Los cancilleres de los países amazónicos se reunirán el miércoles en Venezuela para relanzar su Tratado de Cooperación, establecido hace 20 años para combinar la búsqueda del desarrollo con la preservación de la gigantesca cuenca.
Hacen parte del acuerdo Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela. La reunión ministerial será precedida por otra del Consejo de Cooperación Amazónica (diplomáticos de alto nivel) los días lunes y martes.
El Pacto Amazónico fue intensamente promovido por Brasil cuando, en los años 70, dirigían el país gobernantes militares con una visión económica desarrollista y una política para afianzarse como potencia militar mediana.
Varios vecinos también eran dirigidos por militares, en contraste con las democracias de Colombia y Venezuela, mientras al norte de la cuenca debutaban en la escena regional dos jóvenes estados no latinos, Guyana y Suriname.
Esa disparidad política dejó al Pacto como un escenario para el intercambio de iniciativas con las que cada estado buscaba compatibilizar la preservación del ambiente con el uso económico racional de territorios bañados por los mismos ríos.
Los 90 muestran un panorama marcado por circunstancias diferentes: la democracia representativa campea en el área, la geopolítica de Brasil cambió hacia su inmersión en la integración regional, y la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992 fijó con la Agenda 21 un programa marco de preservación ambiental.
Sobre esas bases, los cancilleres producirán una Declaración de Caracas, para adecuar y relanzar el Pacto a fin de aprovechar mejor los recursos propios y la cooperación internacional para con sus comisiones y programas, adelantó el venezolano Víctor Carazo, a cargo de la secretaría del acuerdo.
"Estamos en una etapa de transición hacia la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica", lo que se traducirá en impulso a los estudios y proyectos que "lleven mejores beneficios a los moradores de la región", dijo Carazo.
La agenda del IX Consejo de Cooperación, este lunes y martes, pasará revista a los ajustes precisos en el Tratado para captar más recursos financieros, impulsar programas de conservación del bosque amazónico y promover proyectos de apoyo a la producción.
Entre estos se destaca la investigación y protección de los recursos genéticos de la extensa Amazonia, y los esfuerzos para contar con medios de transporte más eficientes, especialmente los aéreos.
El Pacto sostiene además comisiones por área consagradas a la salud, los asuntos indígenas, el turismo, la educación y el desarrollo de la infraestructura.
La Amazonia que comparten los ocho estados firmantes del acuerdo (más una pequeña porción en la Guayana Francesa) es una cuenca de 7.165.281 kilómetros cuadrados, 4,8 por ciento de la superficie emergida del planeta y 40 por ciento de Sudamérica.
Es el bosque tropical húmedo mas extenso (56 por ciento del total mundial), y su flora y fauna constituyen más de la mitad de la biota en el planeta, con numerosas especies aún desconocidas para la ciencia.
Su principal río, el Amazonas, el más caudaloso del mundo, descarga al Atlántico más de 200.000 metros cúbicos de agua por segundo, 15,4 por ciento de las aguas dulces del planeta. Treinta por ciento del área está conformado por ambientes acuáticos.
En las partes bajas de la cuenca viven unos 23 millones de personas, y existen registrados 379 grupos étnicos aborígenes con una tradición milenaria de adaptación a las condiciones heterogéneas de la zona, siendo depositarios de un incalculable bagaje de conocimientos y tecnologías. (FIN/IPS/jz/iet/en/98