El candidato presidencial favorito en Venezuela, Hugo Chávez, promoverá una reunión con inversores extranjeros para tratar de eliminar los temores que despierta en el mundo financiero por haber atentado contra la democracia y por sus propuestas estatistas en lo económico.
Chávez, un militar ahora en retiro que encabezó en 1992 el primero de los dos cruentos intentos de golpe de Estado de ese año, informó que convocará a principios de octubre a directivos de la banca y a agencias inversoras para explicar su programa.
Afirmó que la invitación a representantes económicos "de todo el mundo" busca que "escuchen de viva voz" cuál es la Venezuela de "la nueva ola" y se convenzan de que su eventual gobierno "no será una combinación de (Adolf) Hitler y (Benito) Mussolini que va a acabar con todo lo que hay".
Chávez dijo que en ese encuentro reafirmará que este país tiene un gran potencial, que requiere la inversión extranjera, y que "no soy el fantasma que andan pintando para alejarles de Venezuela".
Todas las encuestas colocan a Chávez, de 44 años, como el ganador si las elecciones se realizaran ahora y no el 6 de diciembre, con una ventaja entre 15 y 20 puntos sobre el segundo, el empresario y ex gobernador Henrique Salas, de 62.
Chávez iba a participar en la Conferencia de las Américas organizada por el diario Miami Herald en esa ciudad de Estados Unidos, pero las autoridades de ese país volvieron a negarle la visa de entrada, por estar en una "lista negra" de figuras que han atentado contra la democracia en el continente.
Lo que analistas de empresas calificadoras de riesgo y firmas inversoras califican de "efecto Chávez" ha contribuido a un retiro de la inversión de Venezuela.
Venezuela sufre una grave crisis financiera por el hundimiento de los precios del petróleo, de los que depende su economía, y según sus críticos, por la falta de respuesta idónea del gobierno de Rafael Caldera a esa coyuntura, lo que agudizó el deterioro.
Chávez responsabiizó al gobierno de la nueva degradación de los títulos de deuda, realizada por la calificadora Moody's, y afirmó que "el riesgo-país" no lo representa su candidatura sino un gobierno que no sabe como enfrentar la crisis.
El candidato se ha reunido en los últimos días con ministros del gobierno de Caldera, incluido el titular de Planificación, Teodoro Petkoff, en lo que unos y otros han explicado como un acercamiento normal entre quien encabeza los sondeos y quienes deben llevar adelante un proceso electoral transparente.
Salas, abanderado de Proyecto Venezuela, consideró por su parte que la decisión de Moody's y la huida de capitales tiene como factor importante la posibilidad de un triunfo de Chávez, "al que los inversores ven como un coco" (fantasma).
Chávez es respaldado por un Polo Patriótico de grupos de izquierda, por militares que participaron en las asonadas, por grupos de derecha cercanos al último dictador en el país y por sectores empresariales contrarios a la apertura económica.
El candidato desecha las etiquetas de izquierdista o derechista que le endilgan sus adversarios y se autoproclama como soldado "de un alzamiento contra una democracia fenecida y corrupta", que va a promover un cambio radical en el sistema político venezolano, pero en democracia.
Su discurso, con tintes nacionalistas en lo político, cautiva a un sector mayoritario de la población, que quiere ese cambio radical y busca "un vengador" por la caída abrupta de su nivel de vida y el gran deterioro de las instituciones y del modelo democrático surgido en 1958.
Pero al mismo tiempo ha polarizado el país entre sus defensores y sus detractores, lo que según analistas independientes augura un periódo turbulento tras las elecciones, cualquiera sea el resultado.
Su principal oferta electoral, convocar a una Asamblea Constituyente para desalojar al Congreso que será elegido en noviembre, intervenir el criticado Poder Judicial y dar un nuevo piso político al país, también atemoriza interna y externamente, por los visos autoritarios que suma a su propuesta.
Chávez dijo en una intervención promovida por Acción Agropecuaria que "soy respetuoso de la propiedad privada", en un mensaje también para el interior de Venezuela, ante versiones de que promete a sus adeptos la ocupación de propiedades.
Acción Agropecuaria es una nueva agrupación política creada por grandes productores agrícolas contrarios a la libre importación en el sector, y se constituyó en apoyo de Chávez.
El líder del Movimiento V República, el grupo que creó cuando en 1994 Caldera lo puso en libertad junto con otros participantes en las asonadas golpistas, dijo que su gobierno brindará a los inversores la seguridad jurídica que demandan.
También se pronunció contra la devaluación del bolívar, que analistas locales e internacionales indican que está sobrevalorado, y aseguró que es contrario al control de cambios, al igual que a tasas de interés muy altas y a una moneda débil.
Chávez aseguró que tiene gran interés que lleguen a Venezuela capitales con propósitos específicos, como los de Estados Unidos para desarrollar el sector de hidrocarburos extrapesados de difícil comercialización, los de Francia para desarrollar el ferrocaril, o los de China para mejorar la producción de arroz. (FIN/IPS/eg/ff/ip/98