Argentina concedió a Croacia la extradición de Nada Luburic, requerida por su responsabilidad en los crímenes cometidos durante la segunda guerra mundial en el campo de concentración de Jasenovac, a 100 kilómetros de Zagreb.
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó oficialmente en la noche del miércoles a la misión diplomática croata la decisión del juez federal de Dolores, Hernán Bernasconi. Luburic será trasladada a Zagreb por policias de Croacia, como establecen las normas argentinas, en un plazo de 30 días.
La extradición de Luburic coincide con la presentación del segundo informe periódico de la Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Argentina (CEANA), que investiga los trámites de extradición y entrega de criminales de guerra.
Luburic, de 72 años y oriunda de Bosnia, es la esposa del ex militar fascista croata y comandante de Jasenovac, Dinko Sakic, quien fue extraditado a Croacia el 17 de junio pasado, también acusado de delitos contra la humanidad y el derecho internacional y crímenes de guerra contra la población civil.
Se estima que en Jasenovac, el campo de concentración más grande de Croacia, fueron asesinados 600.000 hombres, mujeres y niños, en su mayoría serbios, judíos, gitanos y opositores al régimen.
Sakic y Laburic, quien durante los 50 años que vivió en Argentina usó el nombre de Esperanza, tal como consta en los documentos que obtuvo en Italia antes de embarcarse hacia Buenos Aires, "serán juzgados por un tribunal civil en Zagreb", dijo a IPS el cónsul de Croacia en Buenos Aires, Ivo Radovic.
"Son los primeros procesos, vinculados con lo ocurrido durante la guerra, que tienen lugar en Croacia", manifestó Radovic, y aseguró que su país contó con la "total cooperación de Argentina", que ya en septiembre había adelantado su intención de extraditar a Luburic.
Esta es la tercera extradición que Argentina concede bajo el gobierno del presidente Carlos Menem. En 1994, entregó a la justicia italiana al ex oficial de las SS Erich Priebke, responsable en 1944 en la matanza de civiles en las Fosas Ardeatinas, cerca de Roma.
Durante el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), Argentina respondió favorablemente a las solicitudes de extradición presentadas por Alemania de los criminales de guerra nazis Josef Schwammberger y Walter Kutschmann.
"Estas respuestas y las investigaciones que se realizan demuestran el interés de Argentina en aclarar episodios controvertidos de su pasado, en especial los ocurridos durante el período comprendido entre 1933 y 1955″, sostuvo el coordinador del Comité Académico de la CEANA, Ignacio Klich.
La CEANA fue creada en 1997 por un decreto del Poder Ejecutivo, pero no tiene carácter gubernamental y reporta a un panel internacional que integran historiadores, filósofos y escritores de varios países.
El segundo informe, que fue presentado recientemente en Washington, da cuenta de los avances alcanzados por 16 grupos de investigación que funcionan en Argentina, Europa y Estados Unidos.
El que se dedica a indagar en los procesos de extradición abarca los casos registrados en Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica y Chile, así como los presentados en Canadá y Estados Unidos.
"Se basará en la totalidad de los casos conocidos en América Latina y América del Norte, respecto de la cooperación internacional y los procesos de extradición en contra de acusados de crímenes de guerra o contra la humanidad cometidos antes o durante la segunda guerra mundial", dijo Klich.
Las áreas de estudio comprenden la cuantificación de los criminales de guerra que ingresaron a Argentina, el papel de España e Italia como posibles lugares de tránsito de bienes y personas desde la Alemania nazi y las relaciones de los colaboracionistas franceses y belgas con autoridades argentinas.
Otros grupos investigan la absorción de personal nazi por parte de las Fuerzas Armadas argentinas, las transacciones del Banco Central en oro y divisas con los países del Eje, las inversiones nazis y la posible circulación de obras de arte robadas por agentes del Tercer Reich en Europa.
En cuanto a la influencia política, la CEANA avanzó en la identificación de algunos nazis y fascistas de origen latino que se radicaron en el país durante la posguerra.
Según el investigador de la CEANA Cristián Buchrucker, el denominado "grupo latino" focalizó su objetivo en los periodistas, escritores y profesores para llegar con sus ideas allí "donde se estructura el lenguaje político y la cultura política de un país".
Entre los más activos estuvieron Pierre Daye, que militaba en el movimiento fascista belga "Rexismo", el italiano Carlo Scorza, último secretario del partido de Benito Mussolini, y los franceses Jaime María de Mahieu, quien combatió como voluntario en la División Carlomagno de las SS en el frente del Este, y Alberto Falcionelli, integrante del régimen de Vichy, en Francia.
Mahieu, quien también residió y trabajó en Brasil y Canadá, fue profesor de la Universidad de Cuyo y de la privada Universidad del Salvador de Buenos Aires y fundó la Universidad Argentina de Ciencias Sociales. En los años 70, la Universidad de Buenos Aires le otorgó un doctorado honoris causa.
Falcionelli también fue docente en la Universidad de Cuyo y junto con Daye, Mahieu y Scorza escribió libros y publicó artículos en revistas y periódicos.
Según Buchrucker, "la vigencia vertical de tales textos en las instituciones armadas del país contribuyó, sin lugar a dudas, a endurecer la versión argentina de la llamada doctrina de la seguridad nacional hasta mediados de los años 80", la que provocó la desaparición forzada de unas 30.000 personas. (FIN/IPS/va/ag/hd- ip/98