SUDAN: Combatientes se apoderan de ayuda a víctimas de catástrofe

Parte de la ayuda de emergencia destinada por organizaciones internacionales a cientos de miles de damnificados por las inundaciones, la sequía y el hambre en Sudán es desviada por combatientes en el sur de este país de Africa, según funcionarios de la ONU.

La Operación Salvavidas Sudán, de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), acusó a los bandos en pugna en la guerra civil de apoderarse de los alimentos dirigidos a las víctimas del hambre.

Las frecuentes prohibiciones de vuelos a la región de parte del gobierno sudanés también obstaculizaron la distribución de alimentos a las víctimas.

"Existen pruebas de que la comida distribuida no le llegó a la gente a la que estaba dirigida. Parte se destinó directamente a los combatientes", denunció Hamish Young, de la oficina en Nairobi del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Pero el insurgente Ejército Popular para la Liberación de Sudán (SPLA), que combate contra el gobierno en el sur, negó las acusaciones de Young.

"El SPLA tiene una política clara con respecto a la ayuda de alimentos. La ayuda no puede y no debe ser utilizada" por el grupo insurgente, declaró el representante rebelde Kosti Manibe.

César Mazzolari, obispo católico de Rumbek, dijo que "no hay comida para todos". "Vi madres con sus hijos que, luego de caminar toda la noche, se caían por el hambre al saber que la distribución de alimentos había terminado", agregó el religioso.

MedAir, una organización suiza, informó que ya empezó a entregar ayuda de emergencia a 8.000 hogares de Bor, la zona austral más afectada por las inundaciones, donde el río Nilo rebasó sus márgenes debido a las fuertes lluvias que cayeron sobre el lago Victoria, el mayor de Africa.

La agencia Servicios de Ayuda Católica (CRS) también anunció que aportará cuatro millones de dólares para los necesitados del sur de Sudán.

"Debemos actuar ahora para salvar vidas. La gente se muere de hambre y a pesar de la guerra civil y el peligro para nuestro personal, sentimos que debemos ayudar a la gente que necesita desesperadamente nuestra ayuda", declaró esta semana Kenneth Hackett, director ejecutivo de CRS.

Doce de los 29 estados de Sudán, situados junto al Nilo, que tiene su origen en el lago Victoria y las montañas de Etiopía, se encuentran inundados. El desastre expulsó de sus hogares al menos a 200.000 familias.

El Nilo también inundó más de 1.000 kilómetros del estado septentrional de Sudán, fronterizo con Egipto, anegando aldeas, tierras agrícolas y dejando sin hogar a la mayor parte de la población rural, explicó la Cruz Roja.

Las víboras y los escorpiones también son un peligro para las víctimas del desastre, agregó.

"Las inundaciones son las peores desde 1988, pero en muchos lugares el agua se encuentra por encima del nivel de entonces. Quizá sean las peores de la historia", dijo el director sudanés de la Media Luna Roja, Said Omer Osman Mahmoud.

El agua sigue en ascenso y a su paso sumerge pistas de aeropuertos y carreteras que podrían ser utilizadas para transportar la ayuda de emergencia. Esta semana, al menos tres países árabes, entre ellos Libia y Egipto, enviaron ayuda.

Las provisiones incluyen alimentos, medicinas e insecticidas para controlar mosquitos, moscas y otros insectos nocivos que son plaga en la región.

La mayoría de las agencias concentraron la ayuda de emergencia en el sur, donde en los últimos cinco meses padecieron hambre unos 2,6 millones de personas.

La región austral de Bahr el Ghazal, donde miles de personas murieron de hambre, sufre los efectos múltiples de la combinación de la guerra civil, la sequía y el posterior fracaso de las cosechas.

Las inundaciones agravaron la hambruna y muchas personas sobreviven a base de frutas silvestres y hojas. En julio, entre 70 y 80 personas morían de hambre todos los días en la localidad de Wau, en Bahr el Ghazal.

Muchas víctimas en la zona perdieron la mayor parte de sus posesiones y acampan en el monte sólo con algunos instrumentos de cocina, cabras y pollos, y los alimentos que les quedaron de 1997, informó MedAir.

"Los cultivos se están pudriendo en los campos. Expuesta a las inclemencias del tiempo, la gente es vulnerable a las enfermedades relacionadas con el frío", aseguró la organización.

"Aunque la situación empeora en todo el Nilo, la zona del Bor es la más afectada. Al menos hay 66.000 personas más que necesitan ayuda sólo en Bor", señaló MedAir.

El grupo CRS, que opera en la localidad austral de Rumbek, indicó que 100.000 personas se refugiaron en el pueblo huyendo de las inundaciones en otras zonas. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/aq-mj/dv ip/98

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