Los gobernantes de países francófonos de Africa central rompieron el silencio sobre el conflicto de República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), que enfrenta al gobierno del presidente Laurent Kabila con fuerzas insurgentes.
Los presidentes de Gabón, Omar Bongo, de Chad, Idriss Deby, de Congo, Denis Sassou-Nguesso y de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, el primer ministro de Camerún y el ministro del Interior de Angola emitieron una declaración sobre el conflicto, en una cumbre realizada el jueves en Libreville.
"Nos preocupa profundamente la situación de RDC y los estados de Africa central no pueden permanecer indiferentes. Decidimos contribuir con las iniciativas emprendidas por la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral, la Organización de Unidad Africana y la Organización de las Naciones Unidas", declaró Bongo.
"Nuestro deber es hacer todo… para hallar una solución viable. Debemos hablar, básicamente al menos, a través de una voz", dijo el presidente de Gabón.
La declaración de los gobernantes pidió el cese del fuego y el retorno de la democracia en RDC, y propuso la formación de una fuerza de paz regional en Africa central.
La cumbre de Libreville tuvo lugar después de una gira que Kabila realizó entre los días 10 y 13 por República Centroafricana, Chad y Gabón.
El presidente de Namibia, Sam Nujoma, asistió a la cumbre como representante de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral (SADC). Fuerzas de Namibia, Angola y Zimbabwe, integrantes de la organización, combaten a los rebeldes junto al ejército de RDC.
Ruanda, la vecina Uganda y las fuerzas insurgentes de RDC no fueron invitadas al encuentro porque, según observadores, este no tuvo el fin de negociar la paz, sino de otorgar al bloque regional francófono la oportunidad de romper su silencio sobre la crisis en RDC.
Kinshasa acusó a Uganda y Ruanda de apoyar a los insurgentes.
RDC y la mayoría de las colonias francesas y belgas en Africa pertenecen a la familia francófona, un grupo mundial de países de habla francesa. Guinea Ecuatorial, una ex colonia española, también integra el grupo.
A diferencia de los países de SADC, que en su mayoría apoyaron a Kabila poco después de que se desencadenó la rebelión el 2 de agosto, el bloque francófono de Africa central se mantuvo en silencio sobre el conflicto.
Para algunos analistas, ese silencio se debió a falta de interés. Pero para otros fue una expresión de desaprobación hacia Kabila, ya que muchos de los gobernantes francófonos apoyaron al dictador Mobutu Sese Seko, antecesor del actual presidente de RDC.
Según el semanario independiente Jeune Afrique, Bongo tiene sus propias ideas sobre cómo resolver la situación en RDC.
Entre otras cosas, el presidente de Gabón propone democratizar a RDC y repatriar a los congoleños residentes en el exterior, incluso los funcionarios que huyeron cuando Kabila derrocó a Mobutu, en mayo de 1997.
Bongo también estaría a favor de permitir la actividad de los partidos políticos, que Kabila prohibió poco después de llegar al poder, y de la formación de una asamblea de reconciliación, presidida por Kabila. Esta idea se interpreta como un rechazo a la rebelión.
En los primeros días de la guerra civil en RDC, que se desató el 2 de agosto cuando Kabila ordenó la salida del país a fuerzas ruandesas que lo ayudaron a derrocar a Mobutu, el presidente acusó a Estados Unidos, Bélgica y Francia de querer arruinar a su país.
Ese mes se organizó una manifestación contra Francia fuera de la embajada francesa de Kinshasa.
Pero luego de reconocer que las fuerzas de SADC enviadas para ayudar al gobierno no bastaban para superar a los rebeldes, Kabila cambió de parecer y recurrió al grupo francófono, al que había ignorado hasta entonces.
Ello hizo que el ministro francés de Cooperación y la Familia Francófona, Charles Joslin, pidiera a RDC que aclare su posición frente a Francia. "Algunos funcionarios convirtieron a Francia en chivo expiatorio mientras pedían ayuda. Es hora de que aclaren su posición", declaró.
Joslin también pidió el diálogo entre los bandos en conflicto. "El reestablecimiento de la paz es una condición previa ya que tememos que esta guerra se prolongue", dijo. (FIN/IPS/tra-en/nrn/kb/aq/ip/98
