El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, anunció hoy una serie de medidas destinadas a ayudar a América Latina, y en particular a Brasil, a hacer frente a la crisis financiera.
Clinton participará personalmente el lunes en una reunión especial de ministros de Finanzas de países industrializados y emergentes para discutir formas de afrontar la crisis económica mundial.
El anuncio fue realizado este viernes por el propio Clinton, quien se refirió a la crisis como un "precipicio financiero".
El secretario del Tesoro, Robert Rubin, planteó el jueves el actual pensamiento de Washington sobre cómo hacer frente a la crisis que comenzó en Tailandia hace 15 meses, devastó desde entonces gran parte de Asia oriental, la ex Unión Soviética, y ahora amenaza a los mercados emergentes de América Latina.
Washington está particularmente preocupado por América Latina porque constituye su mayor mercado de exportación y, a diferencia de Asia oriental, grandes bancos y empresas estadounidenses realizaron fuertes inversiones en la región, señaló Rubin.
Dentro de América Latina, la principal preocupación de Estados Unidos es Brasil, por lejos la mayor economía de la región.
Washington teme que un ataque especulativo exitoso contra el real, la moneda brasileña, repercuta en todo el continente, reduciendo aún más las exportaciones de Estados Unidos y los ingresos de las grandes empresas estadounidenses.
Durante semanas, Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y representantes del G-7 se han reunido con el fin de juntar un paquete de préstamos superior a 30.000 millones de dólares para ayudar al gobierno de Fernando Henrique Cardoso, en caso de que sea reelecto este domingo.
En realidad, algunas de las medidas específicas anunciadas por Clinton este viernes parecen destinadas a ayudar a Brasil.
Clinton anunció que el presidente del Export-Import Bank viajará pronto a Brasil, Argentina y México para ofrecer una nueva vía de crédito a corto plazo "que permita a las empresas estadounidenses continuar exportando a mercados latinoamericanos críticos".
Así mismo, exhortó a la creación de "un nuevo mecanismo" en el FMI para "ayudar a los países a evitar el contagio" de la crisis.
El mandatario instó a generar en los bancos multilaterales de desarrollo "una nueva capacidad de emergencia" para reformar sistemas financieros débiles y proteger a los países más pobres de la crisis.
Clinton también exhortó al Congreso a aprobar los 18.000 millones de dólares que solicitó por primera vez el pasado enero para el FMI. La falta de aprobación, dijo, sería "imperdonable" dada la intensificación de la crisis.
"Necesitamos el dinero ahora. Para los estadounidenses y sus intereses y para la estabilidad a largo plazo, esto es sumamente importante", dijo. "Podemos alejarnos de este precipicio financiero, pero necesitamos los recursos para hacerlo", agregó.
Mientras Clinton hablaba, decenas de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de más de 180 países comenzaban a llegar a Washington para la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, la semana próxima.
Durante el fin de semana, funcionarios de países en desarrollo se reunirán en el Grupo de los 24, mientras las principales potencias occidentales, que ejercen una influencia preponderante sobre el FMI y el Banco, se reunirán aparte.
También llegarán numerosos líderes de organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo, que en general reclaman una gran reestructuración del sistema financiero mundial y el abandono de las políticas del FMI, porque a su criterio sólo han agravado la crisis.
A sólo dos cuadras de la Casa Blanca, por ejemplo, un grupo internacional de críticos del FMI exhortaron al Congreso a no aprobar la asignación de recursos solicitada por Clinton, aunque 3.400 millones ya fueron aprobados por ambas cámaras.
"El Fondo fue la causa principal de la crisis", afirmó Walden Bello, codirector de Focus on the Global South, una ONG de Bangkok.
Bello señaló que el FMI debe ser reestructurado de manera fundamental antes de recibir nuevos fondos. "Una vez que se le entregue el dinero, no habrá reestructuración alguna", predijo.
"Los que se reunirán (la semana próxima) con el supuesto fin de arreglar la economía mundial deberían complementar esos esfuerzos con políticas internacionales coordinadas para revertir la amenaza de la recesión mundial y crear posibilidades para los que están más abajo", dijo el representante demócrata Bernie Sanders.
"Deberían iniciar, verdaderamente, un 'Nuevo Acuerdo Mundial'," añadió Sanders, líder de la coalición izquierdista del Congreso que se opone a otorgar fondos al FMI. (FIN/IPS/tra-en/jl/ml/if/98