Los jefes de gobierno de 34 comunas del Mercosur, Chile y Perú acordaron combatir la desigualdad social y el terrorismo, luchar por la vigencia de los derechos humanos y fortalecer la integración regional en conjunto con la sociedad civil.
Los gobernantes se reunieron el viernes en Montevideo para elegir en esta IV Cumbre de Mercociudades a sus nuevas autoridades y analizar la realidad regional en la cual, afirmaron, se debe avanzar sobre los compromisos políticos y comerciales.
Todo proceso de integración "debe necesariamente involucrar de modo activo a nuestras poblaciones, así como las variadas modalidades de expresión", muchas de las cuales están "organizadas en la sociedad civil", declararon.
El Mercosur (Mercado Común del Sur) está asentado no sólo en compromisos políticos y comerciales, "sino también en variadas expresiones de la vida social, la cultura, el deporte, la ciencia y la tecnología, las comunicaciones y el turismo, con un fuerte sentido solidario", dijeron.
Con ese fundamento, los firmantes de la Declaración de Montevideo se comprometieron "a seguir luchando por una región más integrada en un mundo más justo y solidario".
Para ello consideraron necesario crear un canal de comunicación entre el proceso de integración regional impulsado por los gobiernos nacionales y la red de Mercociudades.
La posición asumida por intendentes, prefectos y alcaldes del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), Chile y Perú, de diferente signo político entre sí y con los gobiernos nacionales, respalda un proceso que está por encima de cualquier ideología partidaria.
Así lo destacaron, entre otros, el intendente de la brasileña Porto Alegre, Raúl Pont, el alcalde de Lima, Alberto Andrade y el intendente de Montevideo, Mariano Arana, electo por un año para presidir el Consejo de Mercociudades y una red integrada por estas urbes.
Los jefes comunales dijeron tener "la plena seguridad" de que los gobiernos municipales y locales del Mercosur fueron "democráticamente electos" y "son fieles intérpretes de nuestras poblaciones e instrumentos hábiles para impulsar procesos participativos de gobierno y de trasformación social".
En 1999, la ciudad brasilena de Belho Horizonte será la sede de la quinta cumbre de gobernantes comunales que en una amplia mayoría pertenecen a Brasil, el mayor de los países que integran esta red conformada por naciones que superan los 230 millones de habitantes.
En la cumbre de Montevideo, el plenario destacó por unanimidad su "más absoluta convicción de que la democracia política, el Estado de Derecho y su natural consecuencia, la plena vigencia de los derechos humanos individuales y sociales, constituyen la más alta creación de la humanidad".
La declaración señaló que esos elementos son el sustento para que los gobernantes asuman el compromiso de "defender y profundizar" esos principios que es "necesario estimular".
Andrade, que participó como invitado de la reunión, fustigó al gobierno de Alberto Fujimori y afirmó que Perú vive "bajo la presión" del presidente, que procura una segunda reelección consecutiva.
El alcalde limeño destacó que, pese a que el gobierno nacional traba su gestión, pudo trabajar "con el apoyo de la población".
Perú, junto con Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, integra la Comunidad Andina que este lunes comenzó en Montevideo una etapa definitiva de negociaciones con el Mercosur en procura de una apertura de mercado entre ambos bloques, cuyos términos deberán definirse antes del 31 de setiembre.
El gobernador de Santiago de Chile, Benigno Ríos, destacó que la reunión fue "un ejemplo" de respaldo al proceso de integración regional, similar al que desarrollaron los municipios de Europa.
En ese continente, dijo, se logró "conformar una red que ha sido el elemento articulador y de impulso de la Unión Europea".
Con ese fin se trazaron como meta "el fortalecimiento y profundización de la democracia a través del combate a las desigualdades y a la exclusión social y la mejora de la calidad de vida de nuestras poblaciones, particularmente de sus sectores más desprotegidos",
El prefecto de Porto Alegre, Raúl Pont, perteneciente al opositor Partido de los Trabajadores que lidera Luis Inacio Lula Da Silva, dijo que en Brasil el desempleo está en su máxima expresión y que las cargas impositivas no se dirigen hacia los grandes empresarios, como debería ser.
Pont sostuvo que, sin embargo, existe una especie de "esquizofrenia" en la población, pues, aun cuando la crisis económica se agrava, el presidente Fernando Henrique Cardoso continúa como favorito en las encuestas con miras a las elecciones del 4 de octubre.
Los asistentes a la reunión de Montevideo condenaron "todas las formas y modalidades de terrorismo en esta particular coyuntura que vive la región y el mundo".
El terrorismo, dijeron, significa "una afrenta a la dignidad del ser humano y un atentado a las expectativas de una pacífica convivencia social a nivel planetario, particularmente las que se amparan bajo la modalidad de terrorismo de Estado". (FIN/IPS/rr/mj/ip dv/98