El gobierno de México abatió su inversión en el sistema eléctrico al punto de poner en peligro el futuro energético del país, una actitud que sindicatos y grupos opositores atribuyen a una estrategia para privatizar el sector.
Las autoridades replican que, simplemente, no hay recursos.
México deberá invertir desde ahora hasta el 2005 más de 25.000 millones de dólares en el sistema eléctrico, cifra que representa 25 por ciento del total gastado en el sector en los últimos 100 años, señaló este jueves la secretaría (ministerio) de Energía.
Se trata de un monto que por su magnitud sólo puede cubrirse con participación privada. Hacerlo con recursos públicos es "prácticamente imposible", agregó.
El gobierno propuso reformas legales para abrir en forma total las puertas del sector energético a capitales privados, que hoy generan, gracias a acuerdos temporales, alrededor de ocho por ciento de la energía eléctrica disponible.
En los próximos siete años la demanda de energía aumentará seis por ciento anual lo que obligará a incrementar un tercio la capacidad de generación, que es de 35.000 megawats, según cálculos oficiales. Hoy, 95 de cada 100 mexicanos reciben el servicio eléctrico.
Sindicatos de la Comisión Federal de Electricidad, empresa estatal cuyo presupuesto se recortó este año 17,2 por ciento para equilibrar las finanzas del Estado, según instrucciones de gobierno, sostienen que el interés es entregar su sector a los inversionistas privados.
Similar postura expresaron portavoces del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática, que acusaron al gobierno de Ernesto Zedillo y a sus antecesores de promover la privatización destinando menos dinero a la generación de energía.
La demanda crece a un ritmo que el gobierno, simplemente, no puede atender, responden las autoridades tras exhortar a los diputados a cambiar las actuales leyes.
El artículo 27 de la Constitución indica que "corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica" al público.
"En esta materia no se otorgarán concesiones a particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieren para dichos fines", añade la ley.
Entre 1975 y 1982, la capacidad instalada en el sector energético mexicano creció 10,6 por ciento al año gracias a las inversiones del Estado.
De 1982 a 1994 el rítmo de expansión bajó a 4,3 por ciento y en los últimos cuatro años a 2,1 por ciento.
En contraste con ese comportamiento, la demanda nacional de energía creció en los períodos señalados 8,9, 5,2 y 5,8 por ciento respectivamente.
Según los expertos, el repunte en la demanda es un indicador claro de la expasión económica del país. Si se frena el sector eléctrico, el país no podrá crecer, advierten.
El secretario de Energía, Luis Téllez, reconoce que el sector eléctrico está en emergencia.
"Ante las restricciones presupuestales, los topes de endeudamiento que nos imponen los mercados internacionales y los tiempos de maduración de los proyectos eléctricos, estamos en una situación crítica", dijo ante un grupo de diputados.
Según la Comisión Federal de Electricidad, 60 por ciento de las inversiones que requiere el sector en los próximos años se dirigirán a generación, 22 a distribución y 18 a transmisión.
De la capacidad instalada para generar energía eléctrica en México, 54 por ciento corresponde a plantas alimentadas por hidrocarburos, 28,8 a generadores hidroeléctricos, 6,0 a carbón, 2,4 geotérmicos y 2,1 por ciento, nucleares. (FIN/IPS/dc/mj/en if/98
