Los precios del petróleo muestran señales de recuperación parcial, tras la fuerte caída de este año, pero en la semana que culmina también hubo elementos que anuncian bajos valores hasta entrado el nuevo siglo.
La mejor noticia de la semana para los exportadores petroleros fue que en el mercado de futuros de Nueva York, el tipo Brent del mar del Norte se cotizó este viernes a 14,17 dólares el barril para noviembre, más de un dolar y medio sobre su valor actual y 0,63 por ciento de alza respecto al jueves.
El Ministerio de Energía de Venezuela indicó en su boletín semanal del comportamiento mundial del mercado que el Brent cerró la semana a 12,71 dólares el barril, en una alza de centavos respecto al viernes anterior.
El débil repunte de los precios se sostuvo por quinta semana en los crudos marcadores del mercado, después de que el 14 de agosto acabó la última ola bajista, en un año en que los valores petroleros cayeron 32 por ciento y, en términos reales, se hundieron a niveles de 1972.
El mercado de futuros mostró finalmente la animación que la cercanía del estacional factor del invierno en el Norte industrial produce en la demanda, un ingrediente en favor de una recuperación aunque sea coyuntural en los precios que tardaba en verse en el mercado.
El peor dato de la semana fue que la segunda empresa privada de petróleo, la angloholandesa Dutch-Shell, vió este viernes caer cerca de seis por ciento sus accciones, tras anunciar el cierre de cuatro sucursales europeas ante un panorama sombrío para el sector.
El presidente de Shell, Mark Moody Stuart, pronosticó que la recuperación de los precios será lenta, por la saturación del mercado y el ahondamiento y extensión de la crisis asiática detonada 14 meses atrás.
Shell no espera que en el próximo trienio los precios del Brent salgan de un rango entre 12 y 16 dólares, cuando en 1996 su barril se cotizó a un promedio de 20,7 dólares y en 1997 a 19,06.
La cesta referencial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cerró la semana a 12,47 dólares, frente a los 12,34 dólares de la semana previa, lo que coloca su promedio del año en 12,69 dólares, frente a los 18,68 de 1997.
El marcador de Estados Unidos, el West Texas Intermediate, se cotizó a 14,64 dólares, frente a los 14,51 del viernes 11. Su promedio del año se situó en 14,88 dólares el barril, contra los 20,56 de 1997.
El cóctel de exportación venezolano se transó a 10,86 dólares, frente a los 10,65 de una semana antes, para promediar en 1998 11,05 dólares, 4,27 menos que en 1997.
La semana también estuvo signada por el encuentro de Alí Al Naimi, ministro petrolero del mayor exportador mundial, Arabia Saudita, con sus colegas de países otros productores de la península arábiga.
La celebración del encuentro fue suficiente para mantener la tendencia alcista de los precios, según dijeron este viernes comentaristas del comportamiento del mercado.
Pero, al contrario de lo que algunos habían anticipado, el encuentro finalizó el miércoles sin decidir un nuevo recorte de extracciones y con un simple llamado a los demás miembros de la OPEP a cumplir con sus compromisos voluntarios de reducción.
No trascendió si los productores del Golfo Pérsico (Arábigo) decidieron esperar señales más claras del mercado para hacer efectiva o no su manifestada voluntad de un tercer recorte productivo, o pretenden presionar en la conferencia de la OPEP en noviembre a que la organización adopte tal medida.
Un día antes, en Venezuela, la ministra de Energía encargada, Dolores Dobarro, precisó que este país no proyecta realizar ningún recorte adicional, después de cumplir con los 525.000 barriles por día (bpd) a que se comprometió en dos etapas a limitar su extracción para estabilizar los precios.
El sector petrolero venezolano debió despedir a 6.700 personas en los últimos dos meses por el cierre de actividades exploratorias y productivas, a fin de cumplir con el compromiso asumido por la OPEP e independientes.
El rechazo a nuevos recortes es secundado por el otro gran exportador latinoamericano, México, el país que abanderó la participación de los productores ajenos a la OPEP en el esfuerzo por limitar la sobreoferta en el mercado, a raíz del llamado Pacto de Ryad.
México, Arabia Saudita y Venezuela motorizaron desde marzo ese pacto, que llevó al compromiso de los 11 miembros de la OPEP a retirar desde julio 2,6 millones de bpd del mercado, completado por 500.000 bpd de México y otros exportadores no OPEP.
Diferentes supervisores independientes del mercado indicaron que en agosto, la OPEP cumplió en más de 90 por ciento su recorte colectivo, pero que ese esfuerzo fue neutralizado en parte por la mayor oferta de pequeños productores de Asia y Africa.
Un análisis difundido esta semana por el diario venezolano El Universal añadió un elemento cuya incidencia es aún una incógnita: 75 por ciento de la oferta actual está suministrada por productores de altos costos y bajas reservas, que con los actuales precios presentan una escuálida rentabilidad. (FIN/IPS/eg/ff/if/98