Los caprichos climáticos que vienen afectando a Cuba acentúan las dificultades de la población de este país caribeño y podrían empeorar la crisis económica que se arrastra desde hace ocho años.
Si bien el agua que trajo el huracán Georges alivió la prolongada sequía sobre una vasta zona oriental del país, los fuertes vientos dejaron su habitual huella destructiva en sembradíos importantes para la alimentación.
La agricultura demorará varios meses en recuperarse y las consecuencias del huracán repercutirán aún en cosechas del año próximo, comentaron medios no oficiales. Se perdieron importantes cultivos de café, uno de los principales rubros de exportación, y plátano, de especial importancia en la dieta cubana.
Según recuentos divulgados por la prensa oficial, la oriental ciudad de Santiago de Cuba, la segunda del país, reportó pérdidas en la agricultura estimadas en más de 3,9 millones de pesos (igual a dólares al cambio oficial y a 21 unidades por dólar en las casas de cambio).
El gobierno, que ya había destinado algunos alimentos suplementarios para unas 600.000 personas, las más castigadas por la sequía, amplió la medida de emergencia a cuatro millones, en una población de 11 millones de habitantes.
Los productos significaron una fuerte erogación para las debilitadas arcas fiscales -"varias decenas de millones de dólares", según las autoridades- aunque para las familias, que los recibirán a través de la cartilla de racionamiento, no resulte un aumento sustancial en la dieta diaria.
"No será mucho, pero tiene un efecto político importante", comentó en privado un abogado de Holguín, una de las provincias más afectadas por la sequía y luego por el huracán, situada 771 kilómetros al este de La Habana.
Existe conciencia de que las medidas adoptadas por el gobierno para apoyar a los damnificados "en medio de una situación económica compleja" son importantes, comentó este viernes el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había advertido, poco antes del paso de Georges el 23 de septiembre, que la isla podría estar ante una severa crisis alimentaria por efecto de la sequía.
"La situación está empeorando y es evidente que el país enfrenta una carencia seria de alimentos", concluyó el PMA, según un documento divulgado por su oficina en La Habana.
A la vez, una misión de varias agencias de la ONU que visitó en julio las zonas más azotadas por la sequía, calculó en más de 260 millones de dólares las pérdidas, si continuaba el déficit de lluvias a fines de septiembre.
La lluvia traída por Georges dejó 1.544 millones de metros cúbicos de agua acumulada en los embalses del país, según fuentes del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
En Holguín, el paso del Huracán causó inundaciones y el desborde de ríos, pero las precipitaciones permitieron aumentar en 88,6 millones de metros cúbicos la reserva de agua embalsada y recuperar el manto freático.
Esto garantizará al menos por un año el suministro de agua a la población de la ciudad de Holguín y permitirá atender los cultivos agrícolas, perjudicados por la intensa sequía, comentó Granma.
En el sector azucarero, algunos informes no oficiales estimaron los daños en más de 160.551 hectáreas de cañaverales, lo que fue calificado de "duro golpe" para los planes de recuperación de esa industria.
Sin embargo, las autoridades responsables del azúcar aseguraron que los perjuicios económicos por efecto de los vientos huracanados "no han sido cuantiosos" y deben aprovechar las precipitaciones varias provincias que apenas habían plantado caña por ausencia de una humedad que garantizara la germinación.
El resultado de la actual zafra azucarera, estimado en 3,1 millones de toneladas, es uno de los más bajos de los últimos 55 años. El desplome de la cosecha anterior influyó en que el producto interno bruto (PIB), que en 1996 registró un aumento de 7,8 por ciento, bajara a 2,1 en 1997.
Cuba viene recurriendo desde 1995 al financiamiento externo para sus planes de recuperación de la industria azucarera, con préstamos a corto plazo y altos intereses.
Debido al embargo de Estados Unidos, la isla no puede acudir a los organismos multilaterales de crédito en busca de préstamos en mejores condiciones. Por otro lado, tampoco ha logrado renegociar su deuda externa con los países miembros del Club de París, estimada en 10.464,5 millones de dólares.
Algunos expertos pronostican que la próxima zafra será sólo ligeramente superior a la actual, debido al deterioro de las plantaciones cañeras, que tardarán varios años en recuperarse.
Sin embargo, el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, mantiene el optimismo. "A pesar de las dificultades y de una zafra muy baja, estamos seguros de que la economía va a crecer", declaró a fines de septiembre.
Rodríguez pronosticó un crecimiento para 1998 de 2,5 a 3,5 por ciento y señaló al turismo como el sector más dinámico de la economía, con ingresos brutos que podrían llegar este año a los 1.800 millones de dólares. (FIN/IPS/pg/ag/en-if/98
