Las mujeres de Zambia, sobre todo las de la capital, son tan pobres que llevará más de 10 años de cooperación del gobierno y la sociedad civil equiparar su situación a la de los hombres, según un nuevo estudio.
El informe "Reducción de la Pobreza Urbana y Gobierno en Lusaka", realizado por la municipalidad de Lusaka, indica que la falta de educación es una de las principales razones de la pobreza femenina.
Sólo en Lusaka, 18 por ciento de los jóvenes entre 10 y 19 años de edad son analfabetos, y de esa cantidad 80 por ciento son mujeres.
Por lo tanto, las mujeres no tienen la capacidad básica para obtener empleos y con frecuencia se las margina a ámbitos con poco o ningún ingreso monetario.
"Los salarios más bajos son los de las digitadoras, las enfermeras y el personal auxiliar", señaló el estudio.
Setenta y cinco por ciento de las empleadas públicas de este país de Africa austral también son mujeres y llegan a ganar apenas entre 40 y 50 dólares por mes.
Por cada hombre pobre de Lusaka, existen 12 mujeres en situación similar, y las mujeres están al frente de 12 por ciento de los hogares urbanos, indicó el estudio.
"La pobreza femenina no es algo nuevo. Las mujeres son educadas para depender del hombre y esto debe cesar", dijo Annie Mwewa, empleada bancaria de Lusaka.
"Las pocas mujeres educadas deberían transmitir a las menos privilegiadas el conocimiento y el saber necesarios para adquirir poder económico", sugirió.
En los últimos años, el gobierno aplicó varias políticas para mejorar la enseñanza de las mujeres. El Programa para el Fomento de la Educación de las Niñas, por ejemplo, pretende que la cantidad de niñas en la enseñanza primaria y secundaria iguale a la de los niños.
Otra medida estipula que 65 por ciento de las becas que el gobierno otorga a la enseñanza superior se deben entregar a mujeres, mientras el 35 por ciento restante se otorgará tanto a mujeres como hombres, según sus méritos académicos.
En 1997, Zambia figuró en el lugar número 71 de la Medida de Potenciación de Género del Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas.
Varias organizaciones no gubernamentales (ONG), como la Asociación Cristiana Femenina, Mujeres para el Cambio y el Comité Coordinador de ONG, entre otras, comenzaron programas para ayudar a las mujeres pobres, pero gran parte de su labor consiste en capacitarlas para trabajar en el sector informal.
El informe de pobreza urbana recomendó que se instrumenten políticas para asegurar la igualdad de oportunidades laborales y educativas a las mujeres y hombres de este país.
Pero también advierte que gran parte de la labor dependerá de las ONG, ya que el gobierno está saturado de problemas. Además, "la dependencia del gobierno central para la financiación da pie a la interferencia política", señaló el estudio. (FIN/IPS/tra-en/am/pm/aq-ml/dv-ed/98
