KOSOVO: OTAN prepara intervención militar

La OTAN comenzó hoy los preparativos para una eventual intervención de sus fuerzas en la separatista provincia de Kosovo, en Yugoslavia, un día después que la ONU planteara la posibilidad de ataques militares en los Balcanes.

Como parte de los planes, jefes militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de 16 miembros se comunicaron desde Vilamoura, Portugal, con otros países para coordinar su posible participación y determinar qué tipo de armas aportarían.

La OTAN amanaza con ataques aéreos y con misiles crucero si el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic no pone fin a la guerra contra los separatistas en la provincia serbia.

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió el miércoles, por 14 votos a favor y la abstención de China, demandar el cese de las hostilidades en Kosovo, y exigir a Milosevic que "resuelva todos los problemas existentes por medios políticos".

Además, pidió "el retiro de unidades de seguridad utilizadas para la represión de civiles" en Kosovo.

Aunque la resolución del Consejo estuvo preparada para ganar un amplio respaldo que abarca a Rusia, principal aliado de Yugoslavia, y a Estados Unidos, invoca el Capítulo Siete de la Carta de la ONU, que permite el uso de la fuerza.

Sin embargo, la resolución evitó una amenaza específica a utilizarlo, lo cual fue interpretado por analistas políticos como un acto ambiguo en relación a un ataque militar.

Como resultado, diversos países dieron distinto significado a la forma en que el Consejo de Seguridad actuará sobre Kosovo.

"Ninguna medida de fuerza ni sanciones son introducidas en esta etapa por el Consejo", dijo el embajador de Rusia ante la ONU Sergey Lavrov, y agregó que el órgano deberá reunirse nuevamente para considerar nuevas opciones si Belgrado se niega a cumplir con la resolución.

El embajador de Gran Bretaña, Jeremy Greenstock, dijo que la resolución pone a Milosevic "en aviso" de que las naciones responderían "vigorosamente" si las autoridades de Belgrado no acatan la resolución.

China se opone a la interferencia externa a lo que aún considera un conflicto interno en Kosovo. El representante de Francia, Hubert Vedrine, advirtió que cualquier posible uso de la fuerza debe aguardar para contar con la aprobación explícita del Consejo de Seguridad.

Esta semana, el secretario de Defensa de Estados Unidos, William Cohen, consideró que los ataques de las tropas de Milosevic a Kosovo son "un desafío del que la OTAN no puede huir".

Sin embargo, Washington se mantuvo inamovible durante los últimos meses, mientras tropas yugoslavas atacaban Kosovo, forzando el desplazamiento de miles de albaneses, población mayoritaria de la provincia.

Según autoridades de la ONU, hay unas 300.000 personas que huyeron de los combates entre soldados yugoslavos y los combatientes separatistas del Ejército de Liberación Kosovar.

Un funcionario del foro mundial alertó la semana pasada que "lluvias constantes" en el área amenazan empeorar la crisis humanitaria entre los refugiados.

La decisión del Consejo fue un esfuerzo por hacer evidente la unidad entre estados europeos y forzar a Milosevic a detener la guerra contra los albaneses, mayoría de la población en la provincia de Serbia, que reclaman la independencia.

Pero Milosevic no se detiene. Este jueves, mientras la OTAN planificó ataques contra las fuerzas del líder serbio, el ejército yugoslavo continuó atacando los últimos focos de la resistencia separatista, en la región central de Drenica. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lp/ip/98

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