El Islam promueve la paz y el entendimiento, no la violencia, afirmaron varios dirigentes musulmanes de Africa, preocupados por la creciente tendencia a asociar su religión con el terrorismo.
"Realmente es una pena que siempre que hay un ataque de bomba en alguna parte del mundo se considere que fue un trabajo de terroristas islámicos", dijo Mamahh Zakari, maestro del Colegio Islámico Lomé, en Togo, en relación a los atentados a las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania el 7 de agosto.
"Los estadounidenses y sus aliados occidentales han propagado esa idea en los medios de comunicación internacional. Eso es injusto y debe detenerse. De lo contrario podría haber tensión entre las comunidades musulmanas y los pueblos con los cuales ellas conviven", agregó Zakari.
Los países islámicos de Africa condenaron la respuesta de Estados Unidos a los atentados a sus embajadas, que consistió en ataques con misiles a una planta química en Sudán e instalaciones en Afganistán que supuestamente pertenecían a grupos terroristas.
El gobierno de Bill Clinton argumentó que ambas instalaciones respondían al empresario saudita Osama bin Laden, quien, según él, lidera una red de terroristas islámicos.
Pero la tendencia a diabolizar el Islam no se limita a Occidente.
A mediados de agosto, el diario en idioma suahili Taifa Leo, de Kenia, publicó una historieta mostrando a un terrorista rezando de rodillas junto a su camello, agradeciendo a Dios por matar a 247 personas en Kenia y 10 en Tanzania en los atentados a las embajadas.
En la misma semana, el East African Standard, un periódico en inglés, publicó una historieta similar.
Estas publicaciones molestaron a los líderes musulmanes en Kenia, que realizaron una conferencia de prensa para defender al Islam.
Los musulmanes de Africa Occidental también están preocupados. En Senegal, donde más de 80 por ciento de la población de ocho millones son musulmanes, expertos islámicos se preguntan por qué Estados Unidos siempre culpa al islamismo por los actos terroristas en el mundo.
Baraham Diiop, presidente de la Federación de Ulemas de Senegal, afirmó que el Islam promueve la paz, la tolerancia y el diálogo, y que está contra toda forma de violencia y terrorismo, cualquiera sea su objetivo.
"Invocar el Islam al usar un arma para un acto terrorista va contra las recomendaciones del sagrado Corán", dijo.
Los ulemas son sabios y doctores en la ley musulmana que interpretan el Corán.
En Camerún, Sani Aladji, jefe del Frente Social Democrático en Yaoundé, observó que "generalmente el islam defiende la negociación y la flexibilidad".
Pero Clement Ekoue, profesor de arte en Lomé, capital de Togo, opinó que "en la medida en que el Corán permite una guerra santa, allana el camino para la violencia".
Thomas Wotodzo, que enseña matemáticas en una escuela de la misma ciudad piensa que "normalmente los jefes musulmanes no son muy tolerantes. Todavía recordamos el edicto de muerte contra el escritor Salman Rushdie por su libro Los Versículos Satánicos".
"Vemos ese tipo de conducta entre algunos de nuestros correligionarios, que apelan a la violencia por simples discusiones sobre el Corán o el Islam", agregó.
Para Wotodzo, "se deben crear leyes para luchar contra la creación de sectas de naturaleza política. Las actividades de las asociaciones islámicas que defienden el fundamentalismo y que tienen vínculos con el mundo exterior se deben controlar cuidadosamente".
Ganiyou Salami, un musulmán togolés que preside el Grupo de Investigación sobre Democracia y Desarrollo Económico en su país, dijo en cambio que "no hay nada violento en el Islam como religión, pero la violencia florece cuando hay sectas que toman elementos del Islam", dijo .
"Hay una relación entre esos grupos fundamentalistas y la violencia, pero es algo que no se limita al Islam: se encuentran los mismos problemas en el cristianismo", agregó. (FIN/IPS/tra-en/di mj/ip-cr/98
