AFGANISTAN: ONU enviará delegado para evitar guerra con Irán

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) enviará a Afganistán al enviado especial Lajdar Brahimi para evitar una guerra entre Irán y el movimiento fundamentalista islámico Talibán, en control de más de 90 por ciento del territorio afgano.

Fred Eckhard, portavoz de la ONU, anunció este lunes que, debido al "peligroso grado de tensión que existe entre la República Islámica de Irán y Talibán", Brahimi realizará este miércoles una visita "excepcional" de un día a la ciudad de Kandahar para entrevistarse con funcionarios del movimiento.

Dirigentes de Talibán "aseguraron a Brahimi que se ocuparán de temas que preocupan a la ONU y aún no se resolvieron, sobre todo la revelación de la información obtenida por Talibán en su investigación de la muerte del teniente coronel (Carmine) Calo", declaró Eckhard este lunes.

Calo era un miembro italiano de la misión de la ONU. Fue baleado y murió el 22 de agosto, dos días después de que fuerzas de Estados Unidos atacaron con misiles varios lugares en Afganistán bajo control de Talibán.

El ataque estadounidense fue un intento de castigar al financista saudita Osama bin Laden, residente en Afganistán y acusado por Washington de estar involucrado en los atentados con bombas contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania.

Estados Unidos retiró a su personal internacional de Afganistán luego del asesinato de Calo, atribuido por Talibán a dos paquistaníes residentes en Kabul.

La visita de Brahimi es la primera señal de que la ONU podría reconsiderar reestablecer su presencia tras un lapso de dos meses en que recrudeció la tensión entre Kabul y Teherán.

Brahimi discutirá con las autoridades del Talibán temas de seguridad relacionados con un "posible retorno" a Afganistán del personal de la ONU, explicó Eckhard.

Irán concentró en los últimos días más de 200.000 soldados en su frontera con Afganistán, tras el asesinato de ocho diplomáticos y un periodista iraníes en territorio afgano.

La ira de Teherán también se vio exacerbada por los informes sobre atrocidades contra la minoría hazara -que comparte la fe islámica chiíta con la mayor parte de la población iraní, a diferencia de la inclinación sunita del Talibán- en Bamiyan y otras provincias afganas.

Aunque el presidente iraní Mohamed Jatami sostuvo que Teherán recurrirá a la diplomacia para resolver el enfrentamiento, ambos países acrecentaron la retórica belicista y los movimientos de soldados, mientras Talibán continúa su avance en Afganistán.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, en un informe presentado esta semana ante la Asamblea General, citó denuncias de Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos sobre la "masacre a manos de Talibán" de al menos 2.000 hazaras.

"Talibán negó estas acusaciones e indicó que sus fuerzas tienen órdenes estrictas de no atacar a la población sometida a ocupación", agregó Annan, y señaló que los funcionarios de la ONU no se encuentran ahora en Afganistán para confirmar en forma independiente las denuncias de masacres.

Pero el intento de la ONU de viajar a Bamiyan para evaluar las necesidades humanitarias de la zona se vio obstaculizado por Talibán, que argumenta que aún no es posible acceder por vía aérea a la provincia.

Abdul Hakeem Mujahid, representante de Talibán ante la ONU, afirmó que los combates dañaron las pistas del aeropuerto de Bamiyan, las cuales deben repararse antes de que pueda llegar la misión del foro mundial.

Aun si la visita de Brahimi lograra cierto avances, funcionarios de la ONU no esperan que se reanude totalmente y de inmediato la presencia del organismo internacional en Afganistán.

La conducta discriminatoria de Talibán contra las mujeres y las minorías alejó a la mayor parte de los trabajadores voluntarios, y persisten múltiples desacuerdos entre la ONU y el movimiento fundamentalista, como el encarcelamiento sin acusación formal de tres miembros de su personal contratados en Kabul.

Talibán no ha sido el único criticado por el incremento de la tensión en la región. La ONU, dijo Annan, "recibió denuncias sobre una gran cantidad de extranjeros, en su mayoría de origen paquistaní, que participan en los combates junto al Talibán".

La misión especial de la ONU en Afganistán entrevistó a varios combatientes capturados en Bamiyan que "reconocieron ser paquistaníes, pero aseguraron que son aventureros que en forma independiente luchan por una causa, sin pertenecer a institución oficial alguna del gobierno paquistaní", escribió Annan.

Mushahid Hussein, ministro de Comunicación de Pakistán, declaró a IPS que Islamabad no tiene información que indique que ciudadanos de ese país estén combatiendo en Afganistán. Los analistas creen que Pakistán es el principal apoyo de Talibán, aunque Islamabad niegue su asistencia a todos los bandos.

La Alianza del Norte, que lucha contra el Talibán y cuenta con el respaldo de Irán y varios países de Asia central, también fue acusada de cometer atrocidades contra civiles en las últimas semanas.

Desde junio, la Alianza del Norte atacó a Kabul con al menos 84 cohetes y a menudo golpeó zonas civiles. En una ocasión casi derriba un avión de la ONU, indicó Annan. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq-ml/ip/98

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