Los periódicos de Bangladesh tienen cada día más mujeres en su nómina de empleados, pero esto no significa que hayan desaparecido los arraigados prejuicios sobre la inconveniencia de su incursión en un mundo dominado por hombres.
El Centro para el Desarrollo del Periodismo y la Comunicación de Bangladesh confirmó que la presencia de las mujeres en los diarios aumentó, pero destacó que aún representan sólo dos por ciento de los periodistas.
La mitad de los alumnos de periodismo de la Universidad de Dacca son mujeres, pero muchas de ellas evitan los periódicos cuando se gradúan para encontrar fuentes de trabajo menos conflictivas con su entorno social.
En las redacciones, las mujeres están ausentes de los puestos de mayor responsabilidad y suelen ser marginadas de coberturas fuera de la oficina. En Dacca hay unos 114 diarios, pero sólo cuatro de ellos, que son de circulación nacional, tienen una reportera.
Aunque no existe ninguna prohibición para la incursión de las mujeres en los medios, la mayoría en este país considera que ese sector está reservado a los hombres, y eso se refleja en las contrataciones que favorecen a la población masculina.
La conservadora sociedad musulmana de Bangladesh rechaza la posibilidad de que las mujeres trabajen fuera de los horarios normales, que anden en la calle por la noche, o que hablen con extraños en lugares públicos.
"Me gustaría que mi hija consiguiera trabajo en el gobierno, en una empresa comercial o en la universidad, porque en esos lugares hay un horario normal. En los periódicos hay que hacer turnos especiales y es un trabajo muy tenso", comentó el padre de una aspirante a periodista.
Esta mujer, que no quiso dar su nombre, consiguió trabajo en un diario de Dacca, pero sus padres impidieron que aceptara esa oportunidad.
"He tratado de motivar a muchas mujeres para que se conviertan en reporteras, pero lo descartan porque no pueden trabajar de noche", comentó el editor del "Daily Star", Mahfuz Anam.
Pero la actitud de Anam, que maneja el diario en inglés más influyente del país, contrasta con la del resto de los editores. La mayoría de las mujeres que aspiran a realizar coberturas periodísticas exteriores reciben una respuesta negativa.
Uno de esos editores comentó que la inseguridad ciudadana, las dificultades del reporterismo y el hecho de trabajar en una sociedad dominada por hombres "no favorecen la incorporación de mujeres a este tipo de tareas".
Sin embargo, la periodista del "Deen Kal" de Dacca, Mahmuda Chowdhury, dice que esos argumentos son excusas baratas. "Hace varios años que realizo coberturas fuera de la oficina sin problemas", declaró.
Mahmuda dijo que justamente en agosto y septiembre salió varias veces de la capital para cubrir las peores inundaciones del siglo en la zona rural. "Volvía a mi oficina al anochecer, y llegaba a mi casa tarde en la noche tras entregar mi artículo", comentó.
La reportera del "Deen Kal" consideró que si los padres logran superar sus prejuicios y permiten a las mujeres trabajar, "estas se destacarán". Mahmuda dijo que sólo necesitan "una oportunidad".
Los medios de comunicación proliferaron en Bangladesh tras el retorno de la democracia y el levantamiento de la censura a fines de 1990. Bangladesh cuenta con unos 300 diarios y semanarios.
Su circulación es limitada, de 1,5 millones de ejemplares entre todos. Pero los dueños de los periódicos han descubierto que sirven para promover sus intereses y por eso los mantienen.
Sin embargo, los conducen como un negocio cualquiera y los periodistas terminan siendo mal pagados y explotados. Los únicos que cumplen con las recomendaciones salariales para el gremio son la agencia de noticias oficial y algunos diarios de Dacca.
La Asociación de Periodistas de Dacca acusó a los propietarios de algunos periódicos de enriquecerse en forma ilegal y falta de ética. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/lc-ml/cr-hd/98