Los precios internacionales del petróleo concluyeron la semana con una cotización inferior al hundido valor promedio del barril durante el año, en una tendencia que no muestra variaciones optimistas en el mercado de futuros.
En particular, los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se sienten atrapados en una situación en que sus esfuerzos por animar los precios son trabados por la actuación de otros productores.
El West Texas Intermediate (WTI), el crudo marcador de Estados Unidos, se cotizó este viernes en el mercado de Nueva York para octubre a 13,34 dólares el barril, sólo seis centavos por encima de su cierre esta semana.
Los 11 miembros de la OPEP redujeron sus respectivas producciones desde abril, con un impacto de pérdidas de puestos de trabajo importantes en algunos países como Venezuela y con la esperanza de que los precios se recuperarán a partir de este mes, al entrar en un ciclo estacional alto para la demanda.
Pero las cada vez más firmes previsiones de que la economía mundial entra en una etapa recesiva, al mantenerse y extenderse la crisis detonada en Asia hace 14 meses, están contrayendo día a día la demanda prevista para este periodo.
En tanto, pequeños productores de petróleo situados en Africa y Asia, y que son exportadores residuales, están lanzando al saturado mercado volúmenes de entre 5.000 y 20.000 barriles por día (bpd), que totalizan en torno a medio millón de bpd.
Otro factor que incide en una sobreoferta calculada en dos millones de bpd es el de la imprevista exportación de Rusia de unos 800.000 bpd de combustible diesel, un excedente por el desplome de la producción industrial con el que busca las divisas que le urgen.
Además, Iraq, miembro de la OPEP pero que no participa en los recortes por su situación especial desde la derrota en la guerra del Golfo en 1991, está bombeando al mercado más de lo previsto.
Iraq estaría exportando más de los esperados 400.000 bpd para ganar los 2.000 millones de dólares que le asignó este semestre el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dentro de su acuerdo de "petróleo por alimentos".
El Ministerio de Energía de Venezuela indicó, en su boletín semanal sobre el comportamiento de los precios de los tipos que marcan el mercado petrolero mundial, que el crudo Brent del Mar del Norte cerró a 12,64 dólares por barril.
Ese nivel es inferior al promedio del Brent en lo que va de año, que se sitúa en 13,25 dólares, aunque es mejor que el valor del viernes 4, que fue de 12,33 dólares.
En 1997 el valor promedio del Brent fue de 19,06 dólares.
La cesta de siete crudos de la OPEP se cotizó este viernes a 12,34 dólares, frente a 11,98 dólares de la semana prevía, 12,7 dólares del promedio del año y 18,68 dólares de 1997.
El WTI se transó este viernes a 14,51 dólares, frente a los 13,79 de hace una semana, los 14,88 del promedio del año y los 20,56 dólares de 1997.
El coctel de exportación venezolano valió este viernes 10,62 dólares, contra los 10,21 de la semana anterior, los 11,06 del promedio del año y los 16,32 dólares de 1997.
Los precios se mantienen sin salir del piso, pese a que fuentes independientes reconocieron que la OPEP cumplió en 90 por ciento el nivel de 2,6 millones de bpd de recortes decididos en marzo y junio, y que según los planes deben completarse este mes.
La OPEP produjo en agosto 2,347 millones menos de bpd que lo que extraía en marzo, indicaron las mediciones independientes, mientras no se informó si los exportadores independientes encabezados por México cumplieron en la misma medida el recorte de medio millón de bpd.
Un informe del gobierno de Estados Unidos indicó esta semana que la OPEP obtendrá este año, en terminos reales, sus más bajos ingresos desde 1972, un año antes del primer "schok" petrolero que impulsó la estratégica materia prima.
Se calcula que los miembros de la OPEP percibirán este año 101.000 millones de dólares, 32 por ciento menos que en 1997, lo que ha obligado a sus gobiernos a drásticos ajustes fiscales y monetarios ante el desplome en los ingresos de "petrodólares", de los que son altamente dependientse sus economías.
Algunos ministros de miembros de la OPEP, como el kuwaití Saud Nasser Al-Sabah, dieron a entender esta semana que si el mercado no reacciona a este recorte colectivo, deberá pensarse en una reducción adicional cuando la organización se reúna en noviembre.
Pero el ministro venezolano Erwin Arrieta desechó cualquier nueva merma de la oferta de la OPEP. "No habrá mayores recortes hasta junio de 1999", cuando concluye el pacto voluntario de reducción asumido en dos conferencias de la organización, aseguró.
La empresa estatal Petróleos de Venezuela debió comprometerse esta semana a reactivar 22 de los 74 taladros cerrados para cumplir los 525.000 bpd de recorte comprometidos, para evitar una huelga de empleados, en protesta por la pérdida de unos 6.000 empleos en las empresas contratistas del sector.
Rilwanu Lukman, secretario general de la OPEP, terció al indicar que la cuestión no es sólo que la organización mantenga los cortes comprometidos sino que el repunte de los precios requiere que se sumen a esta estrategia los demás exportadores.
Una mejoría coyuntural de los precios es esperable para el tercer trimestre del año, cuando los mayores consumidores ingresen plenamente al invierno boreal, pero los análisis de la OPEP y de otras entidades energéticas es que los precios se mantendrán bajos al menos hasta el año 2000.
El repunte coyuntural sería apoyado por la seguridad que existe dentro de la OPEP de que los consumidores han empezado a reducir sus inventarios, de un nivel sin precedentes equivalente a más de 100 días de consumo, hasta un todavía alto pero más equilibrado rango de 94 días.
En Venezuela, con una alta presión social y política, y una tensa campaña electoral, se alzan cada día más voces entre empresarios y sindicatos para que el país retorne a su nivel productivo de marzo, con el argumento de que lo que no cubre el país lo llenan otros productores, haciendo vano el sacrificio. (FIN/IPS/eg/ag/if/98