RUSIA-EE.UU.: Cumbre evita tema de la corrupción

La cumbre finalizada hoy en esta capital entre los presidentes de Rusia, Boris Yeltsin, y de Estados Unidos, Bill Clinton, evitó el tema de la corrupción, pese a los pedidos de las ONG y a que Moscú atribuye a este problema sus males económicos.

"En general aquí se cree que la corrupción está en la raíz de la crisis económica del país", dijo Diederik Lohman, representante en Moscú de la ONG (organización no gubernamental) estadounidense Human Rights Watch, que intentó sin éxito hacer que Clinton convirtiera a la corrupción en el tema central de la cumbre.

"El gobierno de Rusia está plagado de corrupción, y los problemas más urgentes del país -atrasos crónicos en el pago de salarios y pensiones, evasión fiscal- son a menudo una consecuencia de ella", agregó.

El mismo día de la llegada de Clinton a Moscú, el martes, el viceprimer ministro de Finanzas, Vladimir Petrov, fue detenido por cargos de corrupción.

Petrov, de 43 años, está acusado de aceptar enormes sobornos a cambio de ayudar a un gran banco ruso (no mencionado) a minimizar sus pérdidas cuando el gobierno decidió suspender los reembolsos de los bonos del tesoro GKO, de corto plazo y alto rendimiento, la semana pasada.

El diario The Moscow Times destacó este miércoles que, "mientras el gobierno solicitaba en julio 15.000 millones de dólares al FMI, un estudio del Kremlin citado por (la agencia de noticias rusa) RIA Novosti estimaba que la corrupción cuesta a Rusia entre 15.000 y 20.000 millones de dólares por año".

La atención se concentra cada vez más en los multimillonarios rusos que compraron industrias y bancos del Estado, además de adquirir intereses en medios de prensa y partidos políticos. Esta oligarquía ejerce en forma encubierta un enorme poder político difícil de rastrear, mucho más de detener.

El ex viceprimer ministro Boris Nemtsov es uno de los que condenan a "los oligarcas y sus grupos financieros, que no pagan impuestos y se comportan como una fuerza de ocupación".

Según el Centro para el Desempeño Económico, un gabinete de estrategia de la Facultad de Economía de Londres, los 100 mayores evasores son responsables de más de 40 por ciento del déficit fiscal del país.

Esas mismas 100 empresas fueron las principales beneficiarias de la venta barata de bienes del Estado y otros favores públicos.

"La corrupción devastó instituciones públicas cruciales para el desarrollo económico a largo plazo, el imperio de la ley y la protección de los derechos humanos, y es difícil estimar en qué medida afectó la confianza pública en esas instituciones", declaró Human Rights Watch.

"Las llamadas reformas de mercado de Rusia fueron realizadas por políticos incompetentes y demasiado confiados en sí mismos, como (el ex viceprimer ministro) Anatoly Chubais", afirmó Sergei Rogov, director del Instituto Estados Unidos-Canadá, un grupo de estrategia de Moscú.

"Desafortunadamente, Estados Unidos apoyó esas reformas, lo cual provocó un desastre en Rusia", lamentó Rogov.

Desde sus primeros días en el poder, dijo Rogov, Yeltsin se volcó a Occidente y a Estados Unidos en busca de consejo, adoptando los principios de la "terapia de shock" basada en la privatización y el libre mercado, de moda en la época de la fractura de la Unión Soviética.

La riqueza de Rusia se vendió mediante subastas de privatización y se consolidó en las manos de una oligarquía derivada de las filas de la ex elite soviética, enriquecida a expensas del Estado.

Ahora unos 80 grupos financiero-industriales, incluyendo 1.000 empresas y 100 bancos, están registrados en Rusia, aunque en 1994 había sólo seis. Su valor se estima en miles de millones de dólares, en especial en recursos naturales como diamantes, gas y petróleo.

"Lo que sucedió es que crearon una clase de nuevos ricos y dejaron a la gente común sin nada", dijo David Dyker de la Escuela de Estudios Europeos, de la Univerisdad de Sussex, en Gran Bretaña.

"Los monopolios simplemente cambiaron de manos. Hubo una privatización masiva sin construir infraestructura para una economía de mercado, porque el gobierno era demasiado débil y demasiado corrupto", destacó el académico.

El problema de la corrupción atraviesa todos los niveles del gobierno. La semana pasada, el Ministerio del Interior brindó detalles de una investigación de tres años en el Comité de Aduanas del Estado.

La corrupción en esa dependencia le costó al Estado unos 30 millones de dólares en impuestos no pagados solamente en cigarrillos.

El presidente del comité de Aduanas, Valery Draganov, dijo a los periodistas el fin de semana que las empresas dirigidas por las hijas y el yerno de su antecesor, Anatoly Kruglov, sacaron del país productos sin registros de aduanas, mientras la esposa de Kruglov supuestamente encabezó una empresa de un grupo de contrabandistas.

Grigory Yavlinsky, dirigente del grupo liberal Yabloko, acusa al primer ministro Viktor Chernomyrdin de crear un "sistema económico extremadamente ineficaz y semicriminal" durante sus mandato anterior de cinco años.

Pero Chernomyrdin tiene suficiente respaldo empresarial. Fundó la empresa más rica de Rusia, Gazprom, que produce un cuarto del gas natural del mundo, y 40 por ciento de la cual aún está en manos del Estado. Gazprom ha tenido ganancias netas de unos 8.000 millones de dólares al año.

Lohman es igualmente crítico. "La redesignación de Viktor Chernomyrdin como primer ministro cuestiona la determinación del gobierno por luchar contra la corrupción". (FIN/IPS/tra-en/sb/rj/ml-lp/ip/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe