El presidente de Rusia, Boris Yeltsin, renunció a sostener la candidatura de Viktor Chernomyrdin, bloqueada por el parlamento, y propuso en su lugar al canciller Yevgeny Primakov para la jefatura del gobierno.
La principal virtud de Primakov, a los ojos de la fracturada Duma (cámara baja del parlamento), es su falta de ambiciones presidenciales y filiación política, y en segundo lugar cuentan sus buenos antecedentes como canciller y experto orientalista.
Su nominación puso fin a la parálisis política originada en la insistencia de Yeltsin en imponer como primer ministro a Viktor Chernomyrdin, quien fue rechazado dos veces por la Duma.
Un tercer rechazo podría haber tenido graves consecuencias políticas, dado que habilitaba al presidente a disolver el parlamento.
Se prevé que la confirmación de Primakov como primer ministro será una mera formalidad, ya que cuenta con el respaldo de casi todos. Una vez que su designación fue aprobada por los comunistas, fue rápidamente aceptada por nacionalistas y liberales antes de obtener el sello de aprobación del Kremlin.
"Debemos confirmar un primer ministro que no sea destituido en tres meses. No debe pertenecer a ningún partido político", dijo a la Duma el liberal Grigory Yavlinski antes de la votación que rechazó por segunda vez a Chernomyrdin, el lunes.
"Debe tener suficiente autoridad política, ser conocido en el mundo y carecer de ambiciones presidenciales. Esa persona es Yevgeny Maximovich Primakov", sentenció.
El economista Nikita Moiseev, miembro de la Academia Rusa de Ciencias, señaló que "al nuevo primer ministro le espera la dura tarea de hacer frente a la crisis", por lo que "tendrá que pensar rápido".
Primakov nació hace 68 años en Kiev, Ucrania, pero pasó su juventud en Tbilisi, la capital de Georgia. Se graduó en la Facultad de Estudios Orientales de Rusia en 1953, y trabajó como corresponsal extranjero en Medio Oriente.
En la década de 1970 se transformó en subdirector del influyente Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, y posteriormente encabezó el Instituto de Estudios Orientales de Moscú.
Primakov es miembro de la prestigiosa Academia de Ciencias, y tiene un doctorado en economía. Electo para el parlamento soviético en 1988, presidió la cámara durante casi un año, entre 1989 y 1990.
En 1990 se incorporó al consejo presidencial del ex presidente Mijail Gorbachov, y tras el colapso de la Unión Soviética, en 1991, asumió la dirección del Servicio de Inteligencia Exterior, uno de los sucesores de la policía secreta soviética KGB.
En enero de 1996, Primakov reemplazó en la cancillería a Andrei Kozyrev, considerado como una figura prooccidental. Primakov, en cambio, es visto como opositor al papel central de Estados Unidos en el mundo, en particular en Medio Oriente.
Su mediación ante Iraq en la víspera del ataque encabezado por Estados Unidos contra las fuerzas iraquíes en Kuwait, en 1991, enojó a Washington. Como canciller, logró hacer que Rusia, aunque debilitada tras la disolución de la Unión Soviética, continuara haciendo oir sus puntos de vista en la escena internacional.
"Actualmente, Yevgeny Primakov es uno de los estadistas más calificados de Rusia", dijo a IPS Eleonora Merkulova, profesora de la Academia Diplomática, que funciona dentro de la cancillería de Rusia.
La única mancha en sus antecedentes data de fines de septiembre del año pasado, cuando circularon rumores de que Primakov había ofrecido su renuncia ante la conducta de su ex vice, Ivan Kuznetsov.
Kuznetsov fue acusado de prestar dos millones de dólares de fondos del Estado a intereses por debajo del mercado a una empresa rusa operando en Nueva York, donde se desempeñaba como cónsul general en ese momento. El dinero no fue recuperado.
Después Primakov respaldó el intento de Kuznetsov para convertirse en embajador en Irlanda, pero fue rechazado por el Kremlin, una medida considerada como medida de la desaprobación presidencial.
Sin embargo, la nominación de Primakov fue ampliamente saludada por políticos rusos. "Creo que su candidatura tendrá un respaldo sólido en la Duma. El buen sentido prevaleció esta vez", dijo a los periodistas el líder comunista Gennady Zyuganov.
Los comunistas abrieron paso a Primakov agregando el lunes su nombre a su lista de candidatos "aceptables". Irónicamente, Primakov intentó en ese momento rechazar el puesto. "Declaro inequívocamente que no estoy de acuerdo con esto", dijo en una declaración.
Pero la voluntad de la Duma y el Kremlin estaba en su contra. Sólo el ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky lo rechazó, calificándolo de "pro-estadounidense". Los liberales demócratas de Zhirinovsky tienen unos 50 diputados en la Duma de 450 escaños y probablemente voten solos contra Primakov.
Primakov podría retener la cartera de Relaciones Exteriores, y se espera que continúe la política rusa de construir relaciones más fuertes con los vecinos orientales de Rusia, en especial China y Japón, y otros países en Asia, Africa y Medio Oriente.
Bajo los términos de la constitución, la próxima votación por Primakov será la tercera de Yeltsin, y la última oportunidad de que quede instalado el primer ministro de su elección. Si su nominado vuelve a ser rechazado, el presidente debe disolver la Duma, profundizando la crisis política.
La Duma, liderada por los comunistas, amenazó con instituir los procedimientos de juicio político si Yeltsin intenta forzar la aprobación de Chernomyrdin una tercera vez.
La ley de juicio político ya elaborada, habría evitado que Yeltsin disolviera la Duma hasta que los procedimientos estuvieran completos, lo cual posiblemente se prolongara hasta la primavera (boreal) del año próximo.
Los elementos para el juicio político, la participación de Yeltsin en la disolución de la Unión Soviética, la disolución del parlamento en 1993 y la guerra en Chechenia, no hubieran atraído una amplia base política en la Duma.
Chernomyrdin dijo que se retiraba como nominado, para evitar convertirse en un obstáculo a la estabilidad. "Si Chernomyrdin divide a la sociedad, entonces renuncio", expresó. (FIN/IPS/tra-en/sb/rj/ml-lp/ip/98
