La capital de México fue declarada en alerta máxima, debido a las muertes, inundaciones, caos de tránsito y destrucción de infraestructura que provocaron las últimas lluvias, las más fuertes desde 1887.
"Es una situación de emergencia", advirtieron las autoridades de la ciudad. Numerosos barrios y urbanizaciones permanecían este martes inundadas, mientras sus habitantes eran llevados a albergues improvisados en escuelas y edificios públicos.
Ubicada en un valle que hace más de cinco siglos fue un lago, la ciudad de México, donde viven ahora alrededor de 20 millones de personas, tiene pocos canales para evacuar el agua de lluvia.
A partir de julio, y con fuerza inusitada desde hace 15 días, las tormentas azotan la ciudad, transformando, algunos barrios en verdaderos lagos.
Los problemas se agravan porque la urbe, una de las más grandes del mundo, se hunde alrededor de 10 centímetros por año debido al agua que se extrae de sus entrañas para potabilizarla y entregarla a la población.
La extracción de agua del subsuelo hundió la ciudad unos 11 metros en este siglo, indica un estudio del Movimiento Ecologista Mexicano.
Once personas muieron desde julio como consecuencia de las lluvias y más de 600 viviendas resultaron gravemente afectadas. Este lunes, el desgajamiento de tres cerros causó seis víctimas.
La época de lluvias, que continuará al menos por dos semanas más, de acuerdo con el pronóstico de los metereólogos, sigue a otra de intensa sequía, registrada en abril y mayo, cuando los incendios forestales destruyeron cerca de 6.000 hectáreas de bosques y áreas verdes de la ciudad.
Se hicieron todos los trabajos de drenaje necesarios, pero las lluvias "excedieron cualquier previsión", dijo el alcalde de la capital, el líder opositor Cuauhtémoc Cárdenas.
Más de 50.000 personas construyeron en las últimas décadas sus viviendas en zonas de riesgo -cerca de barrancas, cerros, ríos o bosques- y son ahora las más afectadas, informó el alcalde.
Brigadas de la Dirección General de Protección Civil recorrieron en los últimos días las zonas de riesgo para exhortar a los pobladores a trasladarse a los albergues de emergencia, mientras las radioemisoras emiten mensajes advirtiendo los peligros.
"Estamos en alerta, para atender mejor a los afectadosoo, declaró Cárdenas. La actual temporada de lluvias es la más fuerte desde 1887, cuando se empezó a medir la intensidad de las precipitaciones.
La tragedia que vive hoy la ciudad se debe a la irresponsabilidad con la que se gobernó la ciudad los últimos 50 años, afirmaron las autoridades municipales.
Cárdenas, quien asumió en diciembre, es el primer alcalde de la ciudad elegido por voto popular. Hasta entonces, y desde 1929, el llamado "regente" de la capital era designado por el Poder Ejecutivo nacional y siempre entre filas del Partido Revolucionario Institucional.
Las lluvias causaron el caos en varios tramos de los 17.000 kilómetros de calles de la ciudad -una longitud equivalente a la distancia entre Caracas y Bangkok-, y los servicios de energía eléctrica fueron interrumpidos.
La ciudad de México es una de las más peligrosas del mundo, pues 300.000 viviendas están sobre zonas de alto riesgo sísmico y cerca de 300 barrios enfrentan amenazas "hidrometereológicas", señalan estudios oficiales.
Además, en la urbe se ubican 18 gasoductos, siete poliductos, 360 estaciones distribuidoras de gasolina y cuatro grandes plantas almacenadoras de hidrocarburos.
Sólo hay 10 cuarteles de bomberos, con 1.100 hombres, una cantidad que los expertos consideran insuficiente.
Si se repitiera en la ciudad un terremoto como el de septiembre de 1985, que derribó o dañó 50.000 edificios, la tragedia sería inmensa, advierten los especialistas. (FIN/IPS/dc/ff/pr/98