con el ELN un acuerdo para conversaciones de paz acusaron a ese grupo insurgente de violar el derecho humanitario al causar la muerte de 48 personas en la voladura de un oleoducto.
El ELN (Ejército de Liberación Nacional) admitió el martes pasado haber cometido el atentado contra el Oleoducto Central en el municipio de Segovia, del departamento de Antioquia, 250 kilómetros al noroeste de la capital.
Pero los insurgentes responsabilizaron al ejército gubernamental del incendio posterior a la explosión, que arrasó la pequeña localidad de Machuca. Los hechos, ocurridos el domingo pasado, dejaron también unos 80 heridos.
El comando central del ELN aseguró en su comunicado que "no es política" de esa organización, la segunda fuerza guerrillera colombiana, "realizar acciones con el propósito deliberado de producir víctimas".
El ex canciller Augusto Ramírez, de la Comisión Nacional de Conciliación, un grupo vinculado a la Iglesia Católica, señaló que la voladura del oleoducto fue "un delito de lesa humanidad" y obliga al ELN a pronunciarse acerca de las propuestas para que sus acciones no afecten a la población civil.
Ramírez indicó que aún en el supuesto de que el ELN no hubiese comenzado el incendio, la voladura de oleoductos es, de todos modos, "un acto terrorista que puede generar consecuencias muy graves, como ocurrió en este caso".
El atentado del domingo representó "un serio golpe a la confianza que debe tener la sociedad colombiana" en el proceso de paz, advirtió el ex canciller a IPS.
En opinión de Ramírez, que fue representante de la Organización de las Naciones Unidas en el proceso de paz de El Salvador, la población de Colombia exige "hechos", y no sólo "retórica de paz".
El atentado de Segovia contradice "de manera escencial" el acuerdo suscrito el 15 de julio por representantes de la sociedad civil y el ELN eunidos en la ciudad alemana de Maguncia, agregó. Los insurgentes se comprometieron allí a respetar a la población de las zonas en que se desarrolla el conflicto armado.
"Si vamos a hablar de negociar la paz en medio de la guerra, acatemos las normas del derecho internacional humanitario", exigió Ramírez.
El analista independiente Rafael Nieto también condenó el hecho y señaló que "actos terroristas y violatorios de los derechos humanos", como el ocurrido en Segovia, "no pueden ser indultados ni quedar impunes en ningún lugar del mundo".
Para Nieto, el proceso abierto en España contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet "es un claro ejemplo que todos los actores del conflicto en Colombia que violan el derecho internacional humanitario deben tener en cuenta".
"Ni siquiera el indulto o la amnistía que se les otorgue en Colombia les permitiría" a los responsables de ataques a la población civil "evadir la justicia ante la comunidad internacional" dijo Nieto al canal 1 de televisión.
El Mandato Ciudadano por la Paz, promovido por cerca de 30 ONG, pidió al ELN "la inmediata suspensión de la voladura de oleoductos", como un aporte "para recuperar el clima de confianza y esperanza" en la paz.
Otros comentaristas destacaron que la acusación del ELN al ejército de culpabilidad en el incendio que se produjo tras la voladura del oleoducto creó un ambiente de desconfianza y recriminaciones que afecta al proceso de paz.
Hay "quienes pretenden ocultar la verdad de los hechos y colocar en duda la seriedad y transparencia" con que el ELN cumple su parte en la búsqueda de la paz, consignaron los insurgentes en su comunicado.
El incipiente diálogo de paz podría quedar suspendido "si se pretente negar nuestra integridad", agregó el ELN.
Según la organización rebelde, sus hombres colocaron la carga explosiva a la altura de la localidad de Machuca a las dos de la madrugada (08.00 GMT) del domingo y el incendio que arrasó ese centro poblado se produjo hora y media más tarde.
"En anteriores voladuras del (mismo) oleoducto, comprobamos que el ejército prendió fuego al combustible derramado" ocasionando la muerte "de humildes pobladores", señaló el ELN.
El comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias, calificó este martes la acusación del ELN de la "infamia más grande que se pueda presentar".
Tapias convocó a una rueda de prensa para afirmar que en Machuca "no había tropa" cuando se produjo el atentado y que sus hombres llegaron al día siguiente.
Así mismo, el presidente Andrés Pastrana condenó el atentado y exigió al ELN concretar su responsabilidad en los hechos.
Pastrana, quien el fin de semana recibió en la ciudad portuguesa de Oporto el respaldo de la Cumbre Iberoamericana al esfuerzo de paz en Colombia, pidió al ELN "poner las cartas sobre la mesa" para poder lograr un acuerdo de reconciliación. (FIN/IPS/yf/ff/ip hd/98