(Arte y Cultura) ESTADOS UNIDOS: Jackie Chan a la conquista de Hollywood

El actor Jackie Chan llegó desde Hong Kong para protagonizar la comedia de acción "Rush Hour" y el éxito de las primeras semanas de exhibición lo catapultó a las cumbres de Hollywood, aunque casi no habla inglés.

La dificultad idiomática de Chan, una estrella de películas de artes marciales en su tierra natal, forma parte esencial del argumento. Los espectadores se mueren de risa cuando el actor negro Chris Tucker, interpretando al policía que lo acompaña en Estados Unidos, trata de hacerse entender.

Y apenas se conocen grita en forma frenética, pero muy lentamente: "¿Comprende usted las palabras que salen de mi boca?".

"Rush Hour" (Hora pico), dirigida por Brett Ratner, es una película que pertenece a un género bastante explotado en Hollywood: un filme de acción en el cual dos hombres muy diferentes se juntan, pelean, matan algunos malvados y terminan como amigos.

Lo habitual es usar la combinación de blanco con negro, como en la serie de "Arma Mortal" o en la de "48 Horas", pero el objetivo es siempre el de acentuar la hermandad entre los hombres, que permite a estadounidenses de razas diferentes unirse para aniquilar una amenaza extranjera, ya sean afrikaneers o psicóticos británicos.

En esta oportunidad Tucker, que representa a un agitado policía de Los Angeles, se combina con el afable Chan, policía de Hong Kong enviado a Estados Unidos para investigar el secuestro de la hija de un diplomático de ese territorio, ocurrido justo en la hora de mayor tráfico, como lo sugiere el título.

Y como ocurre siempre en este tipo de producciones, el hombre rico con acento europeo resulta ser el villano, frente al cual los dos protagonistas se convierten en héroes y además en amigos.

Más allá de su aspecto comercial, "Rush Hour" logra convertirse en una de las comedias más entretenidas producidas por Hollywood en los últimos tiempos, y lo consigue porque Jackie Chan está allí.

Chan ya no se mueve a la velocidad de la luz como lo hacía en las películas de artes marciales que protagonizó y con frecuencia dirigió en Hong Kong, en las cuales no aceptaba dobles para las escenas peligrosas, pero aún conserva una buena dosis de energía.

Sus movimientos característicos, que combinan puntapiés y golpes con comedia y expresiones faciales exageradas, también están presentes en "Rush Hour".

Pero aún no está claro si Chan conseguirá que su personalidad sencilla, su humor diáfano y su habilidad física lo proyecten al estrellato en Estados Unidos, algo a lo cual evidentemente aspira.

Chan forma parte de un grupo de talentosos actores de China y Hong Kong, como Chow Yun Fat, Maggie Cheung, Gong Li y Sammo Hung, quienes junto a los directores John Woo y Tsui Hark incursionan en el mundo del cine de Estados Unidos.

Pero con frecuencia lo único que les ofrecen en Hollywood son papeles estereotipados.

Cheung y Gong Li acaban de protagonizar la última película de Wayne Wang, "La Caja China", en la cual Jeremmy Irons representa a un periodista que asiste a los últimos días de gobierno británico en Hong Kong.

El resultado, sin embargo, está plagado de estereotipos sobre el Oriente que debilitan el debut estadounidense de las dos estrellas.

Chow, por su parte, actuó en "Asesinos Sustitutos", una película donde también abundan los estereotipos, llena de explosiones que parecen destinadas a compensar la carencia de inglés del actor.

Jackie Chan podría ser el que logre una buena dosis de éxito, en especial si consideramos a "Rush Hour" como una muestra de los resultados que podría obtener.

Su actuación está cargada con un tipo de dulzura que podría cautivar a las audiencias occidentales, incluso cuando practica el kung fu. Y, seguramente, el idioma no será un obstáculo: después de todo nunca impidió el éxito de Arnold Schwarzenegger. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lc-ml/cr/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe